Unidades antimotines de la Policía Nacional de Ecuador reprimieron este martes a manifestantes y pobladores de un barrio popular ubicado en la capital, Quito, mientras que atacaron con bombas lacrimógenas el recinto de la Universidad de Cuenca.
En la decimosexta jornada del Paro Nacional, medios locales de comunicación publicaron en las redes sociales videos subidos por habitantes del sector de San Miguel del Común, en el norte de Quito, donde pueden escucharse testimonios sobre la represión policial.
“Así se ve en estos momentos San Miguel del Común, policías reprimen a los manifestantes y habitantes de este sector, expresan los vídeos ciudadanos”, mencionó el medio La Calle en su cuenta de Twitter.
El medio comunitario Wambra reportó por su parte que mientras la Asamblea Nacional realizaba la votación sobre la destitución del presidente Guillermo Lasso, en San Miguel del Común, al norte de Quito, la “Policía reprimió con gas lacrimógeno”.
“Habitantes denuncian que niños fueron asfixiados y varios heridos. No está confirmada la muerte”, agregó.
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos reportó por su lado una “fuerte represión en la Universidad de Cuenca”, ubicada en la ciudad del mismo nombre, en la provincia de Azuay, situada en el sur del país.
“En el lugar hay cientos de personas y la Policia de Ecuador se encuentra lanzando bombas lacrimógenas. ¡Exigimos que pare la represión!”, manifestó el organismo no gubernamental.
En tanto, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, expresó este martes que teme por su vida porque ha recibido amenazas de muerte.
La Conaie mantiene ya dos semanas de protestas en demanda de un pliego de 10 puntos relacionados con la reducción del precio del combustible, alivio económico, empleo, educación, derechos laborales, protección de los territorios ante la gran minería y eliminación de la privatización de empresas estatales, entre otras necesidades colectivas.
El lunes pasado el movimiento indígena que sostiene el Paro Nacional mantuvo un primer diálogo con representantes de los distintos poderes estatales, mismo que fue suspendido este martes por el presidente Lasso.
Presidente de Ecuador cierra diálogo
El llamado lo hicieron diversos dirigentes de organizaciones sociales y el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, con quien el mandatario de la república, Guillermo Lasso, anunció que no dialogará más.
«Es un momento en el que necesitamos de todos los ecuatorianos, de tener y poner todo lo que necesitemos para pacificar, en este proceso, sin renunciar a lo que hemos venido», aseveró el líder de pueblos y nacionalidades en declaraciones a la prensa tras la suspensión de la mesa técnica con el Gobierno.
AL respecto, describió como justos los reclamos de los movilizados, quienes son parte de la sociedad y demandan respuestas sobre temas sensibles, por lo cual no se debe retroceder después de haber logrado avances en las conversaciones iniciadas la víspera en la tarde, tras 15 días de protesta popular.
En ese sentido, señaló que el diálogo no puede ser con imposición de ninguna de las partes o condicionamientos, pero pidió bajar el tono de ambos lados.
«Usted ha dicho que no dialogará con Leonidas Iza. Está muy alejado de la realidad al pretender que quitarle la voz a un dirigente va a funcionar», dijo en un mensaje directo al dignatario.
Por otro lado, advirtió que no es la movilización la causa de una capital o país sitiado, sino la pobreza, la delincuencia, el narcotráfico y para resolver esos problemas la Conaie intentó un año de diálogo, pero al no resolver recurrió a la protesta.
Insistió en que ofrecen todas las garantías para llegar hasta el fin de las negociaciones, con las respuestas esperadas por la mayoría de los ecuatorianos.
Al respecto, afirmó que respetan a quienes están en desacuerdo con las movilizaciones y eso mismo demandan para los manifestantes y el proceso en curso.
Iza agradeció el rol desempeñado por los garantes de las conversaciones y les solicitó mantenerse en la mesa, además de extender la invitación a participar al monseñor Luis Cabrera, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
«Llamamos a la unidad, a la paz y seguimos en este proceso esperando para continuar el diálogo», aseveró, e insistió en el pedido a las comunidades de permitir el paso de abastecimientos y de productos necesarios para la vida en distintas ciudades donde hoy hay carencias.
El cierre del diálogo ocurrió tras un incidente que derivó en la muerte de un uniformado y otros 12 heridos, mientras custodiaban un convoy para trasladar combustible, de lo cual el Gobierno responsabilizó a manifestantes de una comunidad indígena, quienes a su vez rechazaron la denuncia.
Con información de Telesur / Prensa Latina.