No es el triunfo aún. Pero es la advertencia que la crisis política e institucional en el Perú, tocó fondo. Y como alguien dijera, los pobres no reaccionan hasta sentir que su situación de hambre, de ignorancia, de abuso, toca fondo. Ya no hay nada que perder. O nos levantamos y decimos de una vez y definitivamente ¡Basta! y echamos a andar caminos nuevos y diversos o de nosotros y de nuestros hijos no quedará nada. La historia no se detiene. Abre nuevas rutas. Nuevos desafíos. De estas se valen los ricos para hacerse más ricos y empobrecer a los pobres hasta el envilecimiento. Venezuela dijo ¡Basta! Bolivia igual, Argentina recupera su dignidad. Y más allá China, Rusia, Irán, Siria han empezado a enterrar al imperio sionista de occidente que encabeza Estados Unidos. Quienes asumieron ser maestros tienen la responsabilidad de abrir las mentes hacia la libertad y la soberanía. Con y sin inteligencia artificial. Con ciencia y tecnología para hacer hombres y mujeres y no meros apéndices de lo artefactual. Con política para hacer políticos y no advenedizos y corruptos. Que no importen las trabas ni las componendas que se armen para la segunda vuelta. Ya se abrió el camino. Hagamos todo por transitarlo de una vez sumando fuerzas y compromisos. Asumiendo responsabilidades. Y si el FMI, el BM, el BID, USAID, la CIA, el Mossad, el FBI, la Embajada USA pone a De Soto o a Keiko en la presidencia, redoblemos fuerzas para volver a empezar. Una y otra vez hasta triunfar para construir nuestro presente. No el de los enemigos de la humanidad.