Obama se hace el tonto con la Guerra de Irak y le inflan una bola de chicle que le puede estallar en la cara.

“Chivo que se devuelve se e’nuca”

UNO.- Desde Lyndon Johnson hasta George Bush, los hombres que han ocupado la casa blanca no han sido ninguna luminarias. Se han mostrado soberbios, escandalosos, petulantes mediocres, prepotentes y reaccionarios (el mejorcito de ellos Jimmy Carter tiene también su rabo de paja), sean estos demócratas o republicanos. El aspirante oficial demócrata Barack Obama no escapa al esquema. Insiste en inferirse una herida mortal en su lucha por alcanzar la presidencia de los Estados Unidos. Pasó de un despliegue de los soldados estadounidenses en Irak, a una reevaluación de su posición. Reevaluación significa en los Estados Unidos echarse para atrás en un punto de vista tomado anteriormente. Lo hace con la finalidad de conseguir el voto duro de sus compatriotas más reaccionarios. Me refiero a los ciudadanos (30%) que defienden a sangre y fuego la presencia de las tropas yanquis en territorio iraquí. Viajó a la zona de conflicto, vió, vino y se rajó. Con esta nueva posición de Obama, el candidato republicano John McCain baila en un pie.

DOS.- Más que ronchas, su palabras crearon llagas en sus seguidores. El pueblo norteamericano quiere ver a sus hijos que combaten en Irak fuera de ese lugar. No desea ver más las bolsas negras que se transforman en ataúdes apenas llegan a su territorio, para ser enterrados con honores, entregarles una bandera de recuerdo a sus familiares, una fotografía del cementerio de Arlington y “permítanos preguntarle si no tiene otro hijo para que defienda su país y luche por la justicia y la libertad”. Para enviarlos a pelear en una guerra injusta, exterminadora, cruel y asesina de ancianos, mujeres, niños y ciudadanos indefensos. Ya se sienten traicionados los simpatizantes y partidarios de Obama. Ellos sólo piensan en los millares de muertos que faltan para que se acabe el conflicto. Mientras aumenta la pobreza en sus habitantes, se arrojan millones de dólares en una guerra que desprestigia y acusa al imperio más poderoso de la tierra. Miles y miles de hombres y mujeres norteamericanos pobres se mueren de hambre, pierden sus hogares y vagan en la mendicidad. Quien gana votos y adeptos con estas contradicciones de Obama es el oportunista y continuista de John McCain. Este no deja espacio. Se aprovecha de los errores y argumentos de su contrincante (se anotó un tanto con “el rescate” de los tres mercenarios en Colombia). No cabe duda, la mediocridad de estos aspirantes a la Casa Blanca se ve reflejada en estos dos candidatos. A Obama sus rivales lo califican de político tradicional: (y… ¿cuándo no han sido políticos tradicionales los aspirantes a la Casa Blanca? ¿No llegó a la Presidencia un individuo como Ronald Reagan o un político anodino como George Bush? Obama se muestra confundido, sus enemigos lo atacan: “Parece que no hay tema en el que no esté dispuesto a contradecirse por conveniencia, comentó el vocero del partido gobernante Alex Conant, según el cual, el problema de Iraq socava la candidatura de Obama y lo muestra como un político típico”. Obama pide flexibilidad en el asunto de la guerra de Irak. Le sale aplicarle un refrán muy popular: “Chivo que se devuelve se e` nuca” En otros asuntos en donde ha coincidido con las posiciones de su rival, ha decidido darle apoyo a la decisión de la Corte Suprema a favor de portar armas – La Asociación de Rifles organización de extrema derecha, presidida por el muy conocido actor Charlton Heston, Asociación ligada a la venta y tráfico de armas, interesada en que los norteamericanos se maten entre si --. No toma partido en contra de la pena de muerte. Le resbala a Obama, aunque la mayoría de los condenados sean de raza negra. Gran parte de sus seguidores rechazan su respaldo a una ley que confiere impunidad a las Empresas telefónicas involucradas en caso de espionaje interno; es decir, limpiando el camino de dificultades para evitar que Bush pueda ser juzgado por violar la privacidad de los ciudadanos estadounidenses. Críticos y politólogos piensan que estos virajes son “típicos” en los demócratas. Esto no evita “que los demócratas tomen posiciones extremas en medio de los comicios primarios y luego moderen su discurso para ampliar su base electoral desde el centro.” No hay derecho a tantas “Obamadas”.

TRES.- La baja popularidad de Bush es producto o consecuencia directa de la guerra de Irak. Lo sabe Barack Obama y lo sabe John McCain, pero también lo sabe la opinión publica estadounidense. El retiro de Irak es un deseo colectivo. Nadie quiere ver morir a sus hijos en una guerra de exterminio del pueblo iraquí. Si Obama recula en sus propuestas electorales, estará buscando irse directo al despeñadero. El gran ganador será McCain. Y éste puede resultar para Latinoamérica un gobernante peor que George W. Bush. Si Obama puntea las encuestas con una ventaja muy significativa sobre su opositor, yo me pregunto: ¿Qué estará pasando por la mente del candidato demócrata? No lo sabemos, pero no olvidemos que el General Powell Collin no se lanzó a la carrera presidencial por recibir amenazas de muerte. Lo ha dicho en sus declaraciones; por ello no podemos descartar este aspecto en la política en los EEUU. Es muy peligroso ser candidato en ese país si no se obedecen los lineamientos de las trasnacionales, de la poderosa industria militar, de la mafia sindical y los sectores de derecha reaccionarios y racistas. Cuidado con esa bola de chicle que te mandan a mascar tus asesores, candidato Obama; puede estallarte en el rostro y frustrarte la presidencia. Aunque a Latinoamérica le importe un comino y nada gane con un posible triunfo electoral tuyo.

Antonjofel@hotmail.com











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Antonio Fernández Lunardi


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