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Como puede entenderse que un país, que vive en gran parte del turismo, que aspira ser sede de eventos internacionales como los del fútbol, su clase dirigente mantenga una política de discriminación y racismo, conducta que es prescrita por Tratados Internacionales de Derechos Humanos y de Derecho Humanitario.
La afirmación que sirve de titulo a esta reflexión, que quiero compartir para producir un debate sobre un tema preocupante como es la conducta racista, que tanto daño le ha hecho a la humanidad, no es caprichosa, ni tomada al azar; está fundamentada en el comportamiento público de líderes españoles, cuya conducta no se ha reprochado por las altas autoridades de ese país y que se refleja en otras esferas de ese país, particularmente en el Futbol.
El racismo ha generado graves daños a la humanidad y creado brechas que separan a los pueblos, fomentando el odio y dejando huellas que perduran por siglos. Históricamente, esa conducta ha sido "una bandera para justificar las empresas de expansión, conquista, colonización y dominación y ha marchado de la mano de la intolerancia, la injusticia y la violencia." - Rigoberta Menchú, Dirigente indígena guatemalteca, laureada con el Premio Nobel de la Paz, en el simposio "El problema del racismo en el umbral del siglo XXI".
Y ese lastre de conducta racista permanece en los países otrora colonialistas, que pretenden a esta altura del desarrollo de la humanidad, haciendo esta práctica o alardeando por su poderío militar y bonanza que son superiores a los demás pueblos del mundo, a los cuales han explotado y nunca reconocido, que gran parte del desarrollo del que hoy disfrutan se debe al robo y el pillaje cometido contra otras pueblos.
El liderazgo español no oculta esa prepotencia y desdén contra otras culturas.
Josep Borrel, en conferencia dirigida a estudiantes españoles, se expresó de esta manera:
"comparó a Europa con un jardín y llamó al resto del mundo "una jungla" en una reunión con estudiantes de relaciones internacionales. Lo más revelador, sin embargo, fue que extendió la metáfora diciendo que si se quiere cuidar de invasores el jardín se debe salir al mundo, como sugiriendo que deberían ir afuera a "convertir" a los demás".
¿Y quién es Josep Borrel?. Nada menos que Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad desde 2019, Es miembro del Partido Socialista Obrero Español y sirvió como ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España.
Se desprende de las declaraciones susodichas, frente a estudiantes españoles, que los jardineros del jardín civilizatorio que describe Borrel, deben salir a conquistar la jungla, a convertir a los demás, a uniformarles el pensamiento a su medida. Solo le faltó señalar si ahora, no con arcabuces, perros rabiosos y espadas, como antes, iban a conquistar nuevamente, pero si, utilizando la moderna tecnología de guerra, bombas sofisticadas, armas bacteriológicas y drones explosivos.
En iguales términos se expresa el ultra derechista español Pablo Casado, que en eso, no se diferencia de algunos voceros del Partido Socialista que jefatura Sánchez: " España no puede parecerse a las Repúblicas Bananeras". Expresiones que si la comparamos, significan lo mismo: la jungla de los países bananeros, para referirse a ese despectivo "resto del mundo".
Concluyan Uds. Si así piensa la alta dirigencia política española que se dice "socialista", no se imaginen ni siquiera por un momento en los populares y Vox, cómo pueden estar pensando los demás miembros de la sociedad.
Baste señalar, que a pesar del rechazo internacional que tuvo esta conducta racista de Borrel, no hubo ningún pronunciamiento de censura o condenatorio, por parte de otras autoridades de alto nivel de España y mucho menos por el presidente de ese país Pedro Sánchez, quien se hizo la vista gorda, frente a estas posturas racistas.
Y si así piensan los altos dirigentes políticos españoles, no resultaría nada de extraño, entonces, que en la sociedad española, en la vida cotidiana, en el ámbito del deporte y en otras esferas, se refleje esta conducta racista.
Ya por ejemplo, habíamos comentado en artículo anterior, las agresiones de que fueron víctimas en España, unas venezolanas, que además de ser chocadas en su vehículo por sus agresoras borrachas. Éstas, para complementar el espectáculo, las tildaban de "Machupichus" y les machacaban, interrogándolas: ¿Uds. Saben los que es Machupichu?. Tú eres una indígena Machupichu . Por supuesto para las agresoras, en palabras de Borrel, son habitantes de la jungla que él describe, son indios y ellas utilizaban esos calificativos para estigmatizar y burlarse de las agredidas, pero al mismo tiempo, evidenciando una gran ignorancia, típica de los racistas y discriminadores.
De la vida cotidiana, esto pasa, también al Deporte, específicamente, al Futbol. Los insultos, la subestimación, la burla que han realizado contra el joven futbolista brasileño Vinisius José, en todos los estadios donde participa, no son casuales, ni ocurrencia momentáneas de uno otro fanático ofuscado o molesto por la habilidad y destreza del brasileño, sino, que expresan de alguna manera ese sentimiento racista que esta vivito en la dirigencia política española.
Y esto no es sólo con Vinicius, sino, que existen antecedentes también muy graves, sobre los cuales la liga de Fútbol de España, por intermedio de sus representantes, ni siquiera se han pronunciado. En artículo anterior que titulé "Un tema del cual poco se habla: la inmigración en Fútbol", como por ejemplo el caso de Achraf Hakimi, considerado uno de los mejores laterales del Fútbol, Madrileño, de ascendencia Marroquí, quien rechazó jugar con el equipo Español y prefirió Marruecos. En declaraciones públicas manifestó, haber sentido rechazo por xenofobia y racismo en España, por su ascendencia Marroquí.
En declaraciones recientes del señor Javier Tebas, presidente de la Liga Española de Fútbol, sobre las cuales había gran expectativa, por pensarse que podrían ser ejemplarizantes sobre el tema, por el contrario, casi dice que eso es normar en fútbol y manifiesta la incompetencia de la liga por intentar frenar o desterrar definitivamente el racismo del deporte, porque según él la Liga no tiene poderes para eso.
Por lo descrito, alertamos, porque situaciones como las denunciadas van a continuar pasando sino, se toma medidas ejemplarizantes, como también continuará la conducta de fútbol europeo, de contratar extranjeros, sobre todo brasileños y africanos, para reforzar sus equipo y lograr campeonatos, pero manteniendo el velo del racismo latente en los estadios donde se presente.
Por eso es necesario que se desarrolle una amplia campaña contra el racismo en el deporte y en eso debe jugar un papel importante, no sólo los clubes organizados, las ligas deportivas sino, toda la sociedad. El racismo hay que rechazarlos no sólo del deporte sino, de todas las esferas de la vida social.