China, el gigante asiático, está dando muestras de ser un nación solidaria y capaz de compartir, sin mezquindad, sus adelantos con otros países. En efecto, fue en la ciudad China de Wuhan donde se inició hace poco de dos meses el Conoravirus. Llegó el momento en que se infestaban unas 3 mil personas diarias. Los muertos se contaron por centenares. El gobierno chino no se amilanó. Con entereza y confianza en su médicos y científicos, se dedicó a buscar la cura para el mal. Hoy, la nación entera celebra el fin del Covid19, y se presta a ayudar a otros países que sufren de los embates del virus.
El mundo entero celebra esa victoria de los chinos, pues, es la victoria de todos. Pero también se celebra la acción solidaria del gobierno de Xi Jinping al acudir, sin haberlo pedido de antemano, más de 50 toneladas de medicamentos y otros implementos a Italia, así como un contingente de especialistas sobre el Covid 19. ¿Cómo se llama eso? Eso se llama solidaridad.
Venezuela debe estar tranquila, pues, las relaciones políticas y comerciales con el gigante asiático son de la mejores. Y ante el avance que pueda presentar del virus en nuestro país, allí estará la mano amiga de los chinos. Ojalá buena parte de la oposición venezolana, sobre todo la conciencia del señor Guaidó, valoren este gesto de China con el resto del mundo, y con Venezuela. ¡Bravo por China! ¡Bravo por la humanidad! ¡Bravo por Venezuela!