La ultraderecha en América Latina: Sin el chivo y sin el mecate

La llamada Alianza del Pacífico, que se dio a conocer en Lima, y por ello mediáticamente la denominaban Grupo de Lima y para otros, el Cartel de Lima, quizás por la catadura moral de algunos de los presidentes que a ella se incorporaron, perdió su nombre, al ser derrotada en las elecciones realizadas en Perú, por el maestro del sombrero bombarquino, propio de su región natal, Pedro Castillo Terrones, abanderado de las fuerzas de izquierda y progresistas.

Pero con la derrota de Keiko, conocida en Perú, como huevo de serpiente, no solo el Cartel perdió su nombre sino, que la ultra derecha opositora, que prendió el ventilador para esparcir infundios, calumnias y todo tipo de estigmatizaciones contra Castillo Terrones, también perdió su dignidad.

Y decimos que perdió su dignidad y todo tipo de cordura porque en su afán de impedir el avance de los sectores de izquierda, se apoyó en una candidata, que incluso ellos mismos, habían acusado de corrupta y que ya había sido detenida por esa razón. Pero está demostrando que la ultra derecha en nuestra región, poco le importan las formas; igual les da para llegar al poder, aliándose con personas de baja ralea, con organizaciones mafiosas, ser financiadas con dinero sucio proveniente del tráfico de drogas o de cualquier otro negocio ilícito u ofrecer las riquezas naturales y la soberanía de sus propios países. Esto señores, es el colmo del descaro y de la amoralidad política.

La ultra derecha peruana, racista y discriminadora, utilizó en su desesperación, también, algunos personajillos importados y a medios de comunicación que perdieron toda ponderación, ocultaron la verdad y trataron de enlodar la figura de Castillo Terrones, enalteciendo al mismo tiempo a una candidata, sobre la cual pesa un juicio cuya penalidad está alrededor de los 30 años de prisión. De allí, que como si fuera un juego de Béisbol en la Grandes Ligas, o en un mundial de futbol, la ultra derecha, contrato sus importados, bates quebrados, pero, en fin, gente de su entorno. Fue así como la mediática peruana y otros voceros internacionales, con bombos y platillos, anunciaron la presencia en Perú, de un fugitivo de la justicia venezolana, acompañado por su consorte que tiene fama de pavosa y del amarquesado Mario Vargas Llosa, quienes vinieron a reforzar el laboratorio de guerra sucia ya construido contra Castillo Terrones. Por cierto que Vargas Llosa, por unos reales, olvido que él, personalmente, antes de auto exilarse en España, había denunciado a la Keiko por corrupta. Es un ejemplo de que del dinero produce amnesia temporal.

No obstante, a esas componendas y maniobras, más parecidas a pancadas de ahogado, no pudieron frenar el avance de los partidarios de Castillo Terrones, quien, manteniendo una postura moderada y equilibrada, siempre confió en su pueblo. Estas son las cosas, que no comprende la ultra derecha; subestima al pueblo, piensa que, con el dinero, cosa que acostumbran, porque ellos son así, pueden comprar conciencias. No entienden el clamor de los pueblos de nuestra región que desde lo profundo de su ser piden cambios sustanciales que los saquen de la miseria y la pobreza en que viven, a pesar de pisar suelos fértiles y vivir bajo un cielo pletórico de riquezas naturales. Es el grito profundo de los pueblos diciendo: ¡basta ya de explotación¡ y exigiendo un ejercicio honesto de la política.

Poco a poco, más temprano que tarde, los pueblos vienen dando cuenta de los farsantes que los utilizan como escalera y luego le dan la espalda. Así vemos como el Cartel de Lima se desmorona, los presidentes que anunciaron su formación bajo una supuesta cooperación económica, pero que en el fondo se trataba de crear una camisa de fuerza contra el progresismo en la región, se van cayendo como hojas que se las lleva el viento en pleno verano.

Se fue el doble rueda de Ecuador, Lenin Moreno, con la peor imagen que presidente alguno de ese país haya tenido, luego de enviar armas y municiones a la dictadura boliviana para reprimir al pueblo y entregar a sus perseguidores, al periodista, investigador, Julián Assange; Sebastián Pinera, de Chile, se da cuenta, ahora, que no estaba en un Oasis, como el mismo lo anunció, sino, pisando una bomba de tiempo; Iván Duque, en Colombia, apelando a la violencia desmedida contra su pueblo ordenando torturas, desapariciones y muertes; La dictadora Boliviana, Jeanine Añez, biblia en la mano, reprimiendo y enviando los indígenas al Carajo y ahora presa; Jair Bolsonaro, el Santón brasilero, abjurando de la ciencia, deja, por ahora, 500.000 muertos por irresponsable atención a la Pandemia y pide a lecos que le den un golpe de estado, para justificar su salida del gobierno; Enrique Peña Nieto, de México, con la boca cerrada, disfrutando del dinero mal habido durante su gobierno y del favor que le hicieron los carteles de drogas, dejando tras de sí , una huella funesta, 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa; y ahora Perú, que derrota a la candidata de ultra derecha, Keiko Fujimori, país donde los últimos seis presidentes han sido acusados por corrupción. Ese es el panorama tétrico de la ultra derecha en nuestra región y por eso decimos: SE ESTAN QUEDANDO SIN EL CHIVO Y SIN EL MECATE.



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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