El sorpresivo golpe de estado ocurrido en Bolivia contra el hermano Evo Morales y contra el pueblo boliviano, fue de una rapidez tal que el desenlace no sólo sorprendió al presidente Evo Morales sino a los mismos golpistas que antes de iniciar las celebraciones empezaron a renunciar en cambote pasándose la pelota de unos a otros.
Así renunció el ministro de la defensa y el comandante de la policía, quienes fueron los elementos que llevaron a cabo la amenaza física contra el mandatario para obligarlo a su renuncia.
Fue tan fulminante y veloz el golpe que apenas nos estamos despertando del shock y estamos arrancando con la maquinaria que devolverá el golpe y traerá de vuelta a Evo a la presidencia, el pueblo se está movilizando poco a poco perdiendo el miedo a las balas que están en manos de los criminales que se apoderaron del gobierno.
Ya, en paralelismo a lo que ocurrió en nuestro país en 2002, se autoproclamo una senadora como presidenta auto juramentada (sin tapujos y sin fachadas legales) senadora que, por cierto, horas antes aparecía ante las cámaras llorando a moco tendido por el susto y la presión que tenia encima para que saliera al frente y asumiera la fachada del golpe, diciendo que ella se ofrecía para asumir la presidencia pero si habían otras opciones también las aceptaba (¿?).
Con Evo a salvo en Méjico ahora si salió la susodicha peluqueada, maquillada y con el dientero pelado, con el matón Camacho al lado, envalentonada cual patotera; ahora sí con voz firme y altanera asumiendo el mando de la nación, arrebatado por la fuerza al pueblo.
No es casual que todas las ultraderechas se aferren a los símbolos religiosos para darle justificación a sus acciones, la Biblia y la Cruz; salieron a relucir de inmediato como señal de que un nuevo orden caía sobre Bolivia; eso me recuerda al fanatismo racista- religioso de la secta Tradición Familia y Propiedad (de la que Henrique Capriles y Leopoldo López son miembros y por el aspecto físico lo más seguro es que Guaidó también y muy probable Bolsonaro).
Los tipos como Camacho en Bolivia son una especie de retrasados mentales que fueron castigados desde muy niños por sus padres y que sufrieron los malos tratos y los castigos que usó la Iglesia Católica en la época medieval y en la colonia y con eso en su pobre cerebro ahora se ven con la necesidad de drenar esa impotencia que tuvieron ante sus mayores castigando a los indefensos; en este caso los mas débiles de la población boliviana a quienes ellos y la senadora suponen inferiores.
Según la doctrina de la secta Tradición Familia y Propiedad, el poder político debe estar en manos de las clases económicas poderosas y el resto de la población sólo sirve para obreros y servidumbre de ellos; en su disertación el escritor de la biblia de esa secta, el brasileño Plinio de Correia "Revolución y Contrarrevolución" llega a expresar que el pobre se alegra de que el rico tenga hermosas piscinas y buena vida y reconoce en eso una orden de Dios para que así sea y por eso se siente horado de poder servirle al rico.
Según esa secta la Iglesia Católica debe volver al esplendor de la época colonial con sus altares cubiertos de oro y dentro de ella sólo la gente de raza blanca. Así son los que tomaron el poder en Bolivia, pero su biblia y su cruz no los protegerán de la ira del pueblo que con justicia recuperará su poder y los pondrá en su sitio.
¿Qué podemos hacer por Bolivia?
Demás está decir que nosotros los de a pie poco podemos hacer, mas allá de ser solidarios con ellos; por lo pronto aquí en Venezuela lo mejor que podemos hacer es acabar con Guaido de una vez por todas porque esos golpes pueden ser no solamente rápidos sino eficientes y en cualquier momento nos podemos ver en la misma situación.
¿Qué podemos hacer por Bolivia?
Exigir al equipo de gobierno y al partido que acaben con la corrupción asquerosa y maloliente que hay a todo nivel, protagonizada por los gorgojos (esa expresión no la inventé yo, la propuso en presidente Maduro)
¿Qué podemos hacer por Bolivia?
Impedir a toda costa que la revolución bolivariana se pierda por culpa de los "chavistas de camisa roja" que están haciendo más daño al país que el bloqueo de Trump.
¿Qué podemos hacer por Bolivia?
No solamente por Bolivia, por la América toda y ¿Por qué no decirlo? Por la humanidad: Salvar a la Revolución Bolivariana para que el monstruo del norte no nos engulla.