La nueva América, sobretodo la del sur, esta en un nuevo amanecer. Se busca la unidad económica, política, social, cultural y hasta geográfica en una sola nación de todo Ibero-América y el Caribe, esa nueva nación tiene las siglas de UNASUR. Ello implica un desarrollo endógeno y el sacudimiento de los tentáculos del Imperialismo Yanqui que es nuestro principal enemigo tanto para el desarrollo económico como para nuestra unidad político territorial.
Lo anterior es la nueva buena en América del Sur.
Pero el Imperialismo Yanqui, ante este nuevo amanecer Nuestro Americano no se iba a quedar tranquilo, viendo como pierde su patio trasero y el que le produce su mayor riqueza de forma barata y en detrimento de nuestros pueblos; y como no puede intervenir directamente por estar empantanado en Irak y Afganistán, entonces para ello ha utilizado los servicios de un lacayo fiel y arrastrado, y ese lacayo fiel e indigno, es la Oligarquía Colombiana y su Presidente Álvaro Uribe Vélez, quien hoy tiene la función de servir de disociador y perturbador de este nuevo amanecer Americano.
Uribe Vélez es el importunante de UNASUR, y esto se vio en Santo Domingo, en donde la reunión era para el progreso y el desarrollo de nuestros pueblos y el paraco Uribe la distrajo de su objetivo central y la convirtió en un ring de pelea entre el y sus hermanos Bolivarianos, con el beneplácito de Washington quien se debió sentir muy feliz, al ver que “su muchacho” saboteaba los acuerdos unionista del Grupo de Río. Afortunadamente, al final el paraco tuvo que comprometerse a que no volverá a usar la tesis gringa de la guerra preventiva y respetara la soberanía de sus vecinos.
El concierto de las naciones Ibero-Americanas y Caribeñas debe saber rechazar y controlar, como lo hizo en la Republica Dominicana, a este inadaptado e importunante paraco.
Pero la palabra mayor, la tiene el pueblo de la Colombia profunda y Bolivariana.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar