Vastos sectores en norteamérica y en el resto del mundo se han sorprendido considerablemente, por los hechos ocurridos en Washington, el pasado 6 de Enero, dado por el asalto a la sede del congreso norteamericano, por una turba enardecida y armada.
Que eso ocurra en cualquier país subdesarrollado o del tercer mundo, no sorprende a nadie, pero en el país que pretende ser el paladín de la democracia y de la defensa de los derechos humanos, es, por todo el cañón, impensable, por no decir imposible. Por algo el poder estadounidense se ha erigido a nivel mundial en el gran policía de la democracia, con su propia escuela de tortura, la de "Las Américas", donde se formaron los mejores torturadores de América del Sur y Central.
Por décadas, la CIA ha manejado perfectamente tanto la desinformación deliberada, como la manipulación de la información. Desde 1.950, ese diabólico organismo de inteligencia, principal andamio de la consolidación del poder imperial norteamericano, entendió que la información es poder. De allí que creó una considerable red de conexiones, unas abiertas y otras encubiertas, la cual incluía cadenas de emisoras de radio y TV, grupos de editores de periódicos y revistas, etc. Todo esto significaba el acceso ilimitado a una vasta audiencia, que solo recibía esa información. Nunca se estimuló el debate, mucho menos la formación política en cualquier país y en cualquier continente.
Todos los hechos nefastos que ocurrían en alguno de los continente era desconocido en los otros, incluso en países del mismo continente. Sí dicha información se colaba, entonces era manipulada según los intereses. Hay tantos casos para ilustrar, que se requeriría muchas páginas para tener sólo una aproximación.
El desconocimiento de lo ocurrido en los países del Cono Sur con la Operación Cóndor, así como las criminales y desenfrenadas acciones de los Escuadrones de la Muerte en El Salvador y Guatemala, en los años 60-80, son ejemplos bien ilustrativos de lo que venimos planteando. Golpes de estado, asesinatos selectivos y actos inhumanos de terrorismo maquillado, se han sucedido durante todo este tiempo; pero los medios informativos nada decían o sí lo hacían eran medias y cuartos de verdades, cuyo objetivo era desinformar.
A lo largo de estas décadas, una proporción importante de la sociedad norteamericana, ha desconocido las barbaridades que directa o indirectamente sus gobiernos han cometido a lo largo y ancho del mundo. También ha desconocido los innumerables dictadores que sus gobiernos han puesto y mantenido en el poder en países pobres y subdesarrollados. A esa sociedad tampoco se le ha permitido saber sobre los cientos de miles de seres humanos que con sus vidas han contribuido a que su país haya alcanzado el gran desarrollo que posee.
Desde la década de los 50, los gobiernos estadounidenses han propiciado la pobreza, la inestabilidad social y política en muchos países de América del Sur, América Central, Africa y Asia. Las matanzas tribales y el sostenimiento de dictaduras horribles, es un lugar común en algunos países africanos, lo cual favorece la extracción de materias primas de gran importancia para la industria de armamentos y la electrónica.
Recomiendo a mis lectoras y lectores hacer una rápida revisión en internet del asesinato de Patrice Lumumba, líder de la República Democrática del Congo, el 17 de Enero de 1.961. Su sucesor, el dictador Moise Tshombe, mantuvo la influencia colonial de Bélgica, con el apoyo total del gobierno norteamericano (https://jacobinmag.com/2020/01/patrice-lumumba-assassination-anniversary-congo - https://www.theguardian.com/global-development/poverty-matters/2011/jan/17/patrice-lumumba-50th-anniversary-assassination).
La propia sociedad estadounidense deberá buscar la mejor forma de sobreponerse a esta infortunada situación. Sin embargo, ella debería autoevaluarse junto con los poderosos medios de información, los cuales han apoyado y propiciado insurrecciones, golpes de estado, intervenciones, guerras y masacres, haciéndose los locos con los desmanes de sus gobiernos. Ahora tendrán material, sí, mucho material y unos buenos lentes para ver la viga que tienen en sus ojos, antes que la paja en los de los demás. Como se sentirá el poder bipartidista, el poder transnacional y el militar, cuando en su propia casa el incendio está activo y con intención de propagarse. Será apropiado decir entonces, que han recibido una pequeña dosis de su propia medicina?
Por principio, no debemos alegrarnos por lo que ocurrió en el congreso norteamericano el 6D; pero en buena ley, no deja de darnos cierta cosquillita, cuando han sentido en carne propia lo que en otros sitios es frecuente y el congreso, precisamente el congreso, lo ha avalado. Los alemanes usan una palabra, que no existe en español, incorporada al vocabulario de habla inglesa, Schadenfreude, la cual recoge el sentimiento de casi la totalidad de la población mundial, pero mantenido in pectore!