Como primer axioma funcional estratégico, hay que precisar que todo lo que hoy está ocurriendo en Irán, Siria, Líbano, Gaza (en suma, en Medio Oriente) se engloba dentro de un cuadro de "guerra psicológica" preparatoria de la "guerra militar" que se viene como desenlace de los diferentes frentes de conflicto en marcha después de que se agoten las opciones negociadoras del "frente diplomático" en la ONU.
En ese escenario, las diferentes movidas militares que hoy se registran en las distintas áreas conflictivas de Medio Oriente (movimiento de fuerzas militares, enfrentamientos localizados y esporádicos, "advertencias" militares, rumores de ataque, etc) se circunscriben dentro de un marco general de acción psicológica "disuasiva" orientada a "testear al enemigo", mensurar sus reacciones y evaluar su capacidad de reacción, antes de la batalla militar.
Dentro de una síntesis estratégica, la perspectiva del conflicto del eje Irán, Siria, Líbano y Gaza (con Irak como telón de fondo) con el eje EEUU, Israel, Gran Bretaña, Alemania y Francia (con Rusia y China como potencias "árbitros) , combina tres escenarios fluctuantes y simultáneos:
A) El frente de "guerra diplomática", B) el "frente de "guerra psicológica" (o batalla de la propaganda), y C) el frente de "guerra militar" (la batalla final por el control estratégico de Medio Oriente).
En lo que hace al conflicto militar de Medio Oriente, con Irán, Siria, EEUU e Israel como protagonistas centrales del tablero, la "guerra militar" (impulsada por intereses estratégicos y de supervivencia) llegará con el agotamiento inevitable del ámbito de "negociación" en la ONU para estirar el desenlace ("guerra diplomática"), y con el agotamiento de la "guerra psicológica" (disuadir al enemigo para que no ataque antes de tiempo).
La "guerra psicológica"
Para tener más en claro lo que, en estos momentos está pasando en Medio Oriente, hay que imaginar a los dos enemigos centrales (Irán y EEUU) sentados frente a un tablero de ajedrez y enviándose señales y amenazas mutuas antes de comenzar la partida final.
Mientras tanto, y paralelamente
Además, los ejercicios y simulacros militares (con compras de armas y advertencias de ataque) de Irán, Siria e Israel, son simultáneos a los movimientos y las "señales" militares-nucleares de EEUU en el Golfo -registrados minuto a minuto por las grandes cadenas internacionales- y se orientan a poder llegar al "desenlace militar" en la posición más ventajosa posible.
Los ejercicios militares y exhibición de armamento sofisticado por parte de Irán, EEUU e Israel; la presencia de los tres grupos aeronavales con capacidad nuclear de EEUU frente a las costas de Irán; los movimientos de tanques y tropas sirias en la frontera; las distintas operaciones aéreas y terrestres relámpagos de Israel en Siria, Líbano y Gaza, el secuestro de marines ingleses por Irán en el Golfo; las "advertencias" continuas del régimen de Teherán sobre su reacción militar frente un potencial ataque; etc, son parte de la "guerra psicológica" disuasiva que ambos frentes en conflicto vienen lanzando para ganar tiempo y posicionarse con ventaja en el tablero del desenlace final con la "guerra militar".
La estrategia de la "disuasión"
En el terreno operativo, el juego de la "disuasión militar" le sirve a EEUU_Israel, así como a Irán Siria, para un "testeo de la guerra" con evaluación de los puntos débiles y los puntos fuertes del enemigo.
En este escenario (con los dos enemigos sentados frente al tablero y enviándose señales antes de la partida final), tanto el eje EEUU-Israel como el eje Irán-Siria, combinan alternativamente las "amenazas y advertencias" con los llamados a la "mesa de negociación" para evitar el enfrentamiento militar.
Estos chisporroteos compulsivos (y hasta esquizofrénicos) entre las "amenazas de guerra" y los llamados a la "negociación y la concordia" confunde permanentemente a la prensa del sistema y a sus analistas, ignorantes en su mayoría de las estrategias y técnicas básicas de la guerra militar como resolución final de los conflictos económicos y políticos.
Así la prensa internacional sionista (y sus repetidoras locales a lo largo y a lo ancho del planeta) combina indistintamente las amenazas de Ahmadineyad de "borrar a Israel del mapa", con sus (aparentemente) ridículas afirmaciones de que Irán solo quiere la energía nuclear para "fines pacíficos".
O con la de Bush y sus funcionarios, que combinan las amenazas de un "ataque militar devastador" como respuesta al desafío iraní (Bush lo llevó, incluso, al terreno nuclear) con apelaciones permanentes a su vocación de solucionar el conflicto por medio de la "opción diplomática".
O con la de Israel, que combina alternativamente sus ataques y bombardeos diarios a Gaza, las amenazas constantes de sus funcionarios y militares y sus incursiones sistemáticas en el espacio aéreo de Libano y Siria, con llamados permanentes a negociaciones de "paz" en Medio Oriente.
Lo que a simple vista parece una actitud esquizofrénica (reflejada a diario por los titulares de la prensa internacional) , no lo es desde el punto de vista de la guerra permanente en todos los frentes que se desarrolla sin cesar desde ambas trincheras en el tablero.
En resumen, "amenazar" (disuadir) o negociar (dialogar) son instrumentos alternativos y de aplicación simultánea que tanto Washington, Tel Aviv, Damasco como Teherán, utilizan para evitar el adelantamiento de una confrontación militar abierta que -inevitablemente- va a surgir cuando los intereses estratégicos en juego colapsen y superen a la negociación y a la disuasión.
El desenlace militar-estratégico
Los analistas y periodistas mercenarios del sistema capitalista-sionista, por pereza mental y seguridad salarial, la minoría, y por ignorancia estratégica, la mayoría, enfocan el conflicto de Medio Oriente como una puja de "voluntades personales" de los gobernantes y militares de los países involucrados.
De esta manera, despojados de sus causalidades (económicas, políticas y militares) determinantes, los niveles de decisión de la "guerra" entre EEUU e Irán, quedan en manos de Bush y de Ahmadineyad, administradores eventuales y pasajeros del gobierno de sus respectivos países.
Desde enero del 2006,
Pero nadie (salvo unos pocos analistas en los medios alternativos) explica con claridad el porqué y el para qué del conflicto, sus causas determinantes y la complejidad de intereses estratégicos que se encuentran en juego.
Esta situación de ausencia de análisis estratégico (a nivel de la comunicación masiva) convierte el conflicto de Medio Oriente en una especie de torneo de amenazas y réplicas bélicas, donde lo más importante no es la comprensión (el entendimiento) del proceso sino el acierto "conspirativo" de la fecha en que EEUU va atacar a Irán, y que las agencias y cadenas sionistas convierten falsamente en "información objetiva".
De esta manera, citando "fuentes oficiales", los más influyentes medios y cadenas de Europa y de Estados Unidos publican en forma constante informes y versiones precisando que EEUU ya tiene todo preparado para un ataque a Irán.
Por supuesto que (y según la visión de la prensa sionista) la hora y la fecha del ataque depende exclusivamente de Bush
Ningún medio o analista del sistema (los "informadores" a nivel planetario masivo) aclaran que el ataque de EEUU a Irán no está determinada por el "capricho" de Bush o de Olmert, o que la respuesta a ese ataque no está condicionada por el "fundamentalismo religioso" de Ahmadineyad, sino por una compleja trama de intereses en los que se mezclan el petróleo y los recursos estratégicos de supervivencia básica, tanto para EEUU e Israel como para Irán.
De esta manera, la "guerra", la confrontación armada EEUU-Irán, se presenta como una confrontación de "halcones guerreristas", y no como producto de una resolución de intereses estratégicos y de supervivencia, del estado de Irán y de los estados sionistas de Israel y EEUU.
¿Porque es inevitable un desenlace militar de los frentes de conflicto en Medio Oriente con EEUU e Irán como protagonistas centrales?.
Tres razones claves y fundamentales lo explican.
E
En segundo lugar, Irán es una llave estratégica para el dominio y control militar de la región del Golfo Pérsico y del llamado "triángulo petrolero" (Mar Negro-Mar Caspio-Golfo Pérsico), por donde pasa más del 40% de la producción petrolera y gasífera mundial, un elemento clave para la supervivencia futura de las potencias capitalistas sionistas.
Y en tercer lugar, el surgimiento de Irán como potencia nuclear-petrolera-islámica, aliada estratégica de Rusia y de China (potencias desequilibrantes en el orden del dominio imperial capitalista mundial) pone en peligro la supervivencia del Estado de Israel y la hegemonía del control económico, geopolítico y militar estratégico del poder imperial sionista en la decisiva región del Medio Oriente y del Golfo Pérsico, utilizada por EEUU como llave de proyección militar hacia el Asia.
En este escenario, el ataque militar a las usinas nucleares iraníes se torna inevitable, no por el "capricho" de Bush o de Olmert, sino como resultante lógico de una ecuación:
El desarrollo del poder económico- nuclear-militar de Irán es directamente proporcional a una amenaza a la existencia del Estado de Israel y a la supervivencia de los intereses capital-imperialistas-militares de EEUU y el eje sionista en la región del Medio Oriente y en todo el planeta.
Si bien la operación militar (contra Irán y Siria) está programada para antes de la finalización del segundo mandato de Bush (como coinciden todos los expertos), una postergación, por la causa que sea, llevará a que la misma sea ejecutada por el próximo que asuma en la Casa Blanca.
El ataque a Irán, se trata, en suma, de una resolución estratégica de frentes de conflicto por el poder mundial y la supervivencia, que supera a cualquier aventura personal de sus ejecutores de turno.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica.