La crisis de los misiles de cuba en el año 1962 es nada comparado con la crisis que está viviendo el mundo en los actuales momentos. En aquella oportunidad existía una especie de equilibrio de poderes representada por la Unión Soviética que logró frenar las apetencias del poder imperial. Hoy se puede decir con toda propiedad que la situación se torna sumamente grave en virtud de que la casta diabólica que gobierna los Estados Unidos de Norteamérica, no está dispuesta a detenerse ante nada para satisfacer su voracidad desenfrenada para controlar el mundo, más aún cuándo están tan desprestigiados ante la opinión pública mundial y se les está haciendo tarde para lograr sus objetivos, están desesperados. Hace unos días el Dr. Patch Adams, quién visitara nuestro país y conocido por la película que lleva su nombre, decía en unas declaraciones en el programa de Vanesa Daivis “Contragolpe”, que el presidente Bush es un hombre muy peligroso que no tenía la suficiente inteligencia como para “no usar” de nuevo la bomba atómica. Resulta que todo ese despliegue mortal con todas esas bases militares en el mundo, del cuál está haciendo alarde ese gobierno, sobre todo alrededor de Irán, es un signo inequívoco de que ese “Cáncer imperial” está haciendo metástasis, que si se produce un ataque contra ese país, después le tocara indudablemente a Venezuela y como dice el dicho: “Después de ojo afuera, no vale Santa Lucía”. Es por ello que debemos nosotros estar bien claros y alertas en lo que nos puede suceder, sobre todo aquella gente de la oposición, que una vez que esto suceda, todos vamos a sufrir las consecuencias de esa inminente agresión, que las bombas gringas no van discriminar entre chavistas y escuálidos, porque incluso se debe considerar muy seriamente que Venezuela es un país que muy poco produce alimentos y que todavía dependemos en gran medida de la importación. Por otro lado, la opinión pública estadounidense deberá jugar un papel primordial para detener toda ésta locura y si no lo hace será responsable de todo el daño que su gobierno generará y que podría llevar en un lapso relativamente corto a la extinción total de la raza humana, porque para nadie es un secreto que el gobierno de los Estados Unidos, sabrá utilizar muy bien en cualquier escenario, como ha hecho en Irak y como hizo en Vietnam, sus armas químicas. El cáncer imperial se encuentra en Washington en la Casa Blanca, pero ha hecho metástasis en todo el mundo con sus más de 700 bases militares en más de 130 países alrededor de la tierra. También Rusia y China deberán asumir una actitud ante tanto desafuero, porque parte del objetivo del imperio y sus lacayos, es el de detener a estos países en sus aspiraciones de desarrollo así como lograr también su sometimiento.
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