Grotesco y homicida aunque revelador, el comportamiento bestial del capitalismo mercantilista con manifestaciones de odio visceral por abrumados frustrados, debido a su fracaso internacional. Cito uno de ellos quien evocaba a otro Presidente de su nación, que opinando respecto a la hija predilecta del Libertador, Bolivia, y los acontecimientos actuales, emuló a Mariano Ospina Pérez cuando afirmó que "en momentos de dificultades: vale más un Presidente muerto que un Presidente fugitivo".
El irresponsable fue también Presidente colombiano, su apellido es Pastrana y con razón lo llaman "Patraña", en coro personal a Uribe Vélez que ha justificado reiteradamente "la necesidad muertos por razones morales…". Regurgitan impotencia política, incapaces de frenar las derrotas que reciben en elecciones, en aquellos territorios que manipularon a placer durante siglos.
El imperio mercantilista ubicado al norte de nuestra América, en afán de controlar al globo terráqueo amenaza misiles mediante y se la juega con todo en Bolivia, confesando apoyo al golpe 2019, igual que hace 40 años lo hizo con un General narcotraficante pitiyanqui, Luis Meza, y hoy pacta con otros pseudolíderes de la ultra derecha, entre ellos Carlos Mesa derrotado ampliamente por Evo Morales en la cita comicial 2019.
La mesa de la maldad está servida en Bolivia al haber sembrado el caos acuartelando la policía, y lograr el desorden social con desprotección total de seguridad pública, esencia vital en la planificación de acciones contra Presidentes electos no obedientes a Washington y a los intereses mundiales del comercio depredador, acobijado en la cada vez peor "democracia representativa"
La hidalguía de Evo Morales, García Linera y funcionarios electos escuece a la oposición, hidalguía es palabra muerta en la conducta de la ultra derecha capitalista salvaje. Evo evita la guerra civil en la nación liberada por Simón Bolívar, pacha mama bautizada Bolivia para la posteridad a petición por liberados de entonces. Rica en plata, litio y otros recursos imprescindibles, Bolivia fue saqueada hasta la llegada de Evo Morales.
El asilo a Evo por el Presidente mexicano López Obrador, para salvarlo de la salvajada, la manipulan medios bolivianos al sacar del aire televisoras, radios, e impedir periódicos de izquierda. Se oculta informar la muerte de opositores, otra circunstancia reveladora de la sin razón de cipayos piti yanquis, que dan pena entre ellos mismos, por defender dirigentes que justifican tropelías y asesinatos con fines perversos y ansias de poder.
El Ministro boliviano de Defensa, Javier Zabaleta, renunció y afirmó "Jamás dimos orden para que soldados empuñen las armas contra su pueblo, y jamás la daremos. Construimos una Bolivia en la que un militar encara la defensa Patria al lado de su pueblo, y nunca contra él". Zabaleta se dirigió a Carlos Mesa que denunció presunto fraude electoral, ratificándole que "un asunto político no se resuelve utilizando la represión".