Trump no quiere reconocer el triunfo de Biden, y este quiere hacer a Trump, lo que Trump ha hecho a Maduro. El que la hace, la paga. Biden también tiene su mesa de opciones, y la primera es, sacar a Trump de la casa blanca. Desde ya comenzó a aplicar el manual de Gene Sharp. Buscó la opción adecuada a la situación y le va aplicar, inicialmente el 2PR, que es más o menos el equivalente a 2 patadas por el rabo. Si se resiste, le aplicará la formula de Escobar Salóm: "lo someterán por la fuerza". Si no sale, es posible que lo amenacen de que no le va a llegar comida, ni agua, y le van a cortar la electricidad y el gas. Le sugerirán que se coma las alfombras, como le dijeron a Diosdado, el día de la toma de la embajada de Cuba, en el golpe de estado del 2002.
No las tiene fácil, Trump, ni tampoco Biden. Dentro de la casa blanca, Pence, Pompeo y Abrams, en un coro desafinado dan ánimo a Trump y dicen la consigna. "Trump resiste" "Trump resiste, te queremos" Afuera, los afectos a Biden, gritan: "No volverán", "No volverán". Mientras tanto, Biden en conversación con "Kemala" Harris, creen importante negociar con Trump; de inmediato, "Kemala" con el vestido que le compró a Carolina Herrera sube las paredes y rejas de la casa blanca en una escalera, mientras los hombres concentrados frente a la casa, comienzan a chiflarla al ver, aquellas curvas que quedaban al descubierto; Fuifuio, fuifuio. Así va a ser mi gobierno, transparente, dijo Biden.
La mujer no cumplió su objetivo de negociar cara a cara; bastó ver a Abrams para regresarse; sin embargo le gritó; "Mira Elliot, dile a tus jefes que vamos a ofrecer una jugosa recompensa a quien los saque de la casa". Los seguidores de Biden se mantienen gritando consignas y meneando sus manitas blancas, otros prenden fuego, ellos dicen que a Trump lo van a sacar aunque sea ahumado. De pronto aparece una máscara de anonimus. Es un ambiente de caos.
Desde adentro, Trump tiene a su ku klu klan, apuntando a la gente de Biden con el arsenal de la casa del rifle. Afuera están los mercenarios de Biden, esperando la orden, para capturar a Trump y mandarlo para México, si monea el muro que hizo en la frontera. Como se puede ver, no se muestra ninguna suavidad como el golpe suave de Sharp. ¿De dónde saldrá el primer tiro? No se sabe; pero, ojalá no sea necesario.
Mientras tanto, "Kemala" pierde la paciencia y le dice a Biden: "Si usted no hace nada por sacar a Trump de la casa blanca, yo si lo haré" Y ¿Qué vas a hacer "Kemala"? Voy a subir otra vez, y voy a capturar a Trump. Mientras tanto, el pueblo congregado gritaba; ¡Que suba!, ¡Que suba! Querían ver nuevamente las piernas de la vicepresidenta. Biden, pregunta otra vez, ¿Qué vas a hacer? Fácil, presidente, le voy a montar la rodilla en el pescuezo, sin despeinarlo ¡Y se acabó! Así fue. Lo que no pudo hacer la ley, lo hizo Kemala. Por algo, debe tener ese nombre.
Total, las elecciones en los Estados Unidos demuestran que no deben estar criticando a las instituciones electorales de ningún país, y como prioridad tienen que comenzar a plantearse una constituyente a ver si renuevan la constitución que tienen desde antes de Cristo.
