Un pobre que defiende a un rico, un asalariado que protesta a favor de quien lo explota, un indigente izando una banderita de la oposición en una calle del Chacao, un habitante del barrio "orejita 'e Dumbo" peinando a sus hijitos para llevarlos a pasear al Sambil...¡Que alguien me lo explique!
He visto con estos ojos que se han de comer mis panas los gusanos, a mucha gente de mi clase; es decir la clase que sube cerro y escucha vallenatos bajo el fragor de una balacera entre bandas, maldecir a la revolución. Mas luego los he observado haciendo la cola para mitigar el hambre en una Casa de Alimentación que es obra de la Revolución. ¡Se cansa uno!, como diría aquel pegoste viejo que se enamoraba de adolescentes y que afortunadamente en este instante debe estar bañándose en las pailas hirvientes del infierno azuzado por Franco, Hitler y Guardajumo.
No entiendo como puede suceder esto. En ministerios e institutos del Estado los quejumbrosos sindicatos adecos se mueven como bailarines de minuet. Reciben el dinero del aumento, cobran pensiones, van a M ercal y a Pdval, a las clínica populares, a Barrio Adentro, reciben el mismo trato que todos, porque esta nación es de todos, pero hablan peste del gobierno, se burlan de Chávez, empegostan de mediocridades los afiches del Estado, pintan las paredes del tren del Metro, se escupen en las instituciones y yo que vomito del asco, ¡cuanto anhelaría ser un lagartijo, un pájaro, un caimán! para no tener que escuchar como la mediocridad se sujeta de la raza humana, ¡cuantos náufragos asidos a la misma tabla, pero con ganas inmensas de hacer contrapeso para que se ahogue el congénere!
En este instante miles de los que recorrieron el mundo vociferando del gobierno, pidiendo la intervención extranjera al suelo patrio, quemando sueños y esperanzas, están levántandose para salir a tratar de convencer a los incautos con sus promesas de "amantes democráticos". La dama que fue a la "casaguai" pidiendo a Bush que enviara sus marines contra la patria de Bolívar. Por ahí anda la dama que dijo que "prefiero a un gringo en Miraflores que Hugo Chávez". Anda en campaña Julio Borges el mismo que le cedió dos ministros a Carmona Estanga, el Ledezma que andaba apoderándose de las oficina de la alcaldía Libertador, el Enrique Mendoza que cerró y ofendió el Canal 8...¡uno no entiende!
Observamos como los dueños de periódicos que colocaron grandes titulares en sus medios en 2002, tales como "en Miraflores es la batalla final"..."Chao Hugo"..."Hugo criminal" hasta reciben pautas publicitarias del gobierno al cual asaltaron llevando detenido al Primer Mandatario, ¿qué es esto Deus? No salgo de mi estupor, porque este "estupor" me pertenece y me deja boquiabierto.
Anda gritando ofensas una dama que trabajó en el Canal 8 y según se cuenta lo desfalcó. Anda libre y sin pena, sin vergüenza para que en vez de callar, ofende el gentilicio de los venezolanos. Los mismos locutores de Vnevisión que pedían a los venezolanos que denunciasran a otros venezolanos para irlos a busca por chavista, aparecen en el mismo canal, incólumes, tranquilos.mientra yo sigo con mi mismo estupor.
Los banqueros corruptos, los que acaparan automóviles, los dueños de televisoras, hablan de que el gobierno los persigue, pero no ven la viga en sus propios ojos, no tienen una micra de dignidad y se alejan a otras partes a menospreciar el agua con la cual mitigaron la sed. Ex alcaldes incursos en robos de los bienes del Estado tratando de dar consejos al pueblo, cuando tienen en sus haberes la mancha del robo a PDVSA, ¿qué es esto Deus? Formaron una agrupación polítca con la corrupción y el robo, pero tienen el tupé de aparecer por todas partes arengando, buscando el voto entre quienes para ellos no son más que pendejos.
Este es el país de los sueños inconclusos. Muchos lo hieren, otros lo quieren. Quienes tuvieron el mando durante siglos andan enojados, el olor metálico, el sabor del billete,la lujuria y el gozo de la riqueza, los llama. No pueden estar si estos atributos del gozo, del placer, andan bravos porque la situación ha cambiado, rumbo a la equidad, a la justicia a la paz,para que el pueblo sea parte de esta geografía con la cual nos dotó la naturaleza. En la lucha la minoría ha sido vilipendiada por el peso económico, mas la fuerza del patriotismo es inconmensurable.
La prensa golpista, la que ha atosigado de peste el oído del pueblo inyectándole odio, segregación y bajeza, grita su descontento que nadie entiende, porque en su humildad el pueblo ha sobrevivido sin ese bagaje de riqueza y aquí está iluminado por la presencia de la historia que revive de las cenizas en honor al hombre se adelantó al tiempo. La oligarquía que lo engañó, los santanderes venezolanos, publican ofensas, se meten con la familia del Primer Mandatario, con sus hijas y uno se sobrecoge de vergüenza, jamás se escuchó tanta mediocridad en la patria bolivariana, ni siquiera cuando la inmoralidad de CAP, Lusinchi y Rómulo segregaba todo su icor sobre la patria venezolana.
Pero así ha de ser. El pueblo cae pero se levanta. Los mantuanos que engañaron históricamente recibirán su dosis de castigo, porque Dios Pueblo observa sus actuaciones y como sabemos, todo aquel que hace daño recibe su castigo. Por ahí andan los golpistas. Son verdaderamente hombres y mujeres sin afecto moral para querer llegar a la Asamblea Nacional, porque no se trata de que no tengan derechos, sino que ellos mismos con sus actuaciones se los han cercenado.
El mundo va a un destino que es el socialismo, ¿qué justicia puede dar el dinero en mano de poco para hambrear a muchos? La diferencia entre quienes se oponen al proyecto revolucionario y quienes lo practican es abismal y es inexplicable, ¿qué podría ofrecerle al pueblo un sistema donde quien produce la riqueza con su fuerza física, intelectual vive en la pobreza , mientras el "socio" de esta desigualdad se ubica en el lujo y el brillo, la propiedad y el ultraje? No puede haber justicia hasta que las líneas sean paralelas entre quienes trabajan con un fin.
Por eso esta preocupación al ver a los indignos trasnochados, caminando en busca de una victoria de la cual sólo la interrogación sabrá dar o negar. Los pueblos sabios son. Son ellos quienes dictan la pauta para poder escribir la historia. Mientras tanto seguimos sumergidos en el pensamiento.
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