El periodismo nunca debe ser empirista, su esbozo actualmente irrumpe con las nuevas tecnologías para avanzar a una experiencia de la cotidianidad, donde el redactor tiene que ver la posibilidad de habilitar varios textos para que éstos tengan una repercusión consciente en el lector. Allí, ya no habrá rivalidades y de una manera amena estará discurrida toda la historia y soporte de una verdad que determina la seriedad editorial de la empresa. Es un paso en la comprensión de los distintos factores codificables del sistema impreso y donde la repercusión mediática no estaría en la competencia e interpretación de textos. Lo importante es motivar a nuestros alumnos y niños en la lectura infantil y mágica, luego avanzar hacia una visualización de textos políticos y jurídicos.
La fotografía del Nacional va más allá de la sustentabilidad de un criterio, donde se nos muestra el divorcio de los cuerpos policiales para limitar el mundo delictivo en una comarca. Allí, reside lo pornográfico de la foto. Los resultados se encuentran a la vista y lo demás son simples copias de papel. Lo reflejado allí, constituye una vulgaridad del diseño gráfico y nos ubica en ser uno de los pioneros de la prensa amarillista en el Continente Sureño. La sociedad esta obligada a reaccionar y afrontar los nuevos desafíos de la prensa digital e impresa, sin duda, estamos frente a una nueva era cultural donde priva la vulgaridad y el mercantilismo político.
Un buen sábado, le dijo a mi fotógrafo asignado, Héctor Cennis Sánchez que entrara a la morgue de Valencia y tomará las fotografías de rigor. Revisar los archivos fotográficos de un diario cualquiera resulta dantesco y todavía huelo a formol, ese olor me persigue donde vaya a mis sesenta años y de verdad, el gobierno nacional debe ejercer su autoridad como ley y depurar un poco el sensacionalismo. Pero, me preocupa la actitud hamponil ante la mirada vacía de los jueces y cuerpos policiales. De aquel grupo de fotos, debíamos seleccionar la mejor para no dañar la imaginación de nuestros infantes.
Sin duda, el nuevo periodismo es una fuerza de convocatoria descomunal, pero, los venezolanos no leemos y estudiamos ideología política, somos pasto de cualquier ovejero que desee mediatizar nuestros sentidos y llevarnos a la tautología de las ilusiones y cuya descripción solo existe en el mundo de los ciegos que se niegan conocer una realidad perceptible del descubrimiento humano.
Ya basta de obscenidades mediáticas. Tampoco es rendirse ante lo reflejado como afiche ante nuestros ojos, Es necesario avanzar hacia un liderazgo más certero y obligar a los cuerpos policiales cumplir la ley y determinar las sanciones que resguardan a nuestra sociedad. Ya no es una decisión individual, sino de equipo, los que no desean trabajar por el bien del pueblo, que, se vaya por el camino deseado. La nueva Venezuela es de aplomo y exigimos una concepción elegante del periodismo. Digital, radial o impreso. Ya basta de aquerrales, necesitamos una oposición más afirmada en la realidad de sus principios, no queremos descubrir más mediocres.
Solamente existe una proposición, respetar La Constitución Bolivariana de Venezuela y ver cumplidos nuestros sueños. Ya basta de egoísmo y aislamientos, solo exigimos formar una clase dirigente mediante la ideología y descubrir el verdadero concepto de la lucha de clases.
emvesua@gmail.com