Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
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*/Zelensky cree que simulando un ataque o creando una catástrofe ambiental repetirá la historia. Pero, lamentablemente está mal informado, además es ignorante. /*
/Cuando se apaguen las luces, el agua ya no corra y no quede ni siquiera un poco de leña para abrigar a los ucranianos, Zelensky necesitará el Oscar de Sean Penn como ayuda. /
¿Cuánto tiempo le queda al presidente Zelensky antes que su apoyo político se desvanezca ya que es ampliamente sabido que es regañado por las elites occidentales por las conversaciones con Rusia? Existe un cierto grado de pánico dentro de la cábala de Zelensky lo cual lo está tornando más y más caprichoso, hasta el extremo de perder el control, lo cual hace que observadores se pregunten ¿qué está sucediendo tras bastidores?
El ataque en el Mar Negro fue una reacción de pánico. Pensó que él podría dirigir la agenda de los medios de prensa "hacia el hambre de los africanos" y que Rusia se retiraría del trato acordado con Turquía y que la ONU solo afirmaría que los ucranianos son los buenos y que los rusos son los malos. Enorme chasco, cuando Putin no solo regresó sino que hizo una oferta de suministrar trigo gratuitamente a los países africanos.
Luego ocurrió el incidente con un misil impactando en Polonia precisamente calculado para coincidir con la reunión de los líderes mundiales del G20. ¿Alguien creería, incluso los enemigos de Putin, que el presidente ruso estaba detrás de tal hecho? Por supuesto que Zelensky lo organizó. Se trata de una obsesión sin límites la de arrastrar a toda costa a Occidente a una guerra total dentro de Ucrania.
Y actualmente estamos presenciando más y más pánico con las últimas noticias en el sentido que la central eléctrica nuclear que controlan los rusos está siendo cañoneada.
Existe un solo objetivo para aquellos que realizan el cañoneo: crear una contaminación radioactiva similar a aquella de Chernobyl y esa misma gente pensando que realizaron el cañoneo creyendo poder arrastrar a la OTAN hacia una guerra dentro de las fronteras ucranianas.
En realidad no podemos culpar a Zelensky por pensar de esa manera ya que se trató precisamente de un ataque de bandera falsa en el verano de 1995 en Sarajevo, supuestamente contra los musulmanes en un mercado, lo cual le dio a Clinton la confianza para lanzar ataques aéreos de la OTAN contra los serbios bosnios lo que cambió completamente el curso de la guerra a favor de Occidente.
Zelensky cree que falsificando un ataque o creando un desastre ambiental repetirá la historia. Pero, está lamentablemente mal informado, además es ignorante.
No hay nada que puede jalar a la OTAN a una guerra total con Rusia.
Incluso el demente presidente norteamericano Biden, conoce esto y es increíblemente cauto acerca del tipo de armamento que le envía a los ucranianos,
de tal modo de no provocar batallas de más largo alcance sobre las fronteras. El reciente anuncio de parte del Parlamento Europeo denunciado a Rusia como estado patrocinador de terrorismo, demuestra cuán subdesarrollada y estúpida es como institución la Unión Europea, como mínimo. Ni siquiera Biden haría algo semejante, aunque posteriormente haga más difícil una negociación por la paz.
Pero en este momento el armamento es el problema que aterra a Zelensky. La mayoría de los países occidentales, unos veinte, que han estado proporcionando enormes cantidades de material de guerra ahora se están retirando a un ritmo alarmante, ya que sus propias existencias se están agotando creándoles a ellos desabastecimiento, incluso para defender sus propios países. Estados Unidos es lejos el mayor donante de ayuda militar pero en estas últimas semanas la ha reducido tanto que el ejército ucraniano se está quedando sin misiles Javelins y Stingers y los misiles que más necesitan, los Howitzer de 155 mm que constituyen la espina dorsal del ejército ucraniano. Los expertos en Estados Unidos opinan que se necesitan años y no meses para reabastecer y que quedó claro que la cantidad que se estaba entregando con poca o ninguna transparencia era muy excesiva.
Por esta razón, es poco probable que los republicanos en la Cámara de Representantes apoyen el último paquete de 37 mil millones de dólares en ayuda militar. Muchos sospechan que existe un mercado negro de armamento controlado por Zelensky o sus secuaces y que solo la mitad de lo que le envía Estados Unidos siquiera llega a Ucrania.
E incluso el anticuado dinero en efectivo que Zelensky necesita para pagar a los empleados públicos, mantener funcionando a los ministerios y a los militares –para no mencionar los servicios públicos—está escaseando. Resulta difícil no darse cuenta de esto con o sin la visita de Rishi Sunak, el nuevo Primer Ministro del Reino Unido que llegó a Kiev con un gordo paquete de cincuenta millones de libras en donación para el negocio de la guerra de Zelensky.
Amigos, son cincuenta millones en total.
¿Se trató de una broma? ¿Se trató de inspirar a los caricaturistas poniendo parlamentos en los discursos de todos los líderes –a Sunak declarando "Yo he traído cincuenta millones de libras" y Zelensky diciendo "No se preocupe, nosotros pagaremos el almuerzo."—
De hecho esa misma semana, fue la esposa de Zelensky la que produjo la última risotada. Lyse Doucet de la BBC realizó una entrevista con la primera dama de Ucrania que fue tan adulante que pareció casi un grosero y lésbico acto sexual en vez de una entrevista periodística. Las preguntas de la Doucet eran justamente demasiado amables y obviamente parte de un plan para promover la imagen de la esposa de Zelensky a quien se le preguntó acerca de los apagones. Ella contestó que "había consultado con los ucranianos y que le habían contestado que ellos podrían soportarlos por lo menos un par años." Probablemente la esposa del presidente consultó con amigos de su cábala de millonarios cuánto tiempo ellos podrían tolerar el uso de generadores en sus mansiones de altas murallas. Hilarante.
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