Tremendo peligro para la economía de la potencia, se habla, la mayor del mundo, al observarse que los recientes acontecimientos socioeconómicos están provocando en su sociedad, especialmente la de clase media a baja, un endeudamiento personal o familiar jamás experimentado. Por una parte la disminución del consumo y por la otra la perdida de empleo, con lo cual se agrava su situación en mayor escala. El candidato McKain culpa a los precios del petróleo, pero la realidad no es otra que los incalculables costos que ha tenido ese país en “ la defensa de la paz mundial” con sus invasiones a Afganistán e Irak, sus miles de muertos militares y millones de civiles, ademas de su abierta declaración de guerra al terrorismo que realmente poco se entiende.
Lo cierto es que no es el ser individual el que sufre; toda la economía lo esta sintiendo. Prácticas financieras que impuso la banca privada han sacudido las bases del sistema financiero integral. En la medida que crece el numero de estadounidenses que no pueden cancelar sus cuotas mensuales que van desde la vivienda a los créditos utilizados en el dinero plástico, la banca refleja perdidas multimillonarias, sin las reservas acumuladas suficientes para evitar el desastre de sus accionistas. Es cierto que Washington ha puesto en practica programas crediticios para las principales agencias financiadoras de millones de hipotecas a lo ancho del país, pero son aliviantes, al estilo de la aspirina, a la catástrofe que se pudiera venir encima. El interés de su Banco Central o Federal Agency ha sido reducido a niveles mínimos, pero los entes privados financieros están buscando formulas para incrementar sus ingresos, por ejemplo, en el 2005 los saldos en tarjetas de crédito costaban 17.7%; hoy han subido a 19.1. Por el pago atrasado se cancelaba hace dos años 13 dólares; hoy treinta y cinco. Todo esto pesa en la economía familiar de tal modo que la sociedad clase media a menores estratos sociales siente que, sin un cambio drástico en Washington, será muy difícil salir de este rumbo. Quizás hasta podrían empezar a pensar que también el capitalismo salvaje que les ha permitido disfrutar de los adelantos mas modernos, ademas de vivienda propia, con largos financiamientos que jamas pensaban, podría afectar su vida diaria, no era el sistema mas apropiado. Algo así se empezaba a vivir en nuestra Venezuela en 1998 hacia el final de la IV República, al punto que mientras mejor vivían los estratos altos, mas se deterioraba la clase media y la gente humilde en los alrededores de las grandes ciudades. Aspecto que no lucia podría ser alterado para el bien, en caso de llegar Enrique Salas Romer (FRIJOLITO, ¿recuerdan?) a Miraflores. De allí la sabiduría del pueblo en la escogencia del gobierno actual., aunque con sus “ideas infantiles”, como las llama internacionalmente el vasco UGALDE, la sociedad, sin quitarle un centavo a nadie, ha mejorado notablemente reduciéndose la pobreza critica de un 18% en 1998 a menos del siete por ciento este año.
Como sostenía el cardiólogo, Federico Moleiro, en TOQUECITOS GERENCIALES en Radio Nacional de Venezuela. Si las “ideas infantiles” pueden provocar el crecimiento sostenido en 4 años, que la gente coma coma mejor tres veces al día, tenga sitios de estudio gratuitos, la esperanza de una vivienda digna, centros de salud preventiva y de cura y docenas de beneficios sociales adicionales, pondría a los niños a dirigir al mundo, en vez de adultos corruptos y sangrientos que solo piensa en el enriquecimiento fácil. ¿Será que esta difícil situación social en el país del Norte pudiera ser el inicio de creer en el proceso revolucionario bolivariano? No nos alegra, por supuesto su sufrimiento, pero su solución esta en ver hacia Venezuela, como el ejemplo de un cambio profundo a una sociedad mas productiva e interesada en el bienestar de todo el planeta.
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