Decir que una moneda de los BRICS va a sustituir al dólar, es ambicioso. De hecho, ese no es el objetivo principal de ese grupo de países. Salir del uso del dólar por parte de las naciones que conforman ese bloque, tiene un solo objetivo: evadir las sanciones de EEUU. Las sanciones son posibles porque el sistema SWIFT, que controla las transferencias de todos los bancos en el mundo, utilizando el dólar, es controlado por Washington. Por eso, pueden bloquear a cualquier ciudadano, corporación o país, que base su intercambio en divisas estadounidenses.
Después que EE. UU. incautó a Rusia 300 mil millones de dólares, por la guerra con Ucrania, China se mira en ese espejo. Pero las sanciones están resultando en un arma de doble filo. China usa ese ejemplo, el de Rusia, para convencer de que sus pares comerciales, que abandonen el dólar, por lo menos en el intercambio con ellos. Esto último es lo que está pesando en Sudamérica y tiene incidencia en Venezuela.
El dólar y el yuan en Argentina
Desde que cayeron las Torres Gemelas, Washington volteó su mirada al Medio Oriente e hizo la guerra contra el terrorismo. Mientras tanto, China entraba en América Latina con enormes inversiones y préstamos. Venezuela fue el inicio de todo. El intercambio comercial de Sudamérica con China, es cuatro veces más que con EE. UU. China teme, que por la tensión con Taiwan, entonces Washington también la sancione. En el limbo quedarían las inversiones de China en bonos de deuda de EE. UU. y las reservas internacionales, las más grandes del mundo.
Recientemente, Argentina se quedó sin dólares para pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI). China negoció con los argentinos que su comercio se hiciera con yuanes y no con dólares. La decisión benefició a ambos. Argentina queda libre del uso de divisas norteamericanas para sus importaciones desde China y así podía pagar al FMI. China avanzaba con otro país, que se suma al empleo del yuan, para el comercio bilateral, y así evadir el uso del dólar. Esto, no está lejos de suceder en Venezuela.
La reacción
Colombia, que es la joya de Washington en Sudamérica, comienza a llamar la atención. En las últimas semanas, el presidente Gustavo Petro está involucrado en un escándalo. Los izquierdistas llaman a las acciones como "golpe suave". Pero Petro y Nicolás Maduro se las han arreglado. Le acaban de entregar a Washington un cese del fuego de parte del ELN, en el marco de las conversaciones de paz. Aunque pueda tratarse de una táctica dilatoria, como pudieran señalarlo factores conservadores, lograron calmar la reacción de Washington, ante lo que teme, que Colombia, bajo el mando de Petro, también termine en el bloque, en el que ya Brasil y Argentina están y al que Venezuela, espera ser aceptada a finales de año.
A Perú están llegando tropas norteamericanas. La caída de Pedro Castillo, le ha permitido a Washington recuperar ese espacio. Perú es una las piezas de la trama china. Los chinos aspiran convertir los puertos de Lima en un punto de contacto para el comercio con Sudamérica, sin tener que usar el canal de Panamá. Esto es parte de la Ruta de la Seda 2.0. Así que Washington, no perderá foco en Perú y Colombia, aunque el alto al fuego del ELN, es por seis meses. También en el foco, están las enormes minas de litio en Bolivia. Este mineral es utilizado en las baterías de vehículos eléctricos y es denominada "energía verde", valiosa para China y EE. UU.
Subiendo la vara
Las recientes negociaciones entre Caracas y Washington, no son del todo estables. De pronto, Chevron anunció que no podrá aumentar las metas de producción petrolera. Pdvsa sigue teniendo enormes problemas para producir gasolina. El dólar en Venezuela, comenzó a aumentar de nuevo, debido a las presiones para el aumento de salarios, sin ingresos suficientes en divisas, para respaldar el bolívar, a pesar de que Chevron asigna divisas a la banca privada venezolana.
Maduro se fundamenta en que mientras la guerra en Europa persista, Washington será cuidadoso. Porque necesita el petróleo que ya no tiene de Rusia. Sin embargo, Maduro se suma a la presión. Arabia Saudita, acaba de aprobar un recorte de producción de petróleo, en coordinación con Rusia, ya que el barril está en 67 dólares, por debajo del límite de 70 dólares, que aspiran Putin y ahora Salmán bin Abdulaziz, rey de Arabia Saudita. Maduro, en una gira por ese país, respaldó la decisión. Recientemente, Ebrahim Raisi, presidente de Irán, estuvo en Venezuela, ampliando los lazos comerciales, más que los ideológicos.
En seis meses
En las últimas semanas, la OFAC eliminó otro grupo de sanciones relacionadas con bonos de deuda de Pdvsa, específicamente relacionados con Citgo. También fueron permitidas las operaciones de empresas de servicio del sector petrolero, cuatro de las más grandes. De esa manera, Washington sigue cortejando a Maduro para que reduzca su interacción con el bloque BRICS y sus aliados. Pero esto no ha sido suficiente. Para finales de año, los BRICS podrían decidir que Venezuela entre a ese club de países, precisamente, los seis meses que se comprometieron, los del ELN, al cese del fuego y a contribuir al diálogo de paz en Colombia.
*LA GRÁFICA: El dólar en 2023*
La breve estabilidad del precio del dólar que hubo en los meses de marzo y abril se detuvo. Entre mayo y junio, el dólar avanzó desde Bs 24,5 hasta Bs 27,20, según el marcador que publica el BCV. Esto se traduce en una devaluación de 11,22 % en esos dos meses. En lo que va del año 2023, el dólar aumentó 55,97 %. Recientemente, la petrolera Chevron, anunció que no puede aumentar su producción petrolera, debido al mal estado de las instalaciones de la industria en términos generales. Lo que significa menos oferta de divisas por esa vía.