• La Monarquía y la policía inglesa, arremeten contra los comanditos de ultra derecha que hoy desestabilizan a la comarca británica. Reprimen, detienen y lanzan bombas lacrimógenas, pero piden manos de seda para los que aquí, apoyados por ellos, en Venezuela, intentan un golpe de Estado.

Pero ¿Quién lo iba a creer? En la propia Monarquía Inglesa, los que le robaron el Oro al pueblo venezolano, depositado en su "honesta" banca, tienen ahora un zaperoco, digno, de los que ellos promueven en otros países, para en el marco de la confusión y caos que crean apoderarse de sus recursos.

La Monarquía está enfurecida, se halan los pelos, tratan de ocultar la caca, a como dé lugar. No puede ser, se dicen, que en nuestra comarca, se parezca a lo que ellos denominan "Tercer Mundo".

Ha sido tal el revuelo, que la mediática internacional no ha podido ocultarlo, pero lo hemos visto:

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha condenado los disturbios violentos de la extrema derecha en varias ciudades británicas y ha prometido llevar "rápido" ante la Justicia a sus responsables.

Como pueden apreciar, en la doble Moral Inglesa, la misma que existe entre sus hijos, los estadounidenses, ha salido a flote. Acusan, de los disturbios violentos a la extrema derecha.

Ajá, porque para ellos, la extrema derecha inglesa, son los malos, pero la extrema derecha en Venezuela, son buenos y se le deben proteger sus derechos humanos, es decir, hablando en criollo, la virulencia demencial de aquí es apenas una malcriadez.

Allá, en la comarca, los manifestantes, atentaron contra funcionarios policiales, contra mezquitas, tiendas y oficinas gubernamentales y vehículos, es decir son malos.

Pero aquí, donde la ultra derecha atentó contra funcionarios de seguridad, símbolos patrios y religiosos, contra el almacenamiento de alimentos, contra escuelas, parques y centros culturales, es buena y debe respetárseles sus derechos humanos.

Y como ha actuado la "prudente y respetuosa", policía inglesa, pues, a Rolo y Tolete: deteniendo a centenares de súbditos, lanzándoles bombas lacrimógenas y al Ministro Británico Keir Starmer, como cualquier "tercermundista", prometiendo: "llevar rápido ante la Justicia a sus responsables", léase, los malos de allá.

Oficialmente, cual ha sido el origen de la marabunta inglesa: "El primer ministro británico ha convocado una reunión de emergencia por los disturbios tras un bulo difundido por la ultraderecha que responsabilizó a un migrante de la muerte de tres niñas"

Es decir, y esto lo tenían también muy bien escondido, allí en Inglaterra hay una violencia soterrada, que sus medios internos y aliados de la mediática internacional ocultan, pero como la verdad es terca, siempre aparece y da la cara.

Los organismos de seguridad en la Monarquía Inglesa reprimen, detienen, pero eso es normal para poner el orden, deben restablecer la tranquilidad ciudadana. Pero cuando los organismos de seguridad en Venezuela, actuar para restablecer la paz, que está siendo violentada por la ultra derecha en nuestro país, son represivos y violan los derechos humanos.

Cuan hipócritas son, en todo sentido, fíjense que para justificar el robo que hicieron del Oros patrimonio de todos los venezolanos, llegaron incluso a fundamentarse en un títere que se auto proclamó como presidente de Venezuela, el cual se encuentra actualmente en el basurero norteamericano, esperando que le den nuevas órdenes contra su propio país.

En estos momentos, por ejemplo, la ultra derecha venezolana, ha difundido lo que ellos llaman un "bulo", es decir una mentira, han declarado Fraude, una manera típica de ellos, para no admitir las derrotas. ¿Y cómo ha actuado la Monarquía Inglesa frente a ese "bulo"?. Sencillamente, lo han apoyado. Porque para ellos, en su doble moral, hay bulos buenos y bulos malos. Los malos, los que se difunden en su reinado y los buenos, los que elaboran sus aliados de la ultra derecha en otros países, asesorados por la Monarquía Inglesa, Estados Unidos y sus aliados de Europa. De Hipócritas está lleno el mundo. La hipocresía es el colmo de todas las maldades. (Moliére)