"No existen más que dos reglas para escribir:
tener algo que decir y decirlo,
porque en el proceso de la escritura
la imaginación y la memoria se confunden"
Oscar Wilde
En la mañana del jueves, me encontré a un viejo amigo, en lo que era un supermercado muy surtido de un comerciante asiático. Apenas nos estrechamos las manos, me hizo una observación muy interesante, el cual ha venido recogiendo en los distintos medios de comunicación; tan veloces y diversificados en la era de la tecnología celular, y las páginas web vía internet que, cualquier estornudo lo relacionan con el verbo peer. Me cuenta el compañero, que la oposición, y los "nuevos" adversarios al proyecto bolivariano no conocen otra palabra, sino el madurismo; algunos dejaron a un lado las guarimbas para pasar a un lenguaje escrito, cargado de ofensas en el cual reflejan la frustración al no ver caer al gobierno, motivo por el cual no duermen tranquilos.
La conversación se me hizo tan amena, que por momentos olvidé lo que iba a comprar, escuchando en el instante del mediodía el ruido de la "santa maría" anunciando el cierre del negocio. En el regreso al hogar, me vino a la memoria un caso muy conocido en APORREA. ORG, el cual me sirve para refrescarle la memoria a un grupo de escribientes, el cual andan desbocados, como caballos de carrera con títulos a los artículos, y por supuesto en el contenido por demás cargados de tono, para llamar la atención de los lectores. Me refiero al disparate del abogado y profesor universitario Jesús Manuel Silva, quien, hasta el momento del incidente verbal, era un activo escribano de la página –muy leído y polémico– pero se pasó de la raya con un escrito, donde utilizó nuestro valioso, y rico lenguaje, para herir la sensibilidad de los admiradores y familiares de Evio di Marzo, asesinado de manera lamentable por un desadaptado; al referirse a su hermano: Jordano, con palabras fuera del contexto.
Estoy seguro que ningún lector de la página, olvida ese inoportuno resbalón de Jesús Silva; aprovechado al máximo por otro diligente escribiente su tocayo Jesús Antonio Vivas Santana, quien, le echó plomo del grueso–morrocoy diciéndole conchudo a cachicamo– hasta satisfacer sus deseos: no verlo más, en la página de APORREA; como quien dice: "los errores se pagan caros" y en tiempos de confrontación, cualquier desliz te puede llevar al fondo del "abismo".
Las veces que puedo revisar la página, me encuentro con la opinión del amigo, reflejada en muchos artículos: empezando precisamente por el profesor Vivas Santana, a quien no se le puede acercar nadie sin una mascarilla, porque carga en la boca la palabra BAZOFIA, como si fuera un trofeo, o uno de esos estrafalarios adornos de los jóvenes de ahora. Dice un refrán bíblico: "Con la vara que mides, serás medido" ¡Bueno! Hay que tenerlo presente en cada expresión tanto escrita, como hablada; de lo contrario vamos a convertir la comunicación en una charca. Y sino creen en lo que estoy expresando, les recomiendo leer el artículo de Amaranta Rojas (El "padre" Virtuoso en confesión imaginaria con Ugalde en la iglesia de prado del este) donde pone en boca de dos personajes, un vocabulario muy pobre queriendo dársela de graciosa.
Por otro lado, el "santo" de Rafael Ramírez, desesperado por evadir la responsabilidad antes la crisis, esta ayudando a llenar la charca al utilizar la palabra estúpido, y todo el mundo sabe a quién va dirigida, pero va tener que apartarse para que no le caiga encima. Con toda razón, una señora, sin ningún grado académico, siempre repite una expresión: "Al final lo que cuenta es el comportamiento, y no la plata"
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