¿Derrotará el viejo Trump a la más joven Harris?

Hay que indicar que ambos candidatos, Trump y Harris, representan el imperialismo desde distintos puntos de vista o posiciones. Ambos priorizan los intereses de su país por encima de cualquier otro o cualquier grupo social, exceptuando claro a los judíos que son la clase dominante en ese país.

Sin embargo simbolizan visiones opuestas para el futuro imperialista de los estados unidos, lo cual se refleja en posiciones que a lo mejor para nosotros son imperceptibles, pero que allá son muy sentidas. Trump es visto como un hombre de derecha y Harris de izquierda. Si de izquierda o lo que allá consideran izquierda.

La paz no está considerada en ninguna de las propuestas.

Trump es conocido por su enfoque en políticas conservadoras. Durante su presidencia y campaña, ha enfatizado temas como la reducción de impuestos, la desregulación, la seguridad fronteriza, el nacionalismo económico y una postura dura frente a la inmigración. También ha promovido una política exterior centrada en "América Primero", lo que implica priorizar los intereses estadounidenses en el ámbito internacional. Venezuela sufrió los ataques y desmanes de su gobierno como también está sufriendo los de Biden.

Así que Harris, es vista como más progresista incluyendo en su programa la defensa de los derechos civiles, la reforma del sistema de justicia penal, el acceso a la atención médica, la lucha contra el cambio climático y la promoción de políticas de igualdad de género y racial. También ha abogado por una política de inmigración más humanitaria y por la expansión de programas sociales.

Ninguno ha planteado respetar la libre determinación de Venezuela, su independencia al desarrollo y a un comercio internacional libre y sin acosos.

Sin embargo se observa una dicotomía generacional entre Donald Trump y Kamala Harris. Trump, como figura emblemática del Partido Republicano, es parte de una generación más vieja y mayor y ha sido asociado con políticas y perspectivas que muchos jóvenes consideran anacrónicas. Su enfoque a menudo resuena con un electorado más conservador y maduro.

Por otro lado, Kamala Harris, representa a una generación más joven en comparación con Trump. Ella ha abogado por políticas progresistas que abordan preocupaciones contemporáneas como el cambio climático, la igualdad racial, los derechos de las mujeres y otros temas que son prioritarios para muchos votantes jóvenes de los Estados Unidos.

Se considera que esta diferenciación generacional puede influir en la retórica de campaña y en cómo cada candidato se dirige a distintos segmentos del electorado. Parece que su juventud esta receptiva a cambios sociales y políticos drásticos, mientras que un segmento del electorado más viejo puede preferir la estabilidad que figuras como Trump podrían ofrecer.

En general, la representación generacional es un factor importante en su contexto electoral actual; las elecciones no solo son una lucha política sino también un reflejo de las aspiraciones y preocupaciones divergentes entre diferentes grupos etarios. Las dinámicas entre estas generaciones aportan a una narrativa electoral más amplia sobre el futuro del país, aunque no están incluidas temas que los revolucionarios no soslayarían como son la desigualdad social y económica, el racismo, la violencia, la explotación de los trabajadores o Estados Unidos solo para los millonarios.

La narrativa que maneja Donald Trump es interpretada como una confrontación generacional, donde las posturas del expresidente representan no solo una ideología política, sino también un estilo de liderazgo que muchos jóvenes consideran obsoleto o contraproducente para las contradicciones actuales. . Su retórica polarizadora y sus políticas restrictivas a menudo resuenan con un electorado más mayor, lo que ha llevado a percepciones de que está desconectado de las realidades y aspiraciones de las nuevas generaciones.

Las encuestas han mostrado consistentemente que los jóvenes votantes tienden a favorecer candidatos demócratas y progresistas. Esta brecha generacional se ha manifestado en movilizaciones masivas durante eventos como las marchas por el clima o las protestas por la justicia racial tras la muerte de George Floyd. Estos movimientos han sido impulsados en gran medida por un electorado joven que busca un cambio significativo frente al statu quo.

Además, el uso de plataformas digitales por parte de la juventud para organizarse y hacer campaña resulta clave hoy. Las redes sociales han capacitado a los votantes más jóvenes para contrarrestar narrativas tradicionales y elevar sus voces contra figuras como Trump. Así, la elección se presenta no solo como un debate político sino también como una lucha cultural entre visiones del futuro: una alineada con lo establecido y otra abogando por un cambio diferente e inclusivo.

Desde mi lejano punto de vista creo que el señor mayor Trump no podrá derrotar a la Harris, quien desde que se lanzó o fue lanzada al ruedo ha demostrado la capacidad de movimiento necesaria en la política. Para Venezuela con cualquiera que gane le irá mal, pues ellos no nos reconocen como país, sino que somos un obstáculo en sus políticas de dominio mundial y realizaran todos los esfuerzos para destruirnos y apoderarse limpiamente de nuestro petróleo.



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Oscar Rodríguez E


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