No es necesario aplicarles boicot, asfixia, bloqueo, amenazas militares, presiones diplomáticas o carajadas imperialistas, simplemente interesarse en comprender por qué Bolivia les dio una paliza a los enamorados del capitalismo salvaje ladrón y desacomodado en este siglo XXI de restauración humanitaria. Lo de las elecciones en la nación boliviana, ponen la justicia del voto popular en su verdadero valor, respuesta de quienes han sido engañados y vejados tantos años.
El presidente electo de Bolivia, Luis Arce, aplicará al iniciar su mandato a partir del 8 de noviembre. Ex ministro de economía en el Gobierno exitoso de Evo Morales, señaló que "la primera medida económica a aplicar para salir de la crisis será el bono contra el hambre, mil bolivianos", equivalente a 150 dólares, aproximadamente. El socialista Arce impulsará y enviará al Parlamento proyectos de ley que tienen que ver con la reducción del Impuesto al Valor Agregado IVA para pagos con tarjetas de crédito del 13 por ciento al 8 % y devolución del IVA a las personas de bajos ingresos.
En política exterior el nuevo Presidente boliviano comentó a medios internacionales "no estamos de acuerdo, ni lo que han hecho con Cuba, ni lo que están haciendo con Venezuela", por lo que su gestión se enfocará en reanudar las relaciones diplomáticas con ambos países. Arce tiene firme su intención de reanudar las operaciones de la planta de urea y amoniaco, detenidas por el Gobierno de facto y cuya paralización reportó pérdidas de 160 millones de dólares al año para la nación boliviana.
Reiteró el presidente socialista de la nación del altiplano andino, la intención de luchar por no devaluar el peso boliviano, y en caso de hacerlo, "que sea en el menor rango posible", también se restituirán ministerios eliminados bajo la presidencia de Jeanine Áñez, como los de Cultura y Deportes. Las diferencias a la consideración del ámbito político mundial permiten brillar de manera fulgurante el desastre de lo que surgió en Bolivia bajo la derecha pitiyanqui mercantilista, la barbarie siglo XXI cometida por vendidos militares y policías, hoy viviendo en EE UU.