Reportes especiales que nos llegan al portal ENSARTAOS, revelan la firme determinación de los gringos de pasar a una etapa más peligrosa en su confrontación con Venezuela: SENCILLAMENTE ELIMINAR AL PRESIDENTE MADURO. Para ello han montado un plan múltiple de ataques, que comprenden: a) involucración de francotiradores desde posiciones claves cada vez que el Presidente emprenda giras, participe en marchas o concentraciones; b) la colocación de artefacto explosivo cuando se traslade a un evento; c) la artera acción directa de un pistolero que logre llegarle cerca; d) contaminarlo, tal como lo hicieron con el Comandante Chávez; E) tratar de comprar con mucho dinero a altos oficiales o a cualquier personaje de su entorno. No es para volvernos paranoicos, pero hay que incrementar los trabajos de inteligencia en todos los niveles de sus movimientos. Del tipo que menos se espere una artera puñalada, puede saltar la liebre, OJO! El caso más clarísimo lo tenemos en Tareck El Aissami, 25 años en altos cargos y manteniendo a la vez contacto con enemigos mortales de nuestra revolución…

De hecho, éstos ya vienen siendo planes, puestos en marcha desde hace años, pero ahora refinados e intensificados a raíz del hecho de que nuestro Presidente ha venido mostrando una posición irreductible: no ceder en un ápice ante las presiones, emboscadas, acciones geoestratégicas para una invasión, amenazas, guerras económicas, asedios, bloqueos, sanciones, precios a su cabeza, "diálogos", "acuerdos", "ofertas a una pacífica transición"…

Un hecho clave en la determinación de EE UU para SALIR DEL PRESIDENTE MADURO, se encuentra en esa "formalidad ejemplar DE SUS DECISIONES (consideradas INFALIBLES DESDE SU ESTADO PROFUNDO)", y que consiste en eliminar, sin ambages, a cualquier gobernante o político que ponga en grave peligro sus intereses económicos y geopolíticos en América Latina, su PATIO TRASERO. Es así como pudimos constatar, en las últimas semanas, que a raíz de la victoria de Maduro, de ipso facto han comenzado a asumir roles extraños con relación a Venezuela, los presidentes de Brasil y Colombia (supuestamente gobernantes de izquierda).

Es necesario darse cuenta de cómo sí funciona el poder de la amenaza, del exterminio sin contemplaciones por parte de la CIA, el que suele aplicar el Departamento de Estados norteamericano, por lo que con una simple llamada desde Washington de inmediato, entonces, el mismo viernes 23 de agosto, salieron a alinearse contra Venezuela, los gobiernos de Chile, Argentina, Perú, Uruguay, Paraguay, República Dominicana, Guatemala, Ecuador, Costa Rica y Panamá. Todos estos gobernantes saben muy bien lo costos impresionantes que implican para cualquiera de ellos desafiar las órdenes de Estados Unidos. Ellos conocen muy bien lo que les ha sucedido a una enorme sucesión de mandatarios o revolucionarios como: Gadafi, Sadam Hussein, Cipriano Castro, Isaías Medina Angarita, Carlos Delgado Chalbaud, Domingo Perón, Jorge Eliecer Gaitán, Pancho Villa, Emiliano Zapata, Salvador Allende, Juan Bosch, Sandino, João Goulart, Juan Jacobo Árbenz, Manuel Zelaya, Hugo Chávez,…

La manera frontal e irreductible del Presidente Maduro, el hecho de venir repitiendo una y mil veces la sentencia del Che Guevara ("a los gringos no hay que creerles ni tantico así"), y hacerla una constante ante cualquier escenario nacional o internacional está colmando la paciencia de Estados Unidos. Porque todos los líderes que de alguna u otra manera llegaron por un segundo a confiarse tanto de los gringos como de los gobernantes de la Unión Europea, llegaron a ser horriblemente asesinados. Y asesinados se quedan, y los ejemplos más horrendos han sido Gadafi y Sadam Hussein. De modo, pues, Presidente Maduro, cuídese, no confíe en nadie, mire que Trotsky tuvo a su enemigo a su lado quien se hizo pasar por trotskista y acabó clavándole un piolet en la cabeza. Lo mismo le pasó al presidente mejicano Álvaro Obregón quien fue asesinado por un diabólico, fanático y enfurecido católico. El peor enemigo es el que actúa adentro de su círculo, mire que el demonio de Tareck El Aissami lo tuvo a usted a pata de mingo, y sus planes eran bien arteros y criminales.