“…dame un follaje vasto y denso,
tanto como han de precisar
los que en el bosque humano, inmenso,
rama no hallaron para hogar...”.
Gabriela Mistral
En medio de las dificultades por la que atraviesan las relaciones colombo venezolanas, salpicadas por un tenso e incierto proceso electoral y, de la intensa campaña mediática que se adelanta en el hermano país con el insano e ingrato propósito de promover el chovinismo y la animadversión en contra de los venezolanos, nuestra embajada en Bogotá decidió enviar al pueblo colombiano una señal inequívoca de hermandad y de paz.
Con ese fin, se incluyó en el programa de conmemoración del bicentenario del 19 de abril, la siembra, en la antigua residencia de El Libertador en Bogotá y sede actual del Museo “Quinta Bolívar”, del “Árbol de la Hermandad Bicentenaria”, como un símbolo de la fraternidad que históricamente se han profesado los pueblos de Colombia y Venezuela, que habiendo luchado juntos por la independencia, siempre han vivido en paz.
Se trata de un ejemplar autóctono del Guaraira Repano denominado “Nogal de Caracas” o “junglas venezuelensis”, donado por el emblemático Jardín Botánico de Caracas que dirige la Doctora Argelia Silva, el cual había sido reportado como extinto desde el siglo XVIII, pero a raíz de la trágica vaguada que ocurrió en el Estado Vargas en diciembre de1999, se descubrieron algunos especímenes que permitieron iniciar la recuperación de esta valiosa especie vegetal.
Con el correr de los años, se hará grande y frondoso, como el futuro común de independencia y libertad que estamos obligados a conquistar ambos pueblos, venciendo las dificultades que hoy, igual que ayer, tercamente parecen alejarnos de esa vieja aspiración. El compromiso es cuidarlo con la dedicación y el empeño de quien cultiva una frágil flor, como lo hacía el “Principito”, quien raudo y fugaz, una noche luminosa del desierto conmovió a Saint-Exuspéry, para que el sueño de Gabriela Mistral se haga realidad.
gamarquez2@yahoo.com