(Ahora es Irán)

No se equivoca Chávez, será la guerra de los 100 años

Se dice que las fuerzas democráticas de occidente tomarán drásticas medidas contra Irán por intentar producir bombas atómicas. Acusación que allana el camino para la invasión imperial. Sin embargo no se señala el denodado esfuerzo que este Estado realiza por alcanzar el máximo de satisfacción de las necesidades de su pueblo sin conciliación con el imperio o con su gendarme en la zona –Israel-. Tampoco se señala que ese país goza de una reserva petrolera de casi 300.000 millones de barriles de petróleo, lo cual es, desde nuestro punto de vista, la razón última para la pretendida acción imperialista liderizada por los jerarcas de la oscura Casa Blanca.

De igual modo, para nada se señala que además de esos mil millonarios barriles petroleros, esta nación también goza de la mácula de una envidiable ubicación geográfica. Y no bastando con esas suficientes y apetecibles razones, este país suma una perla más al collar; la armónica relación de respeto y convivencia entre sus tradiciones ancestrales y el desarrollo científico para la paz y la defensa nacional. Esta nación resguarda sus costumbres heredadas con igual o más celo que la riqueza petrolera, a la vez que se coloca en la punta del progreso tecnológico apropiado para el desarrollo de sus potencialidades políticas, económicas, sociales y culturales.

 

Las anteriores son las razones verdaderas para la invasión de Irán, no los cuentos referidos a la producción de uranio y por consiguiente obtención de bombas atómicas. Pues todos sabemos que bombas atómicas uso Estados Unidos contra Japón estando este país en víspera de la rendición al final de la segunda Guerra Mundial; bombas de ese calibre tiene Israel con las cuales continuamente amenaza al mundo árabe;  proyectiles atómicos o de cualquier otro calibre de peligrosidad tienen Francia, Inglaterra, Pakistán y unos cuantos países más, entonces el problema con Irán no es la eventualidad de construcción y uso de bombas atómicas, así como tampoco el problema con Irak eran las armas de destrucción masiva o el supuesto aeropuerto militar en Granada desde donde los cubanos iban a invadir el norte del hemisferio americano.

 

El problema en el medio oriente para nada es el país Persa como tampoco lo fue Vietnam en los sesenta para el mundo. El inconveniente en última instancia es la existencia de una cofradía imperial, encabezado por los Estados Unidos de América que se niega a convivir bajo regles de respeto y democracia con el resto de países del mundo. Simplemente hoy los iraníes son un obstáculo para los planes de ocupación, expansión y control yanqui-israelí. Hoy son ellos, mañana Siria y más después la Venezuela Bolivariana.

 

Es tiempo de asumir que el capitalismo salvaje, con el Pentágono como punta de lanza, ha decidido no aceptar su inviabilidad mundial. Lo de Irak fue una clara advertencia y con Irán termina de confirmarse: Todo Estado que se precie de tal en la tierra potencialmente esta en la lista pendiente del imperio, es más, ya éste, ante cualquier imprevisto tiene redactada su declaración de guerra. La procurada invasión a Irán, ya estaba acordada mucho antes de que este país proyectara buscar fuentes de energías alternas a los hidrocarburos. De allí que sabio y apropiado es asumir como asignatura de obligado estudio el posible desempeño de la garra imperial en la antigua Persia y las iniciativas de defensa que implementará Irán; son enseñanzas en tiempo real sobre las últimas novedades en el despliegue de la guerra de todo el pueblo, sobretodo ahora en que el carácter global de  la agresión imperial exige que todo acto de defensa de los pueblos se de desde un raciocinio de defensa integral, tramontando hasta donde sea posible las fronteras. 

 

Ingenuo sería que Irán o cualquier otro pueblo de la tierra pretendan enfrentar el poderío yanqui y la saña sionista bajo los parámetros de la guerra convencional. Irán, ante una eventual intervención extranjera de esa magnitud, tendrá que utilizar todo el poder defensivo de que sea capaz en las primeras de cambio. He allí la importancia del armamento defensivo para la detección y contraataque temprano a los portaviones norteamericanos y de otras nacionalidades alrededores de la costa de Irán; bases de los agresores instalados en Irak, Afganistán, Pakistán o en el mismo suelo israelí.

 

Es el mismo esquema que corresponde a nuestro país, si se presenta un escenario de agresión imperialista. La respuesta tendrá que ser contundente en contra de toda base o territorio que sirva de apoyo directo o indirecto a los agresores. Esa es la conducta a asumir en las primeras horas, días, semanas o meses del combate, luego se iniciará toda una centuria de enfrentamientos y luchas de todo el pueblo Nuestroamericano. No tenemos alternativa ante el poder de una instancia delincuencial, terrorista y antihumana. De allí la importancia de las relaciones internacionales y particularmente la mantenida con Estados y pueblos de todo el continente americano, para el caso nuestro y, en el asunto iraní el fortalecimiento de las mejores relaciones y acuerdos con amigos y aliados del oriente medio, en el entendido que la mejor respuesta a la agresión imperial es generar uno, dos, tres y muchos más Vietnam.

 

Irán, Venezuela, Siria o cualquier otro país del planeta tierra tienen que familiarizarse con la realidad existente en los países vecinos. Allí descansa la posibilidad de ampliar efectivamente el escenario de guerra, inmediatamente después de la fase inicial de contraofensiva; es la garantía básica para una contienda larga y triunfante.

 

Los Persas allá, acordando alianzas con los contrarios de sus enemigos; los pueblos árabe oprimidos del cercano oriente; los grupos y organizaciones presentes en Jordania, Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Siria, Turquía y demás países próximos al área de confrontación y nosotros acá, convirtiendo cada isla del caribe en una trinchera para la confrontación a la embarcación yanqui; cada pedazo de selva contigua a Brasil, Ecuador, Perú o Bolivia en territorios liberados; cada ciudad sea Bogota, Caracas, Quito, Buenos Aires, Santiago o la Paz configurado como espacio para la guerrilla urbana. No habrá zona seguro para el invasor, pues mientras Centroamérica puede ser una importante franja para el descansó y la logística de todo el gran ejercito del pueblo Nuestroamericano, esa misma región es apta para confrontaciones relámpago, de corta duración pero de eficiente descargo sobre el agresor.

 

El mundo entero sabe cual es el papel que juegan la mayoría de jeques y demás gobernantes en el mundo árabe; el denigrante rol de opresores de sus comunidades y serviles comodines del imperio yanqui-sionista. Todo ese universo también conoce del servilismo gubernamental colombiano, peruano, panameño, costarricense y mexicano por mencionar algunos casos; también percibe el maltrato infringido por autoridades de esos y otros países a sus estudiantes, mujeres, niños, indígenas y hasta ancianos por expresar sus protestas y todos nosotros observamos que precisamente allí reside ese potencial que se convertirá en indetenible explosión continental ante cualquier locura del viejo y perverso yanqui.

 

La confrontación entre el imperio y los pueblos del mundo, sea en el oriente medio o en Nuestr@mérica, nos acerca a una nueva etapa en el desarrollo de nuestra historia. Es el descarrilamiento de un tren orientado por bastardas apetencias. Un nuevo período con incontrolables precios del petróleo y demás materias primas, será la constatación de una gran fisura  en el globo terráqueo; la vida no será la misma. No solo el petróleo y sus derivados serán de difícil transporte,  distribución y consumo; es la gran masa de artículos para la vida humana y social, que hacen parte del intercambio internacional y que debido al enloquecimiento diligenciado por Busch y sus aliados hará más complicada la vida en los países pobres del mundo, como también en las propias metrópolis, compartiendo las limitaciones derivadas de esa conflagración global. En un conflicto de tal magnitud el cierre del canal de Panamá por la acción de fuerzas panameñas integralmente identificadas con el ideario de Bolívar; es una realidad a contabilizar. Así como operaciones solidarias de marines de origen latino en el seno mismo de Norteamérica. Las iniciativas Nuestr@méricanas gozaran de toda la imaginación y del extenso suelo americano, desde el norte hasta el sur para hacer conocer, mediante actos nobles, el amor por la soberanía, el respeto y la justicia social.

 

Para nada se equivoca Chávez cuando habla de la guerra de los 100 años.

 

Luis Villafaña

Frente Anti-fascista de Venezuela

 

¡SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!



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Luis Villafaña


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