El siglo XX, como ningún otro siglo, podemos caracterizarlo; por un lado, por la cristalización de los grandes inventos que se gestaban con significativa fuerza durante el siglo XIX. Por otro, los desarrollos tecnológicos y científicos con que se desarrollaban los hechos de horror y degradación humana sin precedentes históricos, tanto por su magnitud como por su intensidad. Hechos que negaban toda racionalidad forjada a lo largo de la historia del hombre.
El clímax del proceso de horror lo representó el nazismo con su industria de muerte que llevó al sacrificio a más de 6 millones de judíos asesinados. Desde otro ámbito del terror de ese siglo, las explosiones atómicas que arrasaron a poblaciones enteras, produciendo la muerte de manera inmediata y a largo plazo (aún hoy manifiestas) como consecuencia de las radiaciones.
Estos hechos han partido la historia en un antes y un después, con lo cual nuestro mundo ya no es el mismo, quedando signado por la emergencia del Totalitarismo. Hechos que dejaron perpleja la humanidad, de donde emerge la pregunta: ¿Cómo ha sucedido lo que ha sucedido? ¿Cómo explicarse lo que ha pasado y hemos vivido?
Hannah Arendt, judía alemana que vivió en el período de gestación de los hechos y el estallido de los acontecimientos, se hace la misma pregunta. Su obra política-filosófica es un intento de respuesta a esas preguntas.
El presente artículo da continuidad al acercamiento que hemos iniciado, en ensayo anterior, en torno a la obra de la escritora judío-alemana-norteamericana, Hannah Arendt. La temática por abordar será el fenómeno del Totalitarismo.
1. La autora y su obra.
La autora es una de las destacadas escritoras que ha reflexionado ampliamente sobre el tema. Publicó su obra, "Los Orígenes del totalitarismo" ([i]) en 1951. Su análisis busca comprender el fenómeno y sus repercusiones, tanto históricas, como políticas-filosóficas)
Es una obra escrita bajo la conmoción existencial que produjo en el ser de la autora el impacto de los hechos. Cuestión que se manifiesta en sus escritos y en su reflexión. Lejos esta de ser un "análisis distanciado" con pretensiones academicistas. Al contrario, es la reflexión de aquel que vivió de cerca los hechos y sus consecuencias; más no por ello los escritos no dejan de tener el rigor intelectual y filosófico (podemos decir también del científico) del que busca comprender la historia y sus desenlaces.
En el primer volumen (el antisemitismo) encontramos, además del prólogo al capítulo específico, el prólogo dedicado a la primera edición norteamericana. Prólogo sintético que podemos leer como el "Prólogo General de la obra" escrito en 1950. ([ii])
Como prólogo, más que un preámbulo a un amplio ensayo, es una especie de manifiesto existencial frente a un mundo que ha llegado a un punto de inflexión en su bancarrota. Las frases contenidas en el son directas, desgarradoras; dichas sin tapujos; desnudan la realidad del mundo y al tipo de hombre que la ha configurado.
* "Dos guerras mundiales en una sólo generación…"
* "Ya no esperamos una eventual restauración del antiguo orden del mundo,…
* "… la masa de los 5 continentes arrojados a un caos producido por la violencia de las guerras y las revoluciones y por la creciente decadencia de todo lo que queda…"
* "… contemplamos el mismo fenómeno: expatriación en una escala sin precedentes y desarraigo en una profundidad asimismo sin precedentes"
* "El designio totalitario de conquista global y de dominación total ha sido el escape destructivo a todos los callejones sin salida"
La obra de la autora gira en torno al fenómeno del Totalitarismo y sus diversas manifestaciones. Sus reflexiones tienen un significativo impacto en el actual modo de pensar y hacer la política; así como en el carácter de los presupuestos filosóficos del actual que-hacer político.
Así pues, el totalitarismo, en tanto que temática abordada por la autora, va más allá del libro que lleva por título, precisamente, "Los orígenes del Totalitarismo", que cruza toda su obra, tanto de manera directa como de manera transversal.
Arendt es una de las destacadas autoras cuya reflexión en torno al tema es de profundidad tal que destaca entre los diversos estudios realizados hasta ahora. La obra se despliega a través de 719 páginas, distribuidas en tres volúmenes: Antisemitismo, Imperialismo y Totalitarismo.
2. Comprensión general de la expresión totalitarismo.
El totalitarismo como concepto es equivoco. Las ideas que comúnmente se tienen de él conducen a diferentes perspectivas de comprensión. Erróneamente se la hace homologar con tiranía. Por lo general hay movimientos y regímenes y tendencias ideológicas, que según sus políticas o prácticas se les denomina totalitarios porque su ejercicio atentan contra las libertades democráticas.
Es común encontrar que se asigna tal denominación a gobiernos cuya manifestación de poder frente a la sociedad es férrea y restringen las libertades democráticas. En muchos casos se entiende como sinónimos dictadura y totalitarismo; si bien ambos sistemas conceden un poder ilimitado a un líder se diferencian en los proyectos políticos que cada uno de ellos tiene o propone.
El sentido del término es nuevo, aún cuando en la antigüedad pueda encontrarse ejemplos de este tipo de regímenes. El totalitarismo tal y como hoy se le conoce hizo su aparición durante el siglo XX. Nace en el marco de la lucha política; más tarde será asimilado por la academia universitaria.
Quién por vez primera uso el termino; por supuesto, con un sentido distinto al que hoy se le da, fue el dictador italiano Benito Mussolini (1883-1945) que llamo a su doctrina fascista. Su eslogan era:"Todo en el Estado, todo para el Estado. Nada fuera del Estado, nada contra el Estado".
Podemos decir, de manera general, que el totalitarismo es una forma específica de dictadura. Una forma particular de organización del Estado con énfasis rigurosos de administración y control férreo en lo territorial, la población, la justicia y los poderes públicos. El totalitarismo es pues, incompatible con la democracia. Estudiosos del tema fueron, entre otros, Jacques Maritain /1882-1973); Max Hokheines (1895-1973) y la escuela de Franforurd; Hannah Arendt (1906-1975), entre otros.
Podemos enunciar algunas características generales de totalitarismo, como aproximación a su concepto:
1. Es una concepción dictatorial del Estado, por tanto de su gestión. 2. Suele dirigir un líder carismático con demasiado poder y prolongado tiempo en su dominio y control. 3. Suelen gobernar por un partido único. 4 Establecen procesos crueles y peligrosos de ingeniería social. 5. Mantienen permanentemente la censura como el control social, así como el procedimiento de expropiaciones de bienes. 6. El irrespeto a los derechos humanos es una constante. 7. En nombre de la justicia, soberanía o del partido, pueden cometer crímenes, justificados en la protección del Estado.
3. Hannah Arendt, una visión del totalitarismo.
La reflexión de Hannah Arendt sobre el totalitarismo parte de su experiencia vital, en tanto que judía. En sus años de escuela recibió de su madre la orientación de "si era atacada como judía, debía defenderse como judía"; cuestión que revela el clima vivido por esa comunidad en la Alemania de principios del siglo XX. Durante esos años se sabe perteneciente a una comunidad judía, más no era lo suficiente consciente de lo que ello implicaba para su realidad personal, social y política.
Sus años de formación la llevan por los senderos del pensamiento filosófico, en los cuales se destaca; tanto en sus estudios como en las relaciones intelectuales y el universo cultural en general del cual formó parte.
El contexto donde se va desarrollando y que forma parte de su entorno, está conformado por intelectuales reconocidos que luego serán referencias como investigadores y filósofos de Universidades alemanas.
Según algunos biógrafos, su interés por su personalidad judía es tardío. Vivió el período donde se agudiza la represión y persecución a los judíos. Esa realidad la impulsa a trabajar en defensa de la población judía, colaborando con varias organizaciones que buscan resistir como judíos ante la represión del Estado.
El hecho de ser perseguida y expulsada de su país, hechos que suceden hacia el año 1932-1933 con el desarrollo del nazismo y el ascenso al poder de Hitler, hacen que se radicalice su conciencia de judía.
El hecho definitivo que marca su consciencia y su condición de judía es la expulsión del país en 1933 y más tarde, en 1937, cuando se le retira la nacionalidad alemana convirtiéndose en una apátrida, obligada a cruzar los caminos del destierro convertida en refugiada, llegando a EE.UU, donde consigue la nacionalidad norteamericana 14 años después (1951).
En su periplo de apátrida lucha, reflexiona y escribe sobre la condición de los judíos, buscando explicación de los hechos que dolorosamente marcan al mundo europeo en general y el alemán en particular. Busca afanosamente explicación al hecho de la aparición de ese fenómeno del poder que caracterizó como totalitario. De allí la obra que escribe y edita en 1951: "Los orígenes del Totalitarismo"
4. De los primeros escritos políticos.
La década del 20 se manifiesta en "crescendo" la reacción anti-judía que se agudiza tras el desarrollo del nazismo en Alemania. Este período es abordado como actividad militante y de escritora de Hannah Arendt frente a la segregación y la represión a los judíos. Este contexto de lucha es el que marca la reflexión de la autora y por tanto sus escritos, tanto de artículos de revistas y prensa, como la obra escrita.
Para 1929 está trabajando en "La vida de una Judía", libro que concluirá en los EE.UU. Del mismo modo, el libro "La tradición oculta" recogerá escritos de 1932 y 1945, que se publicaron en 1948.
Estos trabajos realizados en el marco de la actividad militante y la reflexión política, podemos caracterizarlos como precedentes a su reflexión de conjunto en torno al fenómeno del totalitarismo recogido en su obra de 1951. Así pues, la reflexión de Arendt gira en torno a la defensa que como judía debía hacer la comunidad, tal y como su madre se lo indicara en su período de niña cuando iba a la escuela.
La autora escribe en el ámbito del ensayo. Es importante tomar en consideración que su reacción y reflexión no es reactiva. En sus escritos se manifiesta la postura del que busca el sentido de comprensión de la totalidad del hecho político y universal de la cuestión histórica que estaba viviendo la comunidad judía. El Paria y el advenedizo, serán categorías desde la cual reflexiona. Otros autores, como Max Weber también lo hacían.
5. Génesis de la obra
La experiencia vivida por el desarrollo del hecho totalitario generó un amplio movimiento de desplazados judíos, cuya consecuencia política era la pérdida de sus derechos ciudadanos, de su ser ciudadano. El caso de los apátridas se hizo un hecho social general, hecho que fue adquiriendo una relevancia hasta entonces desconocida. Arendt reflexiona sobre esta experiencia de la masa de pobladores. Comprende que ha ocurrido un cambio político-social radical con la situación vivida por la población.
Tradicionalmente se entendía que el refugiado era una persona que debía salir de un país a otro que le brindaba protección, a causa de sus ideas o por sus acciones políticas, perdiendo así todos sus derechos civiles y políticos. Ahora la cuestión había cambiado radicalmente, el refugiado ahora lo representaban personas en masa que estaban obligadas a salir de los países por ser quienes son, por su identidad y no por profesar ideas o realizar determinados actos políticos.
La búsqueda de respuesta al fenómeno histórico, al que se enfrenta la autora, le lleva a comprender que los hechos indican que se ha ido más allá de la expresión de políticas clásicas de una dictadura. Que se está en presencia de un fenómeno más complejo que lleva a un nuevo estadio histórico que trasciende las formas tradicionales de las manifestaciones del poder. De ese análisis emergerá una respuesta que se plasmará en "Los orígenes del Totalitarismo".
Los estudios en torno a las diversas cuestiones vividas por el pueblo judío no quedan, dada la reflexión de la autora, sólo en el marco histórico o sociológico del fenómeno. Comprende que lo descubierto en la experiencia del nazismo se torna un problema general que dejo de ser materia exclusiva del pueblo judío, que el hecho puede ocurrirle a cualquier otro pueblo o comunidad humana. Este fenómeno le hace plantear que esta frente a un complejo problema que implica la teoría política.
6. Evolución y repercusiones de la obra
Según vemos este primer período de lucha y escritura desemboca en un segundo momento, si podemos decir así, que va a complementarse o es punto de partida para constituir el planteamiento general que la autora hace sobre el totalitarismo.
"Los orígenes del totalitarismo" es una obra que ha recibido muchas críticas, que ha sido sometida al juicio de críticos, especialistas y políticos. Como queda dicho, la obra consta de tres grandes partes que conforman los volúmenes: Antisemitismo, Imperialismo y Totalitarismo.
A partir de su primera edición fue retocada, ampliada y revisada en dos oportunidades. La reflexión posterior de la autora. en torno a diversos temas de la temática, continuaron en otros trabajos; unos como productos subyacentes en los planteamientos del libro, otros como clarificación y respuestas a la crítica.
7. "Los orígenes del totalitarismo".
7.1. Primer volumen, Antisemitismo.
La autora reflexiona en torno al antisemitismo durante los siglos XVIII y XIX. Encuentra como explicación la relación establecida por los judíos con la Nación-Estado, donde actuaron como prestamistas. Este papel lo perdieron en el período anterior a la primera guerra y por tanto no pasaron a ser factor integrante del proceso capitalista imperialista que se estaba consolidando. Vivían además la consecuencia que como pueblo se encontraban alejados de sus propias tradiciones. En general fueron vistos como gente con dinero pero que no representaban ningún poder; por supuesto, se entiende que se refiere a los sectores pudientes de los judíos ya que sectores populares y marginales también hacían parte de la comunidad judía.
Otro aspecto fue el proceso de asimilación que como pueblo judío vivieron. La sociedad no admitió a los judíos en general, sino a sus personajes excepcionales: Artista, intelectuales gente adinerada; cuestión que llevó al pueblo a estar dividido en parias y advenedizos.
Los judíos provenían de una tradición que carecía de conciencia política; por tanto, no supieron ver la tensión creciente que operaba entre el Estado y la Sociedad. No supieron ser conscientes de las circunstancias que le convirtieron en el centro del conflicto alemán.
En este proceso de asimilación el pueblo judío perdió el sentido de judaísmo; es decir, del contenido que le daba categoría de pueblo con su religión, y apareció la judeidad, como manifestación de un conglomerado o masa así identificada como característica principal. La respuesta que encontraron los judíos de la sociedad que habitaron fue el anti-semitismo de la última parte del siglo XIX.
7.2. Segundo volumen, Imperialismo.
La autora señala tres ejes sobre los cuales se vertebra y justifica el modelo imperialista de dominación: La raza, donde se establece la diferencia del mundo en base a razas superiores y razas inferiores. El beneficio a cualquier costo como motor de la producción capitalista. La búsqueda de la felicidad que lleva a la expansión por la expansión del capital y el poder.
El período de irrupción imperialista se da a finales del siglo XIX y comienzos del XX. El mundo se caracterizaba por un paz europea, los frutos de la rebatiña del África, el desarrollo del control en Asía, el surgimiento del imperialismo norteamericano, luego, la aparición del imperialismo continental producto de la caída del imperio Astro-Húngaro tras la primera guerra y el surgimiento de los Pan-movimientos.([iii])
Destacamos algunos elementos que definen el imperialismo según la autora:
La definición de realidad política, desde el concepto de raza, ataca de plano la idea de democracia e incrementa la dificultad conquistar la igualdad.
La sociedad de masas (la chusma en el lenguaje de la autora) despersonalizada, manipulada, sumida en la irresponsabilidad social y política, que carece de rasgos distintivos puede generar un fuerte despotismo.
El poder del Imperialismo lleva a la idea que el valor del ser humano es el precio que pone el comprador.
El poder es el dominio acumulado sobre la opinión pública lo que le permite fijar los precios, convirtiéndose así en el deseo fundamental de todo ser humano.
Una filosofía política. Todos los seres humanos son iguales en su aspiración al poder, porque todos son igualmente capaces de matar al otro.
El estado aparece por la delegación del poder y detenta el monopolio de la capacidad de matar, lo que ofrece la seguridad de la ley.
La sociedad hace que el individuo se centre en su vida privada y se relaciona con los otros mediante la competencia, de la que quedan excluidos los desgraciados y fracasados que no tienen nada que ver con la seguridad del Estado que no se ocupa de ellos. Son los que están "al margen"
Esta noción de poder y la política suponen una ruptura con la tradición occidental que considera fundamental el derecho y la libertad y la sustituye por la relación de poder que es siempre inestable y da lugar a una progresión infinita. La expansión lo es todo.
La teoría de progreso está profundamente vinculada al imperialismo.
Desde el siglo XIX se percibe la decadencia del género humano. La liquidación es la forma más radical de dominio del poder.
7.3. Tercer volumen, Totalitarismo.
La autora plantea, como esencia del totalitarismo las siguientes premisas: La alianza del "populacho" y las élites. El papel de la propaganda. El modelo organizativo totalitario de organizar el Estado. La importancia dada a la policía política secreta. Todos estos elementos en su conjunto dan la dominación total, representando la esencia del poder totalitario.([iv])
Arendt caracteriza tanto al nazismo como al estalinismo como dos modelos de totalitarismo de diferente orden ideológico.
Algunos autores plantean que por ese hecho el libro pierde coherencia o unidad. En este sentido la obra muestra deficiencia dado que no responde para hacer explicar el estalinismo, según esos autores.
La autora, según algunos biógrafos, fue consciente de esa carencia que trato de subsanar emprendiendo estudios sobre el pensamiento de Marx. El trabajo no fue concluido, quedando algunos textos en torno a Marx y el pensamiento occidental. ([v])
Señalamos algunos de los elemento manejados por la autora en torno a la perspectiva totalitaria.
La sociedad totalitaria es una sociedad enmarcada por la carencia de intereses comunes. Como forma de gobierno comienza con la destrucción de las clases constituyéndola en masa a través de la alianza entre populacho y élites conduce a una sociedad enmarcada por la ausencia de intereses comunes.
La organización totalitaria una vez establecida en el poder, adquiere la forma de una cebolla cubierta por capas, cuyo rasgo característico es la multiplicación de organismos. Promueve la atomización, el fanatismo y la manipulación por parte de medios y propaganda. El objetivo buscado es la eliminación de la espontaneidad humana, estableciendo una geografía ideológica racial. Elimina la responsabilidad.
El lugar para la puesta en marcha y experimentación de tales ideas fueron los campos de concentración. En los campos de concentración los hombres dejaban de pertenecer al reino de los vivos para pasar a través del terror al olvido. Esta experiencia contiene la aparición más radical del mal. La dominación total.
La muerte de la persona jurídica, el asesinato de la persona moral, haciendo posible el martirio, convirtiendo la muerte en anónima, dividiendo la línea entre el asesino y la victima. La muerte de la individualidad mediante el sufrimiento físico destruye la espontaneidad, la capacidad de comenzar algo nuevo a partir de sus propios recursos.
Quiere mediante el terror eliminar la pluralidad, y por ello promueve el aislamiento y la soledad. La destrucción de la esfera política de la vida humana y la desaparición de la vida privada. Un ser superfluo significa no pertenecer en absoluto al mundo.
8. Perspectiva Arendtiana frente al totalitarismo.
La perspectiva de mundo que proclama la autora, es todo lo contrario a lo que denuncia de la realidad que crea el totalitarismo.
Arendt proclama la apertura de un espacio cuya aparición esté garantizada por la natalidad. Con cada nacimiento nace un nuevo comienzo y surge la existencia de un nuevo mundo.
El análisis del totalitarismo de la autora pretende llevar a que se asuma una posición crítica frente al hecho totalitario y lleve a la necesidad de una reflexión política que destruya la idea de poder con referente a la violencia.
La idea del poder Aredtianiano está fundamentado en la formación de una voluntad común adaptada al entendimiento. Dicho de otra manera, el poder no es ejercer violencia sino que deriva de la capacidad humana de una acción en común.
La idea de democracia esta concebida bajo un espacio político en donde el poder no sea ejercido a través de la violencia sino todo lo contrario, siendo el fruto de una acción concertada.
La idea de poder es la coacción no coercitiva, sino la acción concertada. Para el caso que fuera necesario una acción institucional de regulación (no control) de las ideas, había que establecer un espacio público que garantice la igualdad política de todas las ideas, así como las otros ámbitos de libertad: derechos civiles, de las minorías, de los refugiados; así como asegurar la máxima del disentir.
En este sentido tendría que ser una sociedad democrática que asegura y favorece los debates, la asociación de los ciudadanos y el desarrollo de las diversas formas de acción común.
Notas:
[i] Hannah Arendt. Los orígenes del totalitarismo. V1/ V2/ V3/ Ed. Castellana: Alianza Editorial, S.A., Madrid, 1981, 1997, 1998, 2000. España.
[ii] Hannah Arendt. Los orígenes del totalitarismo. V1.Ed. Castellana: Alianza Editorial, S.A., Madrid, 2000. España. Pág. 11.
[iii] * En la introducción al capítulo 5 "La emancipación política de la burguesía", la autora caracteriza en una apretada síntesis el período de gestación, formalización y trasformación histórica que dará paso al mundo moderno tras el estallido de la segunda guerra mundial donde por vez primera se institucionaliza un orden mundial bajo el dominio de los grandes centros de poder imperial que dominan el mundo.
* Hannah Arendt. Los orígenes del totalitarismo. V3. Ed. Castellana: Alianza Editorial, S.A., Madrid, 2000. España. Pág. 205.
[iv] Hannah Arendt. Los orígenes del totalitarismo. V4.Ed. Castellana: Alianza Editorial, S.A., Madrid, 2000. España.
[v] Este aspecto es crítico. Forma parte del debate histórico como político-ideológico. Sin embargo, el análisis de Arendt respecto al Stlinismo y su homologación con prácticas realizadas por el nazismo no queda invalidada por la crítica. Es un aspecto que requiere de un análisis más amplio que desborda los límites del presente trabajo.