En el contexto actual, el mundo es insostenible debido al conflicto económico que no da tregua por el viejo orden mundial que no termina de morir y el nuevo orden que no termina de nacer; en fin, es el reacomodo del sistema capitalista mundial. Hasta ahora la incertidumbre es la que predomina en medio de una economía global en guerra.
Desde que Donald Trump tomó posesión de su gobierno en EE.UU, su punta de lanza ha sido la imposición de aranceles y sanciones financieras, con el objetivo de fortalecer y favorecer a los productos nacionales en sectores no competitivos ante la competencia de los extranjeros. Sin embargo, esta idea proteccionista choca con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y las relaciones comerciales ya establecidas con países exportadores.
La Doctrina proteccionista de la administración de Trump, ha traído como consecuencias el aumento de la inflación en EEUU, en que los consumidores estadounidenses, tendrán que pagar precios más altos por productos importados que ahora en otras partes del mundo son más baratos.
Algunos comentaristas de medios televisivos y usuarios de las distintas redes sociales, afirman que Trump es un psicópata y disociado, pero, es valido en su acción política, él siempre se ha caracterizado por ser polémico y mediático, es lo que mejor sabe y dependiendo de las reacciones de sus adversarios y aliados cambia de posición y ataca como todo un emperador.
La consecuencias devastadoras que han dejado la guerra arancelaria impuesta por Donald Trump son las siguientes:
· El Nikkei de Japón cerró con una baja del 3.9 % y las acciones de Taiwán cayeron un 5.8 %, mientras que los mercados europeos abrieron con pérdidas.
· La bolsa de Nueva York regresó a terreno negativo con el anuncio de la Casa Blanca de más aranceles a China, que ascendieron a un insólito 104%. Todo esto después de la respuesta del gobierno chino cuando elevó al 84% los aranceles a productos estadounidenses importados.
· La Unión Europea aprobó un paquete de represalias a los aranceles anunciados por EEUU, golpeando productos estadounidenses por más de 22,000 millones de dólares.
Esta guerra ha dejado severas preocupaciones a las naciones desarrolladas, las cuales tienen que realizar recortes financieros para garantizar la estabilidad en medio del conflicto arancelario. Es evidente que muchos de los socios que estaban apegados a Washington busquen otros mercados que le garanticen una mejor estabilidad. Sin embargo, Trump, estratégicamente llama a sus aliados a reubicarse de inmediato en EEUU para evitar los aranceles, típico de gangster del siglo XX, si no estás conmigo no estás con nadie. Pero, cuando su administración observó la caída libre de su mercado giro de guión con los aranceles y dio una pausa de tres meses en los megaaranceles y dejó en un 10% salvo para China que se llevó un 125%, en fin es un choque de trenes que afectará a la sociedad mundial.