Hablar de la situación boliviana en el contexto del gobierno popular dirigido por el indígena aimará Evo Morales, instalado en esas tierras por el voto universal y democrático, obliga indiscutiblemente a hacer comparaciones y retrospectiva histórica de un país signado por las más cruentas conductas de racismo y discriminación social, sometimientos y amedrentamientos a los lideres que han osado desafiar a los gobiernos fascistas y despóticos. Bolivia fue independizada el 6 de agosto de 1825, siendo su primer presidente el Gran Mariscal Antonio José de Sucre, su primera constitución fue ideada por nuestro libertador Simón Bolívar, de la que toman el nombre de esa nación. Bolivia está conformada en un 80% por indígenas y campesinos que han sido excluidos y explotados durante toda la época colonial hasta la actualidad. Hoy, al igual que casi todas las hermanas repúblicas latinoamericanas, se gesta en tierras bolivianas, una nueva situación en la que se viene conformando una nueva estructura de poder para reconstruirla a favor de las mayorías empobrecidas. Bolivia fue una de las zonas de América donde se refugiaron asesinos nazis y croatas fascistas luego de la segunda guerra mundial, utilizados por la CIA, para infiltrar al ejército y fuerzas de seguridad de estado, manteniendo regimenes de dictaduras y terror. Los golpes de estado en Bolivia se sucedieron uno tras otro, producto de un concepto represivo del manejo del poder para beneficio de las familias que controlan el poder económico, las tierras y el gran capital aliado a las transnacionales.
En ese proceso de monopolio productivo y político, se van concentrando en cuatro departamentos de Bolivia las minorías enriquecidas, junto a los recursos energéticos (gasiferos y petroleros), estas regiones conocidas como la media luna boliviana, las conforman: Pando, Santa Cruz, Tarija y Benín. Representando hoy las zonas de mayor beligerancia y conflictividad opuestas al presidente boliviano. La propuesta autonómica de Santa Cruz por ejemplo, tiene un alto ingrediente desestabilizador, pues pretende separarse prácticamente del territorio boliviano, cuestión similar al intento de mutilación del Estado Zulia de la República Bolivariana de Venezuela, por encontrarse allí la mayor concentración de energía petrolera. No se puede dejar de lado que en Bolivia también se gestó un movimiento guerrillero importantísimo en la decada de los 60, con la presencia del comandante heroico CHE Guevara quien fue ubicado y fusilado por los rangers norteamericanos durante la dictadura de Barrientos. Estas razones conducen a pensar que la sombra del golpe militar y la influencia de los económicamente poderosos de esa hermana nación, no han desaparecido y la constituyente propuesta por el presidente Evo Morales, va a ser saboteada al igual que lo hicieron en nuestro país venezolano. Pero de todas formas se obtendrá la victoria popular.
La acción de Tupac amarú y tupac Katari, quienes dieron sus vidas por la libertad del pueblo indígena cuando España dominaba, está viva como un ejemplo para todos los habitantes de esta República, el referendo para presidente y los diez prefectos de los departamentos es una decisión tomada por el ejecutivo nacional, cuando menos les convenía a los sectores separatistas apoyados por el gobierno de George Bush, la autonomía planteada en la constituyente, está sujeta a los intereses nacionales y a todos los habitantes de esta región sureña. La conspiración contra el presidente Morales tiene rasgos muy comunes con la realidad venezolana. En principio, se trata del racismo más puro, desconociendo a un indígena presidente y por otro lado el rechazo a las políticas que favorezcan a los pobres. Es la misma clase social dominante que ha mantenido el poder durante muchos años en América Latina, en Venezuela fueron derrotados y en Bolivia, vencerán las mayorías, estamos en tiempos de grandes cambios.
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