El doctor Patricio Zhapa es un joven ecuatoriano que sirvió en el ejército de su país durante doce años, y a raíz de los sucesos del 21 de enero del 2002, se ve involucrado en acusaciones que le obligan a dejar la carrera de las armas. Estuvo fuertemente involucrado en el golpe de Estado del 21 de enero del 2002, cuando el entonces coronel Lucio Gutiérrez acapara la atención del mundo al desconocer el mando de los generales alzados, cuando éstos se retractan de su acción. Luego el doctor Patricio pasó a ser gerente del diario El Siglo de la cuidad de Loja, donde sufrió atentados. Patricio Zhapa se encuentra en nuestro país solicitando asilo porque se considera un perseguido político y de raza; tampoco cree que Lucio sea capaz de llevar a cabo ninguna reforma social en beneficio de las grandes mayorías. Considera que Lucio está a mil leguas de distancia con relación a la fortaleza y al carácter revolucionario de Hugo Chávez. El doctor Patricio es de aspecto indígena, bastante moreno, fornido, y tiene apenas 33 años de edad.
- ¿Dónde nació usted, y en que se doctoró?
- Nací en Cariamanga, en el cantón Calvas, provincia de Loja, y tengo un doctorado en Ciencias de la Educación y Psicología.
- ¿Qué funciones públicas ejercía usted el 21 de enero?
- Yo era jefe de la Sección de Psicología del Colegio Militar Lauro Guerrero, en la ciudad de Loja.
- ¿Qué se caracterizó al gobierno del presidente Yamil Mahuad?
- Por ser una descomunal corrupción. Un gobierno totalmente nefasto, y era tal su debilidad y torpeza que el Golpe se veía venir, sin que nadie fuese capaz de contenerlo. El Golpe había sido preparado cuidadosamente desde el mismo diciembre de 1999, y hubo reuniones del Alto Mando preparándolo para que se diera ese día 21.
- ¿Fue también un Golpe anunciado por la prensa?
- Si señor. Los columnistas, los editorialistas y la opinión de muchos políticos aseguraban un fuerte olor a golpe Militar. Incluso se tuvo lista para la televisión con anterioridad los videos contentivos de las declaraciones, los pronunciamientos y propaganda que debían salir ese día de enero. Habían hecho unas pancartas que decían: “Por ti, pueblo nos vamos a sacrificar.”
- ¿Por qué escogieron el 21 de enero?
- Porque para ese día se había organizado una gran marcha de indígenas que vendría de la parte de la sierra principalmente, desde Ambato, Río Bamba, Latacunga, y también por parte de los obreros convocados por los líderes del MPD (Movimiento Popular Democrático) y sindicatos de los trabajadores, el Frente Popular.
- ¿Entonces se aprovecharon de esa marcha para dar el Golpe?
- Así es.
- Un formato bastante parecido al que usaron los golpistas venezolanos el 11 de abril del 2002.
- En Quito se aprovecharon de esa situación para justificar el Golpe Militar. Pero a mí me llegó la información de que hubo una llamada del embajador de los Estados Unidos al jefe de la conspiración, general Carlos Mendoza, diciéndole que ellos iban a desconocer el Golpe.
- ¿Quién le dio esa información?
- Ya yo estaba enterado de este hecho, pero me lo reconfirmó el Director del Colegio donde yo trabajaba, un coronel que participó activamente en el Golpe del 21-E, en Quito. Este coronel llegó a ser profesor del coronel Lucio Gutiérrez, en la ESPE, Escuela Superior Politécnica del Ejército. A este coronel también se le desgració la vida, porque a partir de allí, no le permitieron ascender.
- ¿En virtud de esa llamada se paralizan las acciones subversivas?
- Hay que tener en cuenta, que cuando se produce la gran marcha, el general Carlos Mendoza le ordena a los coroneles Lucio Gutiérrez y (nombre ¿?) Cobos, encargados de la seguridad del Congreso y del palacio Presidencial, que se dirijan al Congreso de la República, y le abrieran paso a la marcha, para que ésta sin problemas pudiera acceder hasta el alto recinto legislativo. En un principio se había esparcido el rumor de que se iba a producir una gran mortandad, con ataque a tiros a esta marcha, lo cual era totalmente falso.
- Otra similitud con lo del Golpe del 11-A, en Venezuela, cuando los medios de comunicación difundieron que Chávez iba a activar el Plan Ávila para reprimir la marcha que había partido de Chuao.
- Sí, pero a diferencia de lo que aquí pasó, en Ecuador el Golpe estaba en el aire, en el ambiente político de todo el país. Aquí se les cogió por sorpresa.
- ¿Qué tal era este general Carlos Mendoza, que aparece como el verdadero jefe del Golpe?
- Un gran corrupto del ejército. Uno conoce su trayectoria. Nunca ha sido transparente en sus actos. Donde ha estado ha habido estafa, malversación de fondos, actos dolosos contra la República. Bueno, entonces, al recibir este general la llamada del embajador estadounidense, se arrepiente de su acto y llama al coronel Lucio Gutiérrez, y le pide que se retiren del lugar que han tomado, que ya “el Golpe no va porque Estados Unidos nos quitó el apoyo”. En ese momento el coronel Lucio tiene un arranque inesperado y declara: “En este momento desconozco a los generales y a la cúpula militar, y en este momento soy el comandante general de la Fuerza Armada, y ordeno a todos los coroneles menos antiguos que yo, a que desconozcan a los generales y a la vieja cúpula, y que se preparen a tomar el poder, y que sólo recibirán órdenes mías.” Y esto es lo que me entusiasma a unirme al pronunciamiento que se estaba dando en Quito.
- ¿Y porque Lucio no asume el poder?
- Por eso mismo es por lo que temo que Lucio Gutiérrez no va hacer un buen gobierno. Horas más tarde llegan los generales y le agradecen su actitud, y le vuelven a solicitar que se retire porque se va a nombrar un triunvirato conformado por el corrupto general Carlos Mendoza, el doctor Solórzano (juez de la Corte Suprema de Justicia) y Antonio Vargas (quien fue candidato recientemente a la presidencia, por los indígenas). Pero a poco de formarse este triunvirato que acepta Lucio, llega el general Mendoza y renuncia, disolviéndose así el fulano triunvirato, porque el triunvirato queda sin representante de las Fuerzas Armadas. Se normaliza la situación, y vuelven los militares a sus actividades como si nada hubiese pasado.
- ¿Y cuál la posición de Lucio ante esta disolución del triunvirato?
- En esa situación, se pone a pensar que está en peligro su carrera, y ante la renuncia de Mendoza no asume el control del Estado, sino que se va a su casa, a la espera de ser detenido, lo que efectivamente sucede a la madrugada del 22 de enero, lo mismo que le sucede a Solórzano y a don Antonio Vargas. Luego vendría la detención de un numeroso grupo de oficiales de los que se habían plegado al Golpe.
- ¿Ante esta retirada del coronel Lucio, se palpó en el pueblo alguna decepción?
- No, al contrario, su popularidad llegó a los cielos. Los que nos decepcionamos, fuimos nosotros, los militares. El pueblo se decepcionó más bien de la actitud de Mendoza y del ejército. El único que quedó bien de todo esa acción golpista fue Lucio, pero porque la gente no se enteró realmente de los pormenores de lo que sucedió. Pero Lucio no mantuvo una posición firme de lo que en un principio había proclamado; no se mantuvo firme en una posición digna, y esto es lo que me preocupa ahora cuando asuma como mandatario, porque él, cuando desconoció al general Mendoza, entre las razones que esgrimió para desconocerlo fue porque era un gran corrupto, ¿pero después viene y acepta su petición para presidir un triunvirato? ¿Qué es eso? ¿Qué clase de líder permite tal decisión? ¿Cómo puede uno confiar en tal personaje? ¿Dígame?
- ¿Pero antes, Estados Unidos sí les había dado el apoyo a los golpistas?
- Bueno, ¿dónde la CIA no tiene las narices metidas en nuestra Latinoamérica? Ahora, realmente no conozco los intríngulis del asunto, en el que pudieron haber negociaciones secretas por el tema de la guerra con el Perú, donde fueron comprados varios diputados ecuatorianos por parte de Vladimiro Montesinos, y también el negocio de los perros de la guerra y el mismo negocio petrolero. Yo creo que los Estados Unidos mató a dos pájaros de un tiro, salió de Mahuad a quien había usado en la guerra con el Perú a su gusto, pero también salió de un grupo de generales golpistas a los que ya tampoco les interesaba para sus futuras acciones.
- ¿Por qué Estados Unidos en un principio le niega el apoyo a Yamil Mahuad?
- La CIA no había quedado del todo satisfecha con los resultados de la paz en Tihuinza entre Ecuador y Perú. Por otro lado Montesinos mostró una serie de videos donde se compraban a varios diputados ecuatorianos para que aceptaran la firma de la paz. Se sabe además que los norteamericanos encuentran uranio en el cerro de Tihuinza. Las guerras no se hacen realmente por actos de patriotismo sino porque hay un tercero manipulando tras bambalinas para sacar jugosos dividendos, y ese tercero fue Estados Unidos. Después de haber obtenido aquellos jugosos dividendos, a Estados Unidos ya no le interesaban más los cómplices de aquella hora, como Fujimori y Mahuad.
- ¿Usted, doctor Zhapa, tuvo participación activa en esa guerra?
- Sí, participe como artillero en el sector de Macará. En el sector de E, nosotros actuamos con misiles.
- Ustedes les infirieron una tremenda derrota a Perú.
- Así es, por primera vez le ganábamos una guerra a Perú, pero en el campo diplomático la perdimos.
- ¿Por culpa de quién?
- Por culpa de los políticos, sobre todo de Mahuad. Ellos vendieron nuestra victoria, y vendieron nuestro territorio.
- ¿Y entre los militares, quién fue el culpable mayor de haber aceptado esa afrenta diplomática?
- El general Mendoza, junto con la cúpula militar de ese tiempo. Mire, en nombre de la paz se han hecho muchos actos de corrupción, incluso sobre mí pesa la orden expresa del ejército ecuatoriano de no hablar sobre estas cosas. Nosotros en su momento, reclamamos a nivel militar, con el debido respeto, para presentar nuestros reclamos sobre el hecho de que la diplomacia había jugado con nuestra victoria, con nuestros sacrificios y con nuestros muertos.
- ¿Cuántos hombres perdió Ecuador en esa guerra?
- Como cien.
- ¿Y Perú?
- Unos mil quinientos.
- ¿Y las pérdidas económicas?
- Enormes pérdidas para ambas partes, y de esas pérdidas salieron gananciosos unos cuantos bandidos. El general Mendoza como resultado de esa guerra quedó muy rico. Otros generales también cogieron su parte. Hubo oficiales con el grado de capitán que quedaron ricos, con grandes fortunas. Y como no había tanto para todos, comenzó a prosperar una salida golpista contra el presidente Yamil Mahuad. O porque también, los que habían quedado satisfechos, consideraron que podían verse salvados de una investigación en medio de una salida golpista en la que ellos mismos tuviesen participación. Hubo de todo.
- Ahora bien, cuando se desata el golpe del 21-E, ¿dónde se encuentra usted y qué papel le corresponde ejercer?
- Yo en ese momento me encontraba en la ciudad de Loja. Entonces fui llamado por mi comandante, muy bien enterado de mi posición revolucionaria en todos estos traumas sociales que ha sufrido mi país. Era yo en aquel momento, en aquel sitio y circunstancia, el único militar con título de doctor, y se buscaba a una persona que pudiera presentarse ante el público y explicarle por qué los militares habíamos tomado la determinación de dar un golpe. Entonces me llama mi comandante y me dice: “redacte algo que diga que nosotros los militares en un sacrificio por la sociedad vamos a luchar por sacar al país de la corrupción, etc., etc.” Por otro lado, yo tenía un viejo enfrentamiento con el alcalde José Bolívar Castillo, de Loja, quien fue en la misma lista con Mahuad, y él en aquel momento recibió serios ataques de mi persona, que hoy son la causa de esta petición que como asilado político estoy haciendo en Venezuela.
- ¿Por ese documento te siguen juicio?
- Yo mando este documento a UV Televisión, y lo envío también a un programa a nivel nacional, con mucha audiencia en el país, pero yo no sabía que esa gente trabajaba al mismo tiempo para inteligencia militar.
- ¿Es decir, un medio de comunicación convertido en lo que aquí llamamos, “soplones” de la policía?
- Sí señor. Y eso fue lo que me hundió. Luego el alcalde, una vez detenida la acción del golpe, se puso en mi contra, y comenzó a declarar, que yo como militar no podía estar emitiendo opiniones políticas, y pues, se alborotó el avispero.
- ¿Tiene Lucio Gutiérrez garra para enderezar Ecuador?
- Yo no creo. Lucio Gutiérrez no fue un líder de nada, las circunstancias por pura casualidad, le ayudaron a convertirse en cabeza de un movimiento militar. Él realmente no lideró nada, para que se esté difundiendo esa imagen de revolucionario que llega a toda Latinoamérica. A él se le dieron todas las cosas de manera casi gratuita.
- ¿Usted, doctor Zhapa, se considera un hombre de izquierda?
- Sí. Yo en mis años de estudiante de secundaria fui representante estudiantil, y también presidente del Consejo Estudiantil. Pertenecí al Movimiento Popular Democrático, de filiación izquierdista, revolucionario y filocomunista. Hasta hace poco trabajé activamente en el Frente de Izquierda, que es un grupo político no reconocido por el Tribunal Supremo Electoral para participar en las elecciones.
- ¿Está usted muy involucrado con las aspiraciones de los pobres?
- Mi trabajo está allí, en los barrios; yo hago mucho deporte y comparto esta actividad con la gente marginada, con los más necesitados. Y me pidieron que fuera candidato a alcalde por Cariamanga. Pero en realidad mi lucha está en otro campo: en denunciar la corrupción, en formar al pueblo, concienciarlo con respecto a sus derechos, y que haya justicia, porque sin justicia nunca llegaremos a ninguna parte.
- ¿Usted considera reaccionaria a la Fuerza Armada ecuatoriana?
- Sí, hay hechos allí que van en contra de los derechos humanos, como la tortura, persecuciones, asesinatos.
- ¿Y esos hechos se debaten a la luz pública?
- En absoluto. Es tabú. No se investiga. Allá nadie se puede meter con el ejército.
- ¿En el ejército ecuatoriano puede ingresar cualquiera del pueblo, y ascender sin problemas a los grados más altos? ¿O es un ejército de casta, para cierta clase social de los más privilegiados?
- A los altos cargos oficiales sólo va gente pudiente, con bienes de fortuna. Cualquiera no accede a esos niveles. No pueden ir negros. No hay un solo indio que haya sido oficial hasta este momento. Claro, en las normas se pone que puede ingresar todo ciudadano, pero luego que entran, los hostigan de manera tal que se ven obligados a abandonar la carrera.
- ¿Entonces los oficiales son sólo de raza blanca?
- Sólo de raza blanca. Sólo la gente que tiene dinero, con muy buena posición económica. Incluso, yo que tengo el título de doctor, con doce años de servicio, que he sido además un buen deportista, a mí se me negó ascender a sargento. Saque usted la cuenta, pues.
- ¿Y Lucio a qué clase pertenece?
- Él puede ser considerado blanco.
- ¿Pero es un hombre de izquierda?
- Realmente no sé cómo definirlo, porque nunca le he conocido una posición política clara. No conocimos sus pensamientos en el ejército, aún no lo conocemos habiendo sido elegido presidente. Puede que sea de izquierda, pero entonces lo disimula demasiado. Él se conocido como político a partir del 21 de enero del 2000, y aún así no sabemos cómo se va a desenvolver en su mandato. Pero en este momento él no tiene el apoyo indígena, ni tampoco del MPD, ni de los obreros.
- ¿Usted cree, entonces, que en Ecuador, ahora con Lucio, se pueda dar realmente una revolución dentro del ejército, como la que está aquí liderando Chávez?
- Muy difícilmente. El no tiene firmeza para eso. Tendría que ser Lucio otro Chávez, ¿y cómo?, porque yo a Lucio no le veo esas condiciones de valor, de carisma, y esas dotes morales y humanas, de perseverancia en sus ideales que posee el presidente Chávez, y téngase en cuenta que los enemigos del pueblo ecuatoriano son formidables o peores que los actualmente enfrenta Venezuela.
- ¿Qué le prometió Lucio al pueblo?
- Por ejemplo, en su campaña prometió acabar con la dolarización, ahora que ha ganado rectifica diciendo que va a fortalecer la dolarización. También está cambiando su posición con respecto al Fondo Monetario. Todas sus propuestas para ayudar a la clase indígena como que hacen aguas, porque los grupos indígenas están muy recelosos por últimas declaraciones, casi pro-yanquis.
- ¿No será que esas críticas provienen de gente resentida porque no se les ha dado puestos, ni se les ha tomado en cuenta; porque mucho de es se ha dado aquí entre los elementos que atacan a Chávez?
- No lo niego. Pero me preocupa profundamente sus flaquezas, las costuras por las que poco a poco muestra que está cambiando ahora cuando tiene al toro tomado por los cachos.
- Pero hay que dejarlo gobernar primero, para después criticarlo con hechos. Puede ser que usted esté equivocado, doctor, en sus augurios.
- Puede ser que esté equivocado, y ojalá que yo esté equivocado.
- ¿Cómo llegas a la gerencia del diario El Siglo?
- Me invitó el empresario y diputado Jorge Montero, dueño de varios medios de comunicación de Ecuador, quien conocía de mi capacidad para tales menesteres. El señor Montero conocía mi posición de izquierda y que yo no me iba por las ramas a la hora de tener que enfrentar a los corruptos. Y así lo hice, lo cual me trajo muchas persecuciones. Yo entonces ataqué con elementos de causa al alcalde José Bolívar Castillo, por lo que intentaron matarme, y fue el economista Jorge Piedra, gerente del Banco de Fomento, el que disparó contra mí.
- ¿Usted cree que la popularidad de Lucio se le debe en algo a las reformas a favor de los pobres que está promoviendo Chávez?
- Sí, claro. La gente quiere también en Ecuador a un presidente que resuelva el problema de la tierra, que atienda a la mujer, que se enfrente a los poderosos, y que de una buena vez le meta a los grandes cambios sociales que se vienen esperando desde hace un siglo.
- ¿Es decir que Chávez cuenta con un gran apoyo en el pueblo ecuatoriano?
- Muchísima popularidad. Para nosotros es como un gran líder de la unidad latinoamericana, e incluso es hasta visto como un ecuatoriano más. Es muy aceptado en el medio universitario, y se discuten sus ideas en foros, asambleas y mesas de trabajo. Las conclusiones que se han sacado de estos debates y discusiones, resalta el hecho de que los intereses americanos pesan en los actuales ataques que se están haciendo contra el gobierno de Chávez para derrocarlo. A Estados Unidos no le interesa un líder como Chávez que esté promoviendo la idea y el proyecto de Latinoamérica se una y se fortalezca. Si nosotros en América Latina nos unimos, evidentemente Estados Unidos no podría venir con el cuento de que nos declararía un bloqueo económico como el que se le hizo a Cuba. Chávez es una gran esperanza de libertad y de progreso para toda Latinoamérica. Chávez es el líder de los pobres del mundo. Si nos imagináramos que la América Latina se une, el pueblo de este continente lo aclamaría como su jefe, como su presidente. De eso no cabe la menor duda.
- ¿Usted cree que Lucio llame a una constituyente?
- No lo creo. Los diputados están muy corrompidos, y la oposición tienen ahora en el Congreso mayoría.
- ¿Le podrían dar un golpe a Lucio?
jrodri@ula.ve