Washington y la Otan, se encaminan tercamente, al enfrentamiento con Rusia, después no habrá vuelta atrás. Son billonadas de dólares y gigantescas y avanzadas panoplias armamentistas que han sacado a relucir en el conflicto.
La politización de los organismos internacionales para excluir a Rusia, las 8,070 sanciones económicas a Rusia, el mayor involucramiento de la Otan, Polonia y Lituania en la transferencia de armas y mercenarios para apoyar al gobierno ucraniano. Las amenazas a China y a India por su posición de abstención y neutralidad ante las acusaciones occidentales a Rusia. la activación del AUKUS, para provocar y desafiar a China del control naval del Mar de China y Taiwán.
El embargo financiero y de exportación al material energético ruso, es como amarrar a la víctima, robarle sus propiedades y decirle que no haga nada por impedirlo, porque si no, cometería un delito de lesa humanidad.
Todo esto que se expresa en tensiones geopolíticas, inflación, crisis alimentaria, elevación de los costes del gas, la gasolina, el abono y la electricidad. Se endosa con mentiras y se apostilla con montajes cinematográficos de masacres propias, inculpando a los rusos.
Washington con este múltiple, terco y escandaloso acercamiento belicoso a Rusia, está caminando paulatina e irresponsablemente al enfrentamiento militar; se miran las intenciones de Washington de irrespetar el START III, con el suministro de un nuevo paquete armamentista que lleva más de 1,400 sistemas anti aéreos Stinger, más de 5,000 sistemas anti tanque Javelin y 7,000 sistemas anti tanque de otras características. Esta lista incluye 7,000 armas pequeñas, más de 50 millones de cartuchos, cientos de drones Puma y Kamikase y sistemas de cohetes guiados por láser. FUENTE: RT/ 8 de abril de 2022.
Mientras eso sucede, Putin, aún con las trágicas y significativas pérdidas en el campo de batalla, como taimado cocodrilo, solo lo espera para morderlo, para pegarle un coletazo o para dejarlo pasar con sus cargamentos y dedicarse a desarrollar su propia estrategia.