La Unión Europea muere intoxicada de mentiras

El presupuesto de 79 millardos para gastos de defensa implica el abandono de las políticas de bienestar social que la caracterizaban. 79 millardos para defenderse de una hipotética agresión de Rusia que inventó su histérica dirigencia.

Para quienes leemos las noticias desde el 2014: está claro que fue el golpe de estado dado en Kiev por la OTAN coordinado en persona por la subsecretaria de estado norteamericano Victoria Nuland para derrocar al gobierno legítimo del Presidente Victor Yanukovich. La intención plausible del golpe de estado era el de incorporar Ucrania en la Unión Europea. Incorporar países de la antigua esfera de influencia de la Unión Soviética acordada en Yalta por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial a la Unión Europea antes de incluirlos en la OTAN era el procedimiento conocido para ir acercando la OTAN a las fronteras de Rusia. Desde el golpe del 2014 se inició en Ucrania una campaña para borrar en Ucrania la cultura y la lengua rusa, como paso previo para anexar a la OTAN que como es bien sabido era una alianza militar creada con el propósito de hacer la guerra a Rusia.

Por esos antecedentes ningún gobierno ruso iba a permitir la presencia de bases militares de la OTAN en sus fronteras. En 1945 fue la superioridad aérea de los anglosajones lo que impidió que el ejército soviético llegase a liberar París porque tenía una amplia superioridad en fuerzas terrestres sobre las fuerzas terrestres anglosajonas. La OTAN. Como consecuencia de eso en todas las guerras de agresión de la OTAN: Irak, Afganistán, Siria y Libia; las tropas de la OTAN han combatido contando gozando de apoyo aéreo superior. Eso hasta el año 2022

Por ese motivo su mayor inversión en armamento era una flota de portaaviones que permitiera proyectar la superioridad aérea en los 4 rincones del mundo.

A partir de los extraordinarios progresos de la misilística en Rusia, China e Irán en lo que va del siglo XXI que permiten alcanzar el territorio de la OTAN y derribar sus aviones Se perdió la ventaja de la superioridad aérea como quedó demostrado con la superioridad aérea de Rusia durante su operación militar especial en Ucrania. Esa intervención fue defensiva para impedir que el régimen rusofobo de Zelensky cometiera un genocidio de la población ucraniana de cultura rusa. Fue una intervención muy especial en la que Rusia no hizo una guerra verdadera y nunca bombardeó la población civil. La propaganda de la clase dirigente europea difundió la creencia de que Putin iba a invadir a Europa para desatar una rusofobia histérica irracional para preparar los ánimos para una invasión y descuartizamiento de la inmensa Federación Rusa. Algo que convenía solo a Washington para reemplazar a Rusia como proveedor de energía barata de la Unión Europea. Estados Unidos sabe bien que nunca podrá competir en los mercados de energía con su gas proveniente del fracking que es un proceso muy oneroso y necesitaba imponer a Europa un pretexto para que dejase de comprar gas ruso barato y lo reemplazará con gas norteamericano mucho más caro. Por eso las élites europeas, siempre vasallas de Washington se dedicaron a difundir mentiras infundadas sobre las intenciones de Vladimir Putin con su operación militar obligada en Ucrania.

Hay que ser muy crédulo para tragarse las patrañas de la Ursula Von der Leyen, Josef Borrell y el resto de la banda que constituye la Comisión Europea con sede en Bruselas, muy cerca del cuartel general de la OTAN. La Federación Rusa tiene más de 16 millones de km cuadrados de territorio y se extiende desde el Mar del Norte hasta el Mar del Japón, una extensión que atesora todos los recursos inimaginables. No encuentro una razón plausible para que se le sospeche de ambicionar aún más territorio. Es más probable que sea la OTAN, hecha de codiciosos imperios en decadencia, la que ambicione incautarse de los inmensos recursos de Rusia.

El tragarse sus propias mentiras es lo que está matando el ejemplo de bienestar social y alto nivel de vida que encarna la Unión Europea. El Vicepresidente de Estados Unidos Jimmy Vance expresó una opinión similar hace un par de semanas.



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Umberto Mazzei

Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Florencia (Italia ) y Profesor Emérito de Relaciones Económicas Internacionales del Instituto Sismondi de Ginebra (Suiza)

 umbertomazzei2@mail.com

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