Análisis abierto

La esperanza en la Alameda de Allende

“…El deleite fluía por aquéllas arterias mitificadas del Rey, mientras éste parecía envolver a su Pueblo haciéndoles creen en la libertad con pequeñas libaciones de liberalismo imaginario; no obstante, el Pueblo tomó sus idearios inconcretos y los fue formando entre derrotas y victorias hasta que el Emperador fue objeto de su propio colapso.”

Corrían los años 70 en un Mundo cargado de manipulaciones mediáticas, donde la astucia consistía en gobernar países con la mano derecha, ideas reubicadas con un alto matiz de reformismo pero manteniendo los códigos económicos de los sistemas monárquicos. Estas causas y otras les sobrevinieron a Salvador Allende en aquel infame día en La Moneda, donde la llama se apagó entre Teatinos, Morandé y La Alameda del Libertador Bernardo O’Higgins; un Presidente que quizás no tuvo el artificio de unificar su Pueblo y Fuerzas Armadas, posiblemente por los ardores fugases inclementes del tiempo y la premura de sus dictámenes, es que el mismo Che ya lo había avizorado 3 años antes cuando manifestaba que: "el camino es largo y lleno de dificultades; a veces por extraviar la ruta, hay que retroceder; otras, por caminar demasiado aprisa, nos separamos de las masas; en ocasiones por hacerlo lentamente, sentimos el aliento cercano de los que nos pisan los talones”. Pues Salvador acaso caminó tan apresurado que tal vez se separó de las masas y estos no pudieron seguirle, cosa muy similar a la ocurrida en Venezuela cuando no se logró la Reforma, dispositivo eminente para alcanzar el Estado Socialista que tanto se desea pero a su vez se le teme por causa de los códigos y perversiones viejas que aún persisten. Querido lectores analíticos, Chile acaba de elegir a un Presidente cuyas ideas son abiertamente derechista, pese a un gobierno saliente con formación “centro-izquierda” término potencialmente ambiguo, sin embargo, las actuaciones de éste último gobierno no precisaron claramente los pensamientos del socialismo científico iniciados por Marx, Engels, Proudhon y quienes de alguna manera lo desarrollaron como Luxemburgo, Trotsky y Lenin entre otros y otras. Muy difícil fue la inserción de un modelo socialista por la Alameda de Allende, ya que luego del brutal asesinato de Salvador sólo se instauró la derecha en su forma más complacida con el advenimiento del totalitarismo de Pinochet, estancia de 17 años; luego la oligarquía diseñó un “buen” plan para tentaculizar las estructuras económicas, políticas y sociales para dominar al Pueblo mediante una democracia representativa, donde se le dió textura bajo el nombre “La Concertación de Partidos por la Democracia” conocida simplemente como “Concertación” de carácter “Centro e Izquierda moderada” término explicado antes, tal cual le fue vendida al Presidente Hugo Chávez pero éste la rechazó por ser de naturaleza reformista; su primer proyecto piloto lo fue Patricio Aylwin, un democratacristiano al estilo de la casi extinta organización Copei, utilizando como retorica y agenda la “Transición a la Democracia”, algo parecido al “Pacto de Punto Fijo”; una de sus peor es encomiendas fué la creación de la “Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación”, encargo únicamente para reconciliarse entre la misma derecha excluyendo a las y los comunistas chilenos. Luego asciende al Poder el segundo democratacristiano, Eduardo Frei, cuya venta de Chile fué a través del llamado “Regionalismo Abierto” la quinta columna que le serviría al Imperio Estadounidense para destronar al Mercosur, sin embargo, éste encargo no se les pudo concretar. Prontamente sube a la Presidencia Ricardo Lagos, un centro izquierdista cuya balanza se inclina hacia la derecha gatopardiana, su “mejor” papel fué la estampa de su firma en el “Tratado de Libre Comercio” con Estados Unidos. Prontamente asume la Presidencia Michelle Bachelet, hija de Alberto Bachelet, militar quien se opuso resistentemente al Golpe de Estado en 1973 contra Allende y esto le causaría la muerte; con este cambio el Pueblo de Chile ya vislumbraba la Esperanza de Allende por la Alameda, pero sin duda, sólo fueron sueños de quedarían en las ultratumbas, ya que su gestión estructuró sistemáticamente el advenimiento de la derecha fascista con la llegada de Sebastián Piñera, el nuevo Peón que le dará tentáculos al Imperio norteño para tratar de desmantelar los cambios que se vienen generado en América con la venida a los gobiernos de los pueblos, sin duda éste nuevo títere trae consigo un discurso ya encendido en contra del Presidente Chávez, pero lo que quizás no sabe éste hitleriano es que Chávez ya es Pueblo en América del Abya Yala.

(*) Estudiante de Estudios Jurídicos /
carlosg2021@yahoo.com


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Carlos Gutiérrez


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