Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
*/Como lo indican los resultados de la elección, los miembros del parlamento de extrema derecha consiguieron una parte considerable del Parlamento Europeo. ¿Si Ursula von der Leyden es reelegida luchará contra ellos o acomodará sus ideas?/*
La Unión Europea ha experimentado recientemente un cambio monumental. Luego de años de fallidas políticas migratorias, cosa que ha producido un gran número de miembros de extrema derecha entre los estados miembros más poderosos del Parlamento Europeo. Es un tanto prematuro para decir si esto producirá un cambio excesivo en la política de toma decisiones en los altos niveles, pero ciertamente el Parlamento Europeo mismo posiblemente por la primerísima vez será un lugar interesante como ahora que una cuarta parte del total de los 750 miembros provienen de agrupaciones de extrema derecha.
Tradicionalmente, la mayoría de las personas que votaban en las elecciones eran firmes seguidores del proyecto y de la ética de una Europa unificada mediante una política de libre transporte de bienes, servicios y personas y para muchos una sola divisa. Los pocos que votaron en contra los partidos principales –bloque principal constituido por demócrata cristianos y socialistas—eran aquellos que querían emplear su voto como un gesto de tirar algo para enviar una señal a sus propias oligarquías en el sentido que ellos desean un cambio. Ese voto de protesta en el pasado siempre fue muy pequeño ya que las elites de la Unión Europea en Bruselas siempre se beneficiaron de un sistema electoral inclinado a su favor. Pero ahora ya no.
El Parlamento Europeo que la mayoría de los escépticos consideraban que era una asamblea falsa cuyo único y verdadero rol era el de sellar proyectos de ley provenientes del Consejo Europeo, pudiera ahora repentinamente tornarse
relevante para todo el proyecto. Durante los últimos cinco años ha habido solo dos miembros irlandeses asumiendo el puesto y abordar de frente a la Comisión Europea sobre el genocidio en Gaza y su falsa guerra en Ucrania. Pero ahora, algo como 180 miembros van a emplear sus dos minutos de oratoria para abordar a la comisión sobre su fallida política exterior, migratoria y de acuerdos comerciales con China, por ejemplo. La guerra de Ucrania podría ser un tema central lo cual podría ser una espina en el costado de la Comisión Europea y su jefa –quien quiera que sea—que a pesar que apoye las declaraciones del grupo demócrata cristiano en el Parlamento Europeo no es seguro que Ursula von der Leyden regrese como jefa de la Comisión.
Si tiene éxito y se queda como Presidenta de la Unión Europea, tendrá momentos duros en las sesiones de la Plenaria Parlamentaria ya que los países más grandes de Europa –que contribuyen la mayor parte del presupuesto de la UE— han elegido los puestos más hacia la derecha. El Rassemblement National de Marine Le Pen alcanzó la más decisiva victoria obteniendo treinta de los 81 asientos del país y más del doble de los votos del partido Renew del Presidente Emmanuel Macron. Esa masacre política forzó a Macron a plantear una elección relámpago. El partido de la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, Hermanos de Italia, obtuvo 24 asientos y aumentó su participación en el voto nacional y el partido Alternativa para Alemania (AfD) llegó segundo en Alemania y controló quince asientos. Actualmente el AfD no tiene una agrupación pan europea donde alinearse e invitar a otros a unírsele bajo las normas de la UE y beneficiarse de las enormes cantidades de dinero provenientes del parlamento de la UE ya que fue expulsado de una de las dos "agrupaciones" por temores que se promoviera así mismo e invitara a otros a unírsele. En el Parlamento Europeo tanto los miembros de extrema derecha de Francia como de Italia están en diferentes agrupaciones, pero en la realidad, cuando se trata de votar de seguro que habrá una política unitaria en la mayoría de los temas lo cual les brindará una fuerza en la Comisión Europea que nunca hemos visto antes en la breve historia de la Unión Europea.
Es importante notar que los partidos de extrema derecha también coparon las encuestas en Austria y Hungría, también con importantes avances en España y Chipre. Todos estos países tienen algo en común: graves problemas de migración que ninguna de las principales agrupaciones políticas actuales, como tampoco la Unión Europea han asumido.
Pero el verdadero problema es el de la identidad y la supervivencia de la misma Unión Europea ya que esta restructuración con certeza va amenazar la estructura tradicional del poder. Ursula von der Leyden representa a la vieja guardia y todo lo que es negativo en la Unión Europea: engañada, enfoques fuera de época dirigidos por elitistas que creen que la única solución para el problema del poder de la UE es
abarcar más. A diferencia del presidente Macron quien sabiamente declaró a la prensa que los votos de la extrema derecha son un mensaje que él está escuchando, las declaraciones de la von der Leyden fueron más bien de luchar contra la nueva amenaza.
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