De niño, tuve la oportunidad de oír en muchas ocasiones unos versos que muy probablemente fue una improvisación en un contrapunteo de velorio de cruz de mayo en Margarita. Los versos intentan comunicar la calificación que un cantador e improvisador, da a otro, que no logró un buen desempeño en un canto de galerón. Los versos como se verá seguidamente, dibujan perfectamente el desempeño de cualquier líder de la oposición Venezolana y dice así: Cantadores (Políticos*) como tú/ Yo tengo en la casa un ciento/Con el rabo(**) para fuera/Pa´ que no caguen dentro.
Este domingo (22/03/09) en su acostumbrada columna que publica Julio Borges en Últimas Noticias, colocó dos notas que permiten entender la “genialidad” que definitivamente persigue a los opositores. Una de esas nota la titula “¡Comer Venezolano!” y en ella detalla, entre otras cosas, el comportamiento de las compras nacionales e internacionales.
Por supuesto, el “análisis genial” de Julio Borges está escrito fundamentalmente para sus seguidores, que como lo he planteado en otras oportunidades, su exceso de ignorancia y la posibilidad de manipulación es completamente proporcional a la cantidad de títulos y especializaciones que poseen. Mientras más “especializados” y más cursos hayan hecho en el IESA o en universidades reconocidas internacionalmente con subsidios y becas del Estado Venezolano, más ignorantes y manipulables son. Los líderes de la oposición que no son brutos saben de esa debilidad y la explotan muy hábilmente.
Haciendo uso de esa habilidad de manipular y mentir que han desarrollado, Julio Borges comenta unos datos, pero como es de suponer, el manejo está hecho para unos “lectores” bobos. Borges, refiriéndose a la memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, dice lo siguiente:
“Allí se ve reflejado cómo las compras nacionales pasaron de unas 670 mil toneladas en 2007 a casi 780 toneladas en 2008, aumentando en un en 17%%, mientras que las compras internacionales pasaron de unas 740 mil toneladas en 2007 casi un 1 millón 100 mil toneladas en 2008, un aumento de casi 45%”
No es bueno que esto suceda en ningún país, pero deberíamos preguntarnos: ¿En la IV, que es el proyecto que defiende Borges, cómo era la dependencia alimentaria? ¿La producción alimentaria en la IV fue mejor que ahora? ¿Cuánto ha subido el consumo de alimentos de los venezolanos? ¿Será que ese incremento en la compra internacionales responde a que los pobres tienen ahora mayor poder adquisitivo y el aumento de la producción nacional no alcanza para satisfacer la demanda interna? ¿Será que ahora la gente como más? Claro, Borges descontextualiza el dato y por otra lado, es imposible que un fanático de la oposición se haga y responda esas preguntas. Son tan frágiles mentalmente que se quedan con la manipulación y la descontextualización que hace el “genial” Julio Borges.
Pero la “genialidad” de Borges queda mejor en la nota que titula “la Pita a Magglio Ordóñez”, cuando dice:
(…) Afortunadamente esa conducta, la cual condenamos, ha dado paso a una actitud más madura por parte de la afición (…) Sin avalar la pitas (aquí viene la genialidad) podemos entender la frustración que tienen muchos compatriotas exiliados involuntariamente en EEUU ante la persecución gubernamental y la falta de oportunidades en su país. Las pitas son una forma de protestar contra el gobierno más que el ataque a un pelotero que tienen que vivir con la contradicción de trabajar, morar y prosperar en el imperio gringo que tanto detesta el Presidente”
Con la “falta de oportunidades”, Borges “ignora” que el desempleo en el país ronda el 6%. Pero no es esta la frase clave en esta nota, Borges prácticamente confiesa su sentimiento antinacional y su “genialidad” está en compartir la pita y haber deseado el ponche de Maglio y con ello, toma sentido esa lógica de apostar por la derrota de Venezuela en cualquier evento deportivo. Palabras más palabras menos, esa frase forma parte del ideario de los líderes de la oposición: Todo lo que significa la derrota de Venezuela es bueno y hay que aplaudirlo, porque a través de ese deseo, estamos derrotando al dictador.
(*) La palabra polítocos la coloque ahora para sustituir a la de Cantadores
(**) La palabra que utiliza el verso no es precisamente la de “rabo”, pero la colocamos como una manera de no complicar el sentido.
evaristomarcano@cantv.net