Curiosamente, descubrimos
que después de huir “una inmensa prisión con muros ideológicos17”,
para retomar las palabras que usa para referirse a su país de nacimiento,
decidió, dos años después, durante el verano 2004, dejar el paraíso
suizo –una de las naciones más ricas del mundo – para regresar
al “barco que hace aguas a punto del naufragio” como califica metafóricamente
la Isla.18 Frente a esta nueva contradicción, Sánchez explica
que eligió regresar al país donde reinan “los gritos del déspota”19,
donde “seres de las sombras, que como vampiros se alimentan de nuestra
alegría humana, nos inoculan el temor a través del golpe, la amenaza,
el chantaje20”, “por motivos familiares y contra la opinión
de conocidos y amigos”.21
Cuando se lee el blog
de Yoani Sánchez, donde la realidad cubana se describe de modo apocalíptico
y trágico, uno tiene la impresión de que el purgatorio, en comparación,
es un balneario, y que sólo el calor asfixiante de la antecámara del
infierno da una idea de lo que viven cotidianamente los cubanos. Ningún
aspecto positivo de la sociedad cubana aparece. Sólo se cuentan las
aberraciones, injusticias, contradicciones y dificultades. Por consiguiente,
al lector le cuesta entender que una joven cubana haya decidido dejar
la riquísima Suiza para regresar a vivir en lo que se asimila al infierno
de Dante donde “los bolsillos se vaciaban, la frustración crecía
y el miedo acampaba”.22 En su blog, los comentarios de
sus partidarios extranjeros florecen al respecto: “No entiendo tu
regreso ¿Por qué no le diste un mejor futuro a tu hijo?”, “Estimada
amiga quisiera saber el motivo por lo cual decidiste regresar a Cuba”.23
En cambio, algunos
de sus compatriotas que viven en el exterior, decepcionados por el modo
de vida occidental, también le expresan su deseo de regresar a vivir
en Cuba: “Regresaré, “vivo en Miami [desde] hace 7 años […]
y a veces también me cuestiono el hecho de si valió la pena el destierro
físico”, “Me falta mi gente […].Alguna vez lo haré, volveré
a casa con mi esposo alemán- otro loco que está de acuerdo en solicitar
residencia allá”, “¿Por qué regresaste?…soledad, nostalgia,
añoranza. [Luego refiriéndose al mundo occidental] caras raras, gente
triste y enfadada con el resto de la humanidad sin saber por qué, políticos
igual de corruptos, y muchos días grises. No hace falta que expliques
nada. Hace 14 años no hay soles en mi mapa del tiempo”, “Reenvié
[la información] a mi papá quien vive en las afueras de Cuba, quien
tiene en planes regresar”.24
Una de dos, o Yoani
no está en sus cabales para decidir dejar la Perla de Europa y
regresar a Cuba, o la vida en la Isla no es tan dramática como la descripción
que ella presenta.
En una intervención
en su blog en julio de 2007, Yoani relató detalladamente la anécdota
de su regreso a Cuba. “Hace tres años […] en Zürich […], decidí
regresar a quedarme en mi país”, anunció, subrayando que se trataba
de “una simple historia del regreso de un emigrante a su terruño”.
“Compramos billetes de ida y vuelta” para Cuba. Entonces Sánchez
decidió quedarse en el país y no regresar a Suiza. “Mis amigos creyeron
que les hacía un chiste, mi mamá se negó a aceptar que ya su hija
no vivía en la Suiza de la leche y el chocolate”. El 12 de agosto
de 2004, Sánchez se presentó en la oficina de inmigración provincial
de La Habana para explicar su caso. “Tremenda sorpresa cuando me dijeron,
pide el último en la cola de los ‘que regresan’ […].Así que
encontré, de pronto, otros “locos” como yo, cada uno con su truculenta
historia de retorno”.25
En efecto, el caso
de Sánchez está lejos de ser un caso aislado, como lo ilustran
esta anécdota y los comentarios dejados en su blog. Cada vez más cubanos
que escogieron emigrar al extranjero, después de enfrentarse a numerosas
dificultades de adaptación y descubrir que “El Dorado” occidental
no brillaba tanto como habían imaginado y que los privilegios de los
cuales gozaban en casa no existían en ninguna otra parte, deciden regresar
a vivir en Cuba.
En cambio, Yoani Sánchez
omite contar las verdaderas razones que la llevaron a regresar a Cuba,
más allá de las “motivos familiares” que evocó (motivos que su
madre no compartió aparentemente, vista su sorpresa). Las autoridades
cubanas le concedieron un trato favorable por razones humanitarias,
permitiéndole recuperar su estatus de residente permanente en Cuba,
a pesar de que estuvo más de 11 meses fuera del país.
En realidad, la estancia
en Suiza estuvo lejos de ser tan idílica como había previsto. Sánchez
descubrió un modo de vida occidental completamente distinto al
que estaba acostumbrada en Cuba, donde, a pesar de las dificultades
y vicisitudes cotidianas, todos los ciudadanos disponen de una alimentación
relativamente equilibrada a pesar de la libreta de abastecimiento y
de las penurias, de acceso a la atención médica y a la educación,
a la cultura y al ocio gratuito, de una vivienda y de un ambiente de
seguridad (la criminalidad es muy baja en la Isla). Cuba es quizás
el único país del mundo donde es posible vivir sin trabajar (lo que
no siempre es algo positivo). En Suiza, Sánchez tuvo enormes dificultades
para encontrar un trabajo y vivir decentemente y, desesperada, decidió
regresar al país y explicar las razones de ello a las autoridades.
Según éstas, Sánchez habría suplicado llorando a los servicios de
inmigración que le concediesen una dispensa excepcional “para revocar
su estatuto migratorio”, y se lo concedieron.26
Yoani Sánchez ha decidido
ocultar esta realidad cuidadosamente.
Sigue:
- “La ciberdisidencia”
3/3
Revisado por Caty
R.
Notas
15 Correspondencia con su
Excelencia Señor Isaac Roberto Torres Barrios, Embajador de la República
de Cuba en Berna, 17 de noviembre de 2009.
16 Yoaní Sánchez, «Mi
perfil», Generación Y.
17 France 24, «Ce
pays est une immense prison avec des murs idéologiques», 22 de octubre
de 2009.
18 Yoaní Sánchez, «Siete
preguntas», Generación Y, 18 de noviembre de 2009.
19 Yoaní Sánchez, «Final
de partida», Generación Y, 2 de noviembre de 2009.
20 Yoaní Sánchez, «Seres
de la sombra», Generación Y, 12 de noviembre de 2009.
21 Yoaní Sánchez, «Mi
perfil», Generación Y, op. cit.
22 Yoaní Sánchez, «La
improbable entrevista de Gianni Miná», Generación Y, 9 de
mayo de 2009.
23 Yoaní Sánchez, «Vine
y me quedé», Generación Y, 14 de agosto de 2007.
24 Ibid.
25 Ibid.
26 Correspondencia con su
Excelencia Señor Orlando Requeijo, Embajador de la República de Cuba
en París, 18 de noviembre de 2009.
(*)Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne -Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista francés, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Acaba de publicar Cuba: Ce que les médias ne vous diront jamais (Paris: Editions Estrella, 2009).