Lo acribillaron a balazos cuando se desplazaba en su automóvil hacia una reunión familiar. "Parral me gusta hasta pa’ morirme", había dicho más de una vez, y allí lo asesinaron. Fue el 20 de julio de 1923 y los pobres de México lloraron por Pancho Villa.
Dicen que las circunstancias lo llevaron, casi de niño, a vivir fuera de la ley. Dicen también que cuando baleó a un hacendado que pretendía violar a una de sus hermanas fue cuando comenzó su accionar de bandolero. Trabajó de carnicero, albañil y minero. Su odio a los ricos no nació de la lectura de libros, ya que conoció en carne propia la explotación inmensa que sufría el pueblo mexicano, y contra eso se rebeló pistola en mano.
La Revolución Mexicana lo vio primero como comandante de peones que se incorporaron a la lucha contra la tiranía de Porfirio Díaz, apoyando a Madero. Luego de extraordinarias hazañas, Villa se convirtió en general en jefe de la gloriosa División del Norte. La Toma de Torreón y la Toma de Zacatecas pasarán a la historia como momentos estelares de la Revolución.
Coordinó con Emiliano Zapata y coincidió con él sobre la necesidad de la Reforma Agraria. Se enfrentó a Venustiano Carranza cuando éste demoró las leyes revolucionarias que exigía el pueblo. Combatió contra Álvaro Obregón, pero fue derrotado dos veces en las batallas de Celaya.
A partir de 1915 sufrió más traspiés que triunfos, pero cuando parecía que se opacaba su estrella, el Centauro del Norte reapareció al mando de miles de campesinos y peones armados. Se convenció de que los Estados Unidos era el principal enemigo de México. Fue el único extranjero en invadir el país del norte cuando incursionó en el pueblo fronterizo de Columbus. Diez mil estadounidenses intentaron capturarlo en territorio mexicano, pero Pancho Villa logró burlarlos. Las tropas yanquis regresaron así a su país con una amarga sensación de impotencia.
Pancho Villa fue uno de los principales conductores de la Revolución Mexicana. Entendió que la codicia de los ricos era la causa de los males que sufrían los pobres. Tomó partido por su clase y combatió a sangre y fuego contra yanquis, oligarcas y politiqueros. El general Francisco Villa, con sus luces y sus sombras, sigue siendo ejemplo para los latinoamericanos, de patriotismo y redención social.