Entre los pueblos de Colombia y Venezuela no hay otra cosa que lazos de hermandad, la burguesía nuestra y colombiana poco ha comentado el respaldo del pueblo colombiano a El Libertador, trataron de borrar nuestra historia y la gesta heroica de un pueblo que no escatimó esfuerzos para reconquistar la república, sin importarle de que lado de la frontera estuviese, solo la oligarquía y los traidores del pueblo se ciñeron a los mapas para dividirnos y hacernos presa fácil del poder imperial. Bolívar con su visión universal entendió que Colombia y Venezuela son una misma patria y por ello cuando, luego de la caída de la primera república, desde Colombia conformó un ejército multinacional y volvió a la patria para luego concebir La Gran Colombia. Las oligarquías tanto de Colombia como de Venezuela siempre vieron con ojeriza la unión de los pueblos venezolano y colombiano, por tal razón siempre se ha conspirado contra la unión y lo seguirán haciendo, hasta que triunfen los pueblos y barran con las oligarquías apátridas; sobretodo ahora que los pueblos despiertan con una fuerza telúrica para hacer revoluciones y cambios el imperio se entromete y pretende que nosotros mismos nos matemos en la ecuación perversa de sus malévolos planes.

En medio de ese huracán le correspondió jugar el papel que juega hoy el comandante Chávez, gústenle o no le guste a las oligarquías, al imperio o a cualquier fuerza que pretenda impedir el avance de los procesos de liberación en Sur América, pero el papel de Chávez en este momento histórico es determinante.

Tanto el pueblo colombiano como el venezolano viven momentos de agudización de la laucha de clases; la burguesía colombiana apadrinada por el imperio coincide con la burguesía venezolana en los planes de "detener a Chávez" a como de lugar. Para ello diseñan los más inverosímiles planes de desprestigio del Comandante, pretenden asesinarlo moralmente, lo intentan vincular al narcotráfico, pretenden involucrarlo a las guerrillas y quieren crear en el imaginario colectivo de ambos pueblos a un Chávez causante de la terrible violencia que vive Colombia.

Medios de distinta índole y procedencia generan matrices de opinión, miles de artículos circulan por distintos medios, cantidades inimaginables de dólares se invierten en la tarea de "asesinar moralmente" al comandante Chávez y según los planes de estos ideólogos burgueses, logrado el asesinato ideológico de Chávez, el otro asesinato, el físico es "juego de niños" para la poderosa maquinaria de guerra y de muerte del imperio.

En ese contexto se activa lo que podríamos llamar "el encuentro con la otra Colombia", la Colombia de los valores, la Colombia de la lucha por los derechos humanos, la Colombia de la lucha por la paz. Las oligarquías se unen en torno a la consolidación de un bloque que enfrente la revolución, las bases militares obedece a un plan cuya primera fase incluye lo psicológico y luego lo físico que pasará indefectiblemente por el acoso a nuestras fronteras generando la violencia y la muerte. Claramente el imperio amenaza a Venezuela y Ecuador, a Colombia la aterroriza con paramilitares y "los falsos positivos" en la política de Seguridad Democrática de Uribe que no es otra cosa que el fundamentalismo militarista estadounidense, debidamente acompañado este plan en lo económico por "el fundamentalismo de libre mercado", esta vez no solo de productos tradicionales sino también de una de las mayores fuentes de ingresos de la economía estadounidense, el narcotráfico, pero este tema lo analizaremos en otra oportunidad.

Decíamos que a la par con la consolidación en Colombia de todo este cuadro de guerra, narcotráfico y violencia surge la batalla por la paz en ese país. Nada más oportuno que la batalla por la paz en Colombia en estos momentos en donde el imperio pretende desatar un espiral de violencia con un solo objetivo, frenar las revoluciones de estos pueblos suramericanos. El encuentro del presidente Chávez con diversas personalidades de Colombia encabezadas por la senadora Piedad Córdoba y los distintos planteamientos para activar a los pueblos en defensa de la paz representa un duro golpe para las pretensiones imperialistas; si se logra activar LAS BASES DE PAZ en Colombia y Venezuela fundamentalmente, si se logra llevar al pueblo colombiano todo el terrible peligro que significa una confrontación armada entre dos países hermanos como parte de un plan imperial que contempla incendiar a Suramérica, para desestabilizarla, y en medio de esa terrible situación sacar provecho con sus maniobras; y todo el pueblo asume que la defensa de la paz termina siendo la defensa por el futuro de ellos y sus generaciones futuras; si se logra internalizar todo esto, la batalla contra el imperio en Colombia está ganada.

El presidente Chávez como le corresponde lleva a cabo su papel revolucionario; articular a los pueblos, lanzar lineamientos que salvaguarden los intereses más sagrados de estos pueblos e impulsar el reencuentro de todos los factores que no estén entregados a la política Uribista y al imperio. De allí surgirá un formidable movimiento y eso lo sabe el imperialismo por lo cual intentará por todos los medios de torpedear estas iniciativas. Por lo antes expuesto, la cooperación venezolana con el pueblo colombiano en esta hora es vital y fundamental; retomando la carga histórica que une a los dos pueblos, tanto venezolanos como colombianos deben tener perfecta claridad en la imperiosa necesidad de la unión. El planteamiento de articular esfuerzos entre alcaldes, diputados, concejales y gobernadores, empresarios, movimientos sociales, etcétera, seguramente será atacado con furia por la oligarquía de ambos países con sus medios de comunicación, es allí en donde el pueblo venezolano está llamado a volver al siglo XIX, a la batalla por la independencia, a las orientaciones estratégicas de Bolívar y entender que la batalla contra el imperio, contra el capitalismo es mundial.