El periodismo colombiano de buena factura e historia, lamentablemente tiene fichas deleznables, derechistas enemigos de las victorias de la izquierda. Donde trabajen: TV, emisoras de radio, periódicos o novedosos influencers en las redes sociales, se ensañan contra el presidente Gustavo Petro y contra uno de sus hijos, quien reconoció errores de conducta burocrática y junto a su esposa están a la orden de tribunales. Un comunicador social de apellido Vélez, muy creído de estar entre las botellas de una última caja de agua en un desierto, insultó al expresidente ecuatoriano Rafael Correa, porque le dio acertadísimas respuestas.
Correa, a quien recuerdo por su mirada de desprecio justificado contra su colega Uribe Vélez cuando ambos ejercían como Jefes de Estado, puso en su sitio al impertinente fablistán, malcriado, grosero y poseedor de ira ideológica, un tipo de carácter impúdico. Se me antoja un ejemplo, la palabra arepera se escribe igual de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, conformación de letras y sílabas, se la aplico a la actitud incontrolada de semejante capicúa de la inmundicia personal, el tal Vélez.
Arrogante en vivo fue noticia el 13 de enero 2024, cuando el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa agradeció las palabras de apoyo recibidas tras la entrevista vía telefónica por la FM de RCN Colombia, en su espacio Vélez hizo preguntas tendenciosas a propósito de la actual crisis de Ecuador en cuanto a la seguridad de la nación, a las cuales Correa respondió sin temor ni disimulos sino exactos, "gracias por sus palabras pero no debemos justificarnos frente a un periodista mediocre y malcriado" le dijo Rafael Correa, agregando "si volviera a ocurrir volvería a reaccionar de igual forma, si hubiese escuchado todo lo que decía por teléfono porque no se entendía casi, lo habría puesto mucho antes en su lugar. Hay que perder el miedo a la prensa basura".
Lo sucedido da la vuelta en Latinoamérica y más allá, el periodista Luis Carlos Vélez entró en cólera ridícula, perdió los estribos e insultante gritó que, Correa estaría pescando en río revuelto para volver a postularse a la Presidencia de Ecuador y por eso ofrecía entrevistas. A este idiota razonamiento del comunicador social respondió enfático Correa "¿Cuál es el problema que tienen si yo quiero volver a ser candidato? ¿Cuál es el terror de eso?, imagínese las locuras suyas, yo no he pedido una sola entrevista, ustedes fueron los que me invitaron a esta".
El ofuscado comunicador bogotano enfiló calificativos contra el exmandatario ecuatoriano afirmando furioso "tenga cojones para responder", "no sea paranoico", "usted es un autócrata", "usted es un dictador", "usted tiene un problema mental" y lleno de ira el periodista de la derecha maltrecha expuso sus bajos argumentos, obvia evidencia de aquellos colegas neogranadinos o de cualquier lugar, comprometidos con presidentes adulantes a los gringos y en el caso colombiano, asociados a mafiosos.
Esa clase de comunicadores remiten al chiquero al periodismo profesional, son antiejemplo desinformativo que, el pueblo colombiano ha respondido por mayoría salvo excepciones, respaldando las políticas presidenciales del exguerrillero Petro, luchador contra el derroche de pesos en campañas electorales, utilizados con la malsana costumbre de liberales y conservadores compra conciencias electoreras y vendedores de la soberanía e independencia patria, demócrata representativos de politiquería en una nación donde pululan por décadas desplazados y han resultado asesinados o heridos, incluyendo niños, jóvenes, mujeres, hombres de cualquier edad, ancianas o ancianos, descomposición colombiana observada por el mundo desde hace más de siete décadas.
Nunca decían nada esos demócrata representativos pitiyankys antes de ser expulsados del poder mediante votos del pueblo eligiendo al exguerrillero, luchador contra la desgracia de saber que, Colombia es la productora número uno del mundo de las drogas, mientras EE UU es su receptor favorito, los gringos en su sociedad amoral y putrefacta son los primeros consumidores de estupefacientes en todo el globo terráqueo.
En Venezuela entretanto, en la misma fecha de enero 2024 y de acuerdo con datos de la Superintendencia Nacional Antidrogas, informamos la incautación en suelo venezolano de 52 toneladas de estupefacientes durante 11.756 procedimientos, reseña dada a conocer por la agencia española de noticias EFE, no precisamente medio favorable al gobierno venezolano, resaltaron desde Madrid un informe exacto e innegable en luchas permanentes contra los carteles de la droga de inspiración internacional, intentando copar a Venezuela, con insistencia en los barrios pobres.
En la problemática del narcotráfico, la inseguridad sembrada mediante grupos delincuenciales colombianos, mexicanos y estadounidenses enchufados para negocios del suministro y administración en el campo de las drogas, a repartir a troche y moche, diestra y siniestra, arriba y abajo, a esa sociedad estadounidense que, a la hora de la verdad conforma ciudadanos contaminados desde hace muchas décadas, en el envenenamiento a la niñez, pasando por tentaciones a universitarios y obreros o reclutando gente de toda edad.
Por algo sustantivo como la moral republicana del socialismo y del comunismo denunciantes mundiales, en el caso de Venezuela el bolivarianismo antiimperialista poderoso en su identidad nacional y en Colombia gracias al voto popular respaldando la victoria de Gustavo Petro, además su desempeño desde la jefatura del Estado, permite que, vayamos liberándonos de la peligrosa delincuencia organizada estupefaciente en ambos países, al revés del día a día de EEUU. Nuestra vanguardia socialista se viste de honestidad venciendo al capitalismo salvaje, practicado por comunicadores sociales o de cualquier profesión u oficio en esta Venezuela comprensiva, potencia bolivariana antiimperialista, o donde la moral republicana nos identifique.
