En República Dominicana

2009 sin agosto

Figueroa Agosto, mejor conocido como Agosto, es un capo puertorriqueño, prófugo de la justicia por la gracia y la protección de importantes estamentos de poder político y militar de la República Dominicana.

En un allanamiento practicado en una de sus lujosas residencias incautaron en unos de sus vehículos blindados la suma de cuatro millones y medio de dólares correspondientes a una parte de sus ingresos semanales. La otra parte quedó en manos de los jefes de ese operativo en el que también apresaron a su amante Sobeida Félix, que tratada en forma benevolente por las autoridades judiciales, días después emprendió la “fuga” hasta la fecha.

En tiempo de Navidad fue asesinado el coronel policial González y González, lugarteniente del capo boricua. Y frente al intento de las autoridades policiales de atribuirle al referido jefe mafioso ese otro crimen, desde la clandestinidad, en llamada telefónica ofrecida al escuchado programa radial “El Gobierno de la Mañana de la Z-101, éste acusó a altos oficiales de la D NCD de ese hecho, luego de explicar que el fenecido coronel había sido el intermediario del soborno millonario que posibilitó su fuga y posiblemente la de Sobeida.

Dice el ingenio popular que el 2009 fue un año de once meses: “que se quedó sin agosto”. Se quedó sin agosto y terminó sin González, quien, al decir de Agosto, era su compadre, su enllave, su alicate… y no precisamente para jugar “bellugas”.

Así las cosas, es difícil de creer la versión oficial que tiende a atribuirle el asesinato del coronel González y González al litoral de Agosto y aceptar que fueran tan tontos como para usar en ese operativo una de las yipetas propiedad del “fugitivo”.

Más próxima a la verdad parece la explicación del capo fugitivo de que los beneficiarios del soborno millonario que posibilitó su “escape” y el de Sobeida se decidieron por “borrar del mapa” el eslabón que hizo de “puente” entre mafias civiles y militares para ese contubernio y posiblemente para muchas otras fechorías.

Eso no es de extrañar en los predios de la Dirección Nacional Antidroga (DNCD) y de su departamento de “operaciones”, puesto que históricamente, desde los tiempos de los generales Guerrero Peralta y Ventura Bayonet (uno con Miguel Vargas-PRD y otro con Leonel Fernández-PLD) en sus estructuras de mando han existido –y existen- piezas claves del narco-estado dominicano que se ha venido conformando en estrecha relación con el régimen narco-paramilitar-terrorista de Colombia. No olvidemos que Ventura Bayonet es vice-ministro de las Fuerzas Armadas después de esos hechos y después de encabezar como jefe de estado mayor el sicariato (ojo a la matanza de Paya y a otras fechorías parecidas) formado recientemente en la Marina de Guerra y de enriquecerse cobrando peaje, escoltando cargamento y dando “tumbes” en el bajo mundo de las drogas.

Pero lo más grave es como los funcionarios civiles y militares asociados a los narco-delitos y a otras formas de corrupción, controlan a su vez las “investigaciones” de esos hechos y cuentan con los medios para enrarecerlas y desviarlas hacia responsabilidades menores o falsas.

Ahora las autoridades policiales y judiciales exhiben un activismo febril contra ciertos jovenzuelos responsables en el segundo y tercer nivel del “lavado” de la fortuna de Agosto a través de las colecciones de costosos vehículos deportivos; todo esto para aparentar eficiencia y disposición a sancionar, ocultando y protegiendo las complicidades mayores, incluidas las propias.

Sin embargo, hay que preguntar: ¿Por qué no dar a conocer los vídeos incautados que dan cuenta de la complicidad de altos funcionarios gubernamentales, incluidos ministros y generales del círculo íntimo de Leonel Fernández?

¿Por qué no indagar los vínculos que motivaron los contratos concedidos a las hermanas Peláez (asociadas a Agosto) por una poderosa oficina de obras del Estado y la vecindad y amistad de su ministro-gerente, actual secretario de organización del partido de gobierno, ingeniero Félix Bautista, con el fenecido coronel González?

¿Por qué no investigar los vericuetos que condujeron a que la yipeta Mercedes Benz blanca, blindada, capturada en la casa de Sobeida, fuera previamente usada por el presidente colombiano Álvaro Uribe en una de sus visitas país? ¿Qué relación entre el personal de inteligencia de su embajada y el cartel colombiano que apadrina al capo Figueroa Agosto puede implicar ese hecho? ¿Qué papel están jugando en la actualidad el general Montoya y asociados en esos entramados mafiosos que se extienden hasta Haití?

¿Cuáles son en este caso los vínculos de poder corrompido colombiano a poder corrompido dominicano? ¿Por qué no darle seguimiento a los indicios que posibilitan determinar a qué cartel colombiano responde Figueroa Agosto y cuáles generales y políticos dominicanos están asociados a él como mayoristas del negocio de la droga?

Bien se sabe por qué los “investigadores” descartan esas pistas: las mafias civiles y militares no se suicidan, usan a fondo su poder para generar impunidad. ¡Hasta que llegue la hora de los hornos!


narcisoisaconde@gmail.com


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Narciso Isa Conde


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