Cuando los rusos llegaron a Ucrania, occidente se unió en una pandilla jurásica para desprestigiar y atacar a Rusia.

Después de las llamadas de Biden a los aliados, todos los países de Europa, incluyendo a Canadá, Australia y Japón, decidieron imponer nuevas sanciones a Rusia e incrementar el suministro de armas y dinero al gobierno de Ucrania. Por su parte Alemania, Suecia y Suiza le pusieron fin al pacifismo que habían sostenido desde la segunda guerra mundial y se unieron a la pandilla jurásica que encabeza Biden y la OTAN,

Esto quedó constatado en las declaraciones de Joseph Borrell, Úrsula van der Leyen, Olaf Sholtz, Magdalena Anderson de Suecia. Tales declaraciones, dejaron al descubierto la política de doble rasero de los europeos.

Dos casos insuperablemente claros que muestran la rudeza primitiva de gringos y europeos fueron: el robo de las reservas financieras, la destrucción del país con más de 150 mil víctimas mortales civiles y el magnicidio de Kadafi en Libia.

Donde estaban los defensores de los derechos humanos, las protestas en contra de la invasión imperial a Libia, la posición de la ONU al respecto. O será que los imperialistas tienen sus movimientos sociales partidarios que se activan cuando otros se defienden o atacan la agresión imperial.

Que hacen los defensores de los más necesitados en el caso de Palestina. Palestina agredida por décadas, reducido su territorio y bombardeados constantemente por los israelitas. Que dice la ONU, que dice el Papa, que dicen los europeos…

Pues, en resumidas cuentas, Putín, en Siria y Ucrania, de distintas maneras, pero contundentes, les ha interrumpido la estrategia cromañón a gringos y europeos; quienes, en el caso de Ucrania, se han unido en una santa alianza para detener a Rusia con el suministro de armas a Ucrania, robos y bloqueos financieros a entidades bancarias rusas, vetar el espacio aéreo europeo a naves rusas, bloqueo de las comunicaciones, prohibiendo los informativos RT y Sputnik mundo y en este momento están reforzando militarmente las zonas de acercamiento geoestratégico a Rusia, imponiendo nuevas sanciones y aumentando el suministro de armas y dinero a Ucrania.

Pues, en resumidas cuentas, todas estas reacciones europeas, no hacen más que definir que el conflicto que se libra en Ucrania, es la guerra de Europa-OTAN contra Rusia.

Como dijo el canciller alemán:"Eso [el conflicto en Ucrania] tendrá consecuencias graves para Europa. No se puede construir una seguridad a largo plazo en Europa contra Rusia", dijo Scholz en una reunión de emergencia del Parlamento Federal sobre la operación militar especial rusa en Ucrania.

El canciller alemán agregó que el presidente ruso, Vladímir Putin, también podría ser una amenaza para la seguridad europea en "un futuro previsible".

Y no se engañan, saben de las repercusiones que tiene la violación del espacio geoestratégico de Rusia y que el escupir en las líneas rojas de las que hablaba Lavrov; era poner a prueba con su arrogancia jurásica, la voluntad pacifista de los rusos y su capacidad estratégica militar de enfrentar a gringos y la OTAN en el corazón de Europa.

En simple lenguaje popular, Putin les dijo: Bueno niños primitivos, de aquí en adelante las cosas se van hacer de otra manera. Ya no van a destruir países echándole la culpa y ahorcando injustamente a las víctimas, como lo hicieron los jueces de la Haya con Slobodan Milosevic, Sadam Husein, Karadzic y otros. Ahora, para dialogar, ustedes lo harán sin condiciones.

Pero, ¿cuándo han visto que un cromañón entiende de las necesidades y temores de los otros? Y si la estrategia Trucutú, es la de apagar el fuego con gasolina. La pandilla decidió aumentar las sanciones e incrementar el suministro de armas y dinero en Ucrania. Esto encendió las alarmas nucleares y puso a Europa en el centro del huracán y a los países amenazados a fijar sus alarmas militares. Miremos:

Corea del Norte reinició la prueba de sus misiles de mediano y largo alcance; China, por su parte, ejecuta ejercicios navales militares ampliados en el mar de China y mar Amarillo y Putin dio la orden de poner las fuerzas disuasivas en alarma máxima.

¿Cuál es el futuro que nos espera?