• Los trapos sucios del Senador Republicano, hijo de migrantes cubanos, hoy, Secretario de Estado, Marco Rubio, se ponen al Sol y despiden hedores.

Rubio de apellido, de sangre mestiza, pero de conciencia oscura, este personaje descendiente de cubanos que hoy integra el gabinete de Donald Trump, como Secretario de Estado, pertenece al partido republicano, pero sus gestos, actuaciones y forma de ser lo acerca más a la semejanza con personajes mórbidos del nazismo.

Por su ascendencia cubana y para eliminar cualquier sesgo de sospecha sobre su conducta, su pasado y sus ascendientes, se ha volteado como una tripa y quiere aparentar ser más papa que el propio papa, más puro, que el más "puro" del kulkuklan, y más rubio que Donald Trump.

Así son los conversos, aparentan cambiar en cuerpo y alma aunque la conciencia los carcoma por dentro y vivan con ese remordimiento toda su vida.

Fíjense lo que revelan los mismos medios estadounidenses y esto lo debe mortificar al extremo:

"El abuelo materno de Marco Rubio, Pedro Víctor García, emigró ilegalmente a los Estados Unidos en 1956. Sin embargo, en 1959 decidió regresar a Cuba en busca de empleo. Tres años después, en 1962, volvió a salir de la isla y reingresó a territorio estadounidense, esta vez en condición de indocumentado. Fue detenido por las autoridades migratorias y un juez ordenó su deportación, aunque se las arregló para permanecer ilegalmente en el país no se sabe cómo hasta obtener la residencia".

Vean, su propio Abuelo fue migrante ilegal, lo deportaron y luego se las arregló según la nota periodística para permanecer ilegalmente en el país. Léase que esta expresión de se las "arregló", oculta corrupción y compra de funcionarios para formalizar su permanencia.

Fue precisamente en una entrevista de Televisión, donde un colega reportero, al interpelarlo, le recordó estos hechos, la pugnacidad contra los migrantes, y el cambiando de color, de rubio pasó a pálido, balbuceando, se enredó más que Cantinflas sometido a juicio, quedando al descubierto.

Pero él trata de borrar esas manchas de su pasado, para congraciarse con la élite racista estadounidense, quiere echarle cloro, a todo lo que lo identifica, con migrantes, con su sangre cubana, con la deportación de su abuelo, con un pasado del cual no quiere acordarse porque se avergüenza.

Y de allí viene justamente el posicionamiento que pretende. Una hostilidad manifiesta contra todo migrante, en particular contra los venezolanos, con lo que pretende cobrarle, quizás, la solidaridad de nuestro pueblo, por algo que también lo amarga, La Revolución Cubana.

Su familia, creo el mito de que fueron expulsados y eran perseguidos políticos en Cuba, totalmente falso. Lo cierto es que salieron de ese país, porque ya se habían fijado la meta de vivir en los Estados Unidos y construir su sueño americano. Se fueron de Cuba, con el consentimiento de la dictadura de Fulgencio Batista, sin que les tocaran un pelo y luego de un periplo por algunas ciudades de ese país se establecieron en Miami. Pero se vendieron, la larga, en su nueva "patria", como perseguidos políticos, de Fidel Castro, para pescar en rio revuelto y congraciarse con el anti comunismo de algunos sectores estadounidenses.

Es allí donde precisamente Marco Rubio, ha hecho carrera política, siempre en el partido republicano, pero calculando bien, ligado a la más extrema derecha de ese partido, para no dejar dudas de su fidelidad.

La extrema derecha es su pasión, alérgico a todo lo que significa progresismo o izquierdismo, palabras que al oírlas se persigna, como si está viendo al auténtico demonio.

No hay causa contra cualquier movimiento de izquierda que no apoye, no hay país que se declare independiente de los Estados Unidos, que no trate de estigmatizarlo. Odia tanto a la izquierda, que si le dijeran que Dios es zurdo, se declararía Ateo.

Y lo demuestra hasta el cansancio:

"En el desarrollo de su gestión como senador ha sido un enconado operador de las sanciones contra Venezuela, el bloqueo a Cuba y las medidas de presión a los gobiernos de Rusia, China e Irán".

Actualmente, consecuente con esa postura es el operador del traslado de los venezolanos, sin formula de juicio, de los venezolanos a los campos de concentración de Bukele, que nada tiene que envidiarles a los de nazis, falta la instalación de los hornos crematorios. Allí este oscuro personaje se ha presentado para reafirmar sus lazos represivos.

Pero hay más cuentos sobre la familia Rubio, que ahora los medios comienzan a destapar, sus vínculos por ejemplo con el Tráfico de Drogas:

"Orlando Cicilia, esposo de Bárbara Rubio, hermana mayor del político. Cicilia actuaba como testaferro y operador dentro de la red de tráfico de drogas liderada por la «gusanera mayamera», junto a Mario Tabraue, otro narcotraficante de origen cubano.

A finales de esa década, ambos fueron arrestados en un operativo llevado a cabo por el FBI. Durante el allanamiento, que tuvo lugar en una propiedad de Tabraue conocida como La Mansión Playboy, se incautaron drogas, armas de alto calibre y, sorprendentemente, dos leopardos que se encontraban en el lugar. Este episodio marcó uno de los golpes más notorios contra el narcotráfico en Miami en aquella época. Aunque también pudo tratarse de un reacomodo entre narcotraficantes cubanos y colombianos en el territorio, al final éstos últimos terminaron por posicionarse, seguramente con ayuda de la DEA y el FBI.

Es curioso que justamente en esa época cuando comienza el auge de la familia Rubio, una bonanza muy opaca ligada al matrimonio de la hermana del hoy senador republicano con Orlando Cicilia. Rubio quien tenía 16 años entonces ha eludido el tema de que la eventual prosperidad de su familia está arraigada con los privilegios obtenidos de la relación de Bárbara y su esposo Orlando Cicilia".

Es decir, que detrás de Marcos Rubio y de muchos políticos de alcurnia estadounidenses (partidos, demócratas y republicanos), está presente la "Mano Pelúa", del Narco Tráfico, fantasma, que los envuelve en una especie de Amor y Odio, porque dicen combatirlo, pero su banca, recibe billones de dólares provenientes del Tráfico de Drogas y hoy, casi como castigo, sus grandes ciudades están cundidas de zombis, consumidores de todo tipo drogas que los coloca según los organismos especializados en la materia como el país de mayor consumo de drogas en el mundo. Pareciera que allí, por los porcentajes que se dan a conocer, el consumo de drogas forma parte de su estilo de vida.