Presidente Putin: "La fuerza de la guerra está en la justicia y la verdad"

"A aquellos que desde fuera puedan tener ganas de intervenir en los acontecimientos actuales en Donbás les digo: Cualquiera que sea la fuerza para intervenir o crear amenazas para nuestro país deben saber que la respuesta será inmediata y las consecuencias no han tenido precedentes en la historia. Estamos dispuestos a cualquier situación. Hemos tomado todas las decisiones al respecto. ... La fuerza de la guerra está en la justicia y la verdad. Y éstas las tenemos nosotros. Espero que lo entiendan". Así terminó el Presidente Putin su alocución anunciando una "operación militar especial" en Donbás para la protección y seguridad de las poblaciones de las provincias independientes de Donest y Lugansk recientemente reconocidas por el gobierno ruso ante las respectivas solicitudes de sus gobernantes acatando la voluntad de sus pueblos.

En su alocución el Presidente Putin hizo un recuento histórico de las mentiras que edificaron Estados Unidos y sus "estados vasallos" para agredir a naciones pacíficas de lenguas, culturas y tradiciones que nada tienen en común con las naciones que se identifican como "civilización occidental y cristiana". A no ser sus ingentes recursos naturales y energéticos necesarios para consolidar e imponer un orden mundial a la medida de los intereses occidentales y con total desprecio por la vida de los millones de habitantes originarios. Citó Yugoslavia, Afganistán, Irák, Libia, Siria. A los que hay que agregar todos y cada uno de los llamados "estados" de África y América latina y el Caribe convertidos en "fallidos" por obra y gracia de la acción devastadora y terrorista de Estados Unidos y sus "vasallos. Historia que remite a los siglos interminables de los imperios romano, español, portugués, británico, belga y que alcanza su más alto grado de degradación moral y política con el advenimiento de la hegemonía unipolar estadounidense.

A este imperio al que el Presidente Putin llamó "imperio de la mentira" portador de pseudo valores se han uncido, desde el final de la IIGM, estados que creen encontrar compensación a su degradación política en la fuerza militar de un aparato del que son apenas "carne de cañón". Decrépitos, listos a secundar con la fuerza de su "amén" las "sanciones" que su amo decide imponer a Estados soberanos. Patocracias que perdieron el sentido de la historia. Sobrevivientes de un orden mundial asentado en el chantaje y la impostura. Insolentes, cuya miopía les hace perder de vista que Rusia es una potencia nuclear cuyo poder, ante cualquier ataque, los llevaría a todos juntos a la destrucción total.

Se los advirtió el Presidente Putin puntualizando que la "cátedra ONU" no les servirá hoy como cuando lo hicieron con Belgrado, con Libia. Tampoco servirá la OTAN como herramienta de ataque de Estados Unidos. Ni sus redes "stay behind" constituidas por los miles de mercenarios sin patria ni identidad y los neo-nazis ucranianos.

Ucrania es hoy, y desde hace 8 años, tras el "golpe de estado" instrumentado por EEUU, Francia y el Reino Unido, entre fines de 2013 y comienzos de 2014, una amenaza permanente a la coexistencia pacífica, a la seguridad del territorio ruso, a la vida de sus habitantes y a los de Donest y Luganks. Estas son, entre otras, las razones que justifican la decisión del gobierno ruso para activar la "operación militar especial".



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Rubén Ramos Alizorojo

Sociólogo y educador peruano, postdoctorado en Filosofía, Política e Historia de las Ideas en América latina por la universidad del Zulia-Venezuela

 ruby_7872@yahoo.es

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