Los BRICS y el Nuevo Orden Mundial

Al comienzo de la década de los años setenta de la centuria pasada, muy pocos ponían en duda el carácter hegemónico de Estados Unidos. Europa, miraba con nostalgia su pasado esplendoroso. Asia, no terminaba de superar el carácter precapitalista de su formación social. África, no lograba encontrar la ruta que la condujera a superar el estado de miseria de su población. América Latina, con la excepción de Cuba, seguía siendo el "patio trasero" del gigante del norte. En un escenario geopolítico como éste, no había lugar para la duda, Estados Unidos se presentaba como la única potencia mundial. Posición que, se veía beneficiada por los desencuentros políticos, cada vez más pronunciados, que escenificaban la Unión Soviética y China.

Fueron años en que las relaciones entre Estados Unidos y China se reanudaron. Henry Kissinger, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Richard Nixon (1969-1974), fue el "arquitecto" de esa obra. Relacionamiento, definido por Kissinger como el establecimiento de una "alianza tacita"; la cual, parecía consolidarse con el correr del tiempo.

Los gobiernos de Estados Unidos, y los dueños del mundo, creyeron que la "alianza tacita", sería eterna. Creyeron que sería posible conformar un G2. Algunos llegaron, incluso, a hablar del "capitalismo chino". Pero, la realidad es otra. China fue agigantando su poder económico. Y, ha exigido, a los gobiernos supremacistas de Estados Unidos, respeten su derecho a participar, en el comercio internacional, con libertad; que, no le impongan otras limitaciones que las establecidas en el ordenamiento jurídico de cada nación. Situación ésta que, ha exacerbado las tensiones entre las dos potencias. La "alianza tacita" se derrumbó; por lo que, China se convirtió en un "rival estratégico" de EEUU.

En 1989 se produjo la implosión del modelo de organización social soviético. Desde su triunfo en 1917, con la Revolución de Octubre, se colocaron, en la agenda política universal, las injusticias, las desigualdades y las inequidades sociales, como temas inherentes al sistema capitalista. La Guerra Fría llegó a su final; y, con ella, el llamado mundo bipolar. Las potencias capitalistas de occidente, creyeron que se vivía, el "fin de la historia". El neoliberalismo fue sacado de sus cavernas; sometido, a un intenso tratamiento de estética; sus mentores, lograron imponerlo como un modelo novedoso; su onda expansiva, alcanzó tal magnitud que, algunos creyeron, era la única solución a la crisis vivida; con lo cual, se pretendía ocultar el ocaso del orden mundial, impuesto por la hegemonía imperial capitalista. El mundo unipolar que pretendieron imponer las potencias capitalistas de occidente, tuvo una vida efímera.

China no es una nación precapitalista, semifeudal y atrasada, como se le ha pretendido definir. La Federación Rusa, ha dado claras demostraciones de ser una potencia económica, militar y científica. Los avances de ambas naciones han sido el muro de contención con que han sido detenidas las pretensiones hegemónicas del imperio estadounidenses. Rusia y China están conscientes de su poder. Pero, antes de imponer un relacionamiento hegemónico que conduzca a un muevo mundo bipolar, han preferido estimular el surgimiento y consolidación de un mundo multipolar.

Conscientes están de que el mundo de hoy es muy distinto al que se fraguó durante la guerra fría. Saben que están emergiendo nuevas potencias. Que, la crisis del capitalismo no es una crisis de carácter coyuntural; que esta no puede ser evaluada bajo los parámetros que utilizó Nicolai Kondratiev, para definir las ondas largas del capitalismo. Es verdad que es una crisis estructural; pero, es mucho más que eso, es una crisis civilizatoria. Es la modernidad occidental capitalista la que se ha agotado, como modo de organización de la sociedad. El horizonte del capitalismo, es muy oscuro; su gris luce envejecido, incapaz de romper el ocaso para que levante vuelo el búho de Minerva.

Pues bien, es en este marco en donde debemos ubicar el surgimiento de los BRICS. Ellos no son otro organismo de integración. Se construyen sobre nuevos principios. En donde, la solidaridad y la cooperación, no son contrarios a los intereses económicos y políticos que cada Estado tiene. En donde, ningún país es superior a otro. Ninguno de sus miembros ocupa un rol hegemónico sobre los demás. Son estas las razones que motivaron a Brasil, Rusia, India, China y Sudafrica, a su conformación. Por ello: CON LOS BRICS ES POSIBLE EDIFICAR UN NUEVO ORDEN MUNDIAL.

 



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Nelson Pineda Prada

*Profesor Titular de la Universidad de Los Andes. Historiador. Dr. en Estudios del Desarrollo. Ex-Embajador en Paraguay, la OEA y Costa Rica.

 npinedaprada@gmail.com

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