No fueron efectivos los strikes que el lanzador estadounidense afrodescendiente de nombre musulmán, pretendió hacerle aceptar al mundo en la Cumbre de las Américas. En Venezuela los pitiyanquis alborozados creían que su “negrito”, como lo llaman, haría morder el polvo a ese barinés “bembón” nacido en Sabaneta, a quien mencionan con odio irracional. Los acontecimientos los sorprendieron como siempre, cuando el dirigente venezolano cultor de la doctrina bolivariana-martiana-sanmartiniana-morazaniana-farabundiana-tupacamaruana, o como se antoje llamarla en su evolución panhemisférica, no sólo fue caballeroso con el recién estrenado Jefe de Estado de gringolandia, quien discurseó promesas a largo plazo a condición de pedirnos que “olvidemos el pasado”, sino que en actitud de quien da una lección a la evidente falta de conocimiento o analfabetismo funcional tradicional de los estadounidenses respecto a Latinoamérica, le obsequió el famoso libro “Las venas abiertas de América Latina” del uruguayo Eduardo Galeano. Los saludos del nuevo actor político Barack Obama, con el revolucionario del sur Hugo Chávez, dieron la vuelta al mundo y el libro bate récord de venta internacional. Las naciones del ALBA anunciaron que no firmarían la declaración final y en definitiva nadie lo hizo, a excepción del anfitrión Primer Ministro de Trinidad y Tobago, una declaración que en su esencia fue preparada hace dos años cuando mandaba Bush, hecha para asegurarse que en la quinta cumbre en el año 2009 los asistentes Presidentes y Jefes de Gobierno signaran un documento complaciente, el cual fue por cierto ironizado por el presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien afirmó que era como aceptar contestarle a alguien que le pregunte si usted quiere a su abuelito… Desmontada la hipocresía diplomática de Washington, el capitalismo imperialista quedó desnudo o cuando menos “como la guayabera”, es decir, fuera de la realidad. Realidad que durante tantos años han pretendido ocultar y hoy les explotó en la cara con la crisis mundial provocada por ambiciones capitalistas salvajes de la política estadounidense, sin orientación ni ideas, pretendiendo que “de ahora en adelante” hagamos borrón y cuenta nueva, precisamente en momentos cuando el mundo sufre un gigantesco colapso debido a la hipocritocracia capitalista del sistema que boquea al borde del nocaut, buscando desesperadamente oxígeno para sacarse la andanada de golpes ideológicos y nacionalistas, conectados por una nueva América no sólo latina sino anglosajona y francoparlante, como lo demuestran numerosas manifestaciones de protesta contra el imperialismo en múltiples países de los 34 representados en Trinidad Tobago, culminando deliberaciones justo el día de celebrarse en Venezuela 199 años del 19 de Abril de 1810, cuando dio inicio por primera vez en las colonias de esta parte del mundo, un movimiento independentista firme con el propósito de sacudirnos aquel otro imperialismo, el colonialismo español. En definitiva, no podemos “olvidar”, porque a alguien o a unos pocos les interese por razones políticas, recordemos sin embargo por cuanto lo cortés no quita lo valiente, que el pueblo venezolano a través de su revolución pacífica, socialista y bolivariana, prosigue ejemplarmente expandiendo su influencia en América y prácticamente en el mundo entero.
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