El avance científico y tecnológico está alcanzando un uso tan intensivo del conocimiento y capital que su conversión en productos industriales y de consumo requiere una inversión tan considerable que muy pocos países, aun los más ricos, tienen la posibilidad de utilizarlos, requiriéndose para ello dos condiciones en ese caso ineludibles como son la participación activa del estado en diferentes formas y la alianza entre varios países industrializados para establecer nuevas industrias.
Es conocido que en el área de informática y comunicación por ejemplo, se cumplen estas condiciones de tal manera que una nueva fábrica de chips para informática requiere por ahora, una inversión mínima de unos 25.000 millones de dólares, solamente para el establecimiento y equipamiento de la planta física. Después vienen los costos de funcionamiento y del conocimiento.
Estas cifras de inversión no pueden ser fácilmente alcanzadas, así Alemania que planea una nueva fábrica de chips, debieron solicitar los empresarios al estado unos 5.000 millones de dólares para su establecimiento.
Pero la informática no es la única área de desarrollo descollante actualmente, sino que en todas las esferas del conocimiento se están dando avances que pueden aprovecharse ya que no requieren una inversión tan elevada y que pueden ser abordadas por países con un nivel más bajo de desarrollo, insertándose en una parte de la cadena de producción científica o en los servicios que esta ofrece. Una de esas áreas es la salud, que ofrece oportunidades de desarrollo de servicios de calidad que pueden ser un buen referente para todos, de lograr cierta excelencia en ello. Claro contando con un buen soporte técnico científico.
Así encontramos que existen diferentes medicamentos y compuestos que se han estudiado por sus efectos en la longevidad y en el envejecimiento y que la gente tiende a consumirlos, ya que inicialmente su indicación ha sido para otro tipo de dolencias. Entre ellos encontramos, la Metformina, para la diabetes pero que se ha investigado su capacidad para aumentar la longevidad y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, la Rapamicina que también se ha estudiado por sus efectos en la longevidad y en la prevención de enfermedades relacionadas con la edad. También parece que es prometedor el Resveratrol que se encuentra en el vino tinto y en algunas frutas y la coenzima NAD+ molécula crucial para la salud celular y su déficit se asocia con el envejecimiento.
Estas son algunas de las nuevas medicinas más conocidas en un área que se encuentra en las primeras etapas de investigación por lo que ofrece la oportunidad de crear un Centro Científico Anti edad en nuestro país para incorporar a nuevos investigadores a esta área prometedora e incluir servicios de atención a las personas maduras para un control normal de su proceso de envejecimiento, para su aplicación médica y científica y donde puedan obtener atención y buena información con recomendaciones personalizadas.
En el país con cierta regularidad se informa la creación de nuevas universidades, por lo que creo que un centro de este tipo sería oportuno en muchas de las regiones del país, pareciéndome a mí que San Juan de los Morros, con su Universidad Rómulo Gallegos, con el apoyo de la gobernación y del Ministerio de Ciencia y Tecnología presenta condiciones idóneas para su establecimiento en esa ciudad llanera, lo que tendría un importante impacto local y regional.
