(ENSARTAOS.COM.VE, @jsantroz) Hoy “El Nacional” en su cuerpo C presenta una serie de fotografías famosas, crudas, con el objeto de justificar la que ellos publicaron de la Morgue, desplegada a toda página, en la portada, el día jueves, 12 de agosto de 2010.
Entre las fotografías que escogen, encontramos la del cura de Borburata, cierto capellán del ejército de nombre Luis María Padilla, quien sostiene en sus brazos al subteniente Luis Pantoja, supuestamente, herido de bala. Dice hoy el reportaje de “El Nacional”, que mientras el sacerdote rescataba al militar, los soldados rebeldes continuaban disparando contra el cuerpo de Pantoja. Esta reseña sin duda que le habría provocado a Miguel Otero Silva una gran repulsa, porque no fue cierto. Es decir, que Bobolongo, locamente convertido en un delirante anti-comunista, trata ahora de presentar aquel hecho como típico de los izquierdistas.
Esta fotografía recoge un hecho que ocurrió el 2 junio 1962, del alzamiento de Puerto Cabello, y la gráfica fue publicada en la famosa revista gringa “Life”, suficiente como para se hiciera famosa. Una gráfica que recorrió el mundo, y que puso en primer plano mundial, al gobierno asesino y criminal de Rómulo Betancourt, presentándolo como un gobierno víctima del comunismo terrorista y a favor de la democracia y los derechos humanos.
Pues bien, el capitán de corbeta Pedro Medina Silva, quien fue el segundo jefe del alzamiento en Puerto Cabello, revela (en el libro de Pedro Pablo Linarez “Lucha Armada en Venezuela”) que éste era un cura sinvergüenza de Borburata, que se iba todos los fines de semana a Valencia, a bonchar. Y que aquel sábado 2 junio 1962, cuando llegó a Puerto Cabello, y no pudo pasar porque el sector de La Alcantarilla estaba vuelta un desastre; aunque allí no había ya acción de combate, entonces le dijeron al señor cura: "mire, póngase aquí", y le dan un herido para que él lo recoja. En eso le toman la fotografía.
Y añade Pedro Medina Silva: "por eso es que yo digo que esa foto es preparada y después le dieron el premio Pulitzer, pero ésa fue preparada y por supuesto que esa fotografía le dio la vuelta al mundo" (up supra).
Nada de esto nos debe extrañar ahora cuando hemos visto lo que sucedió en Puente Llaguno, y que luego vemos cómo ridículamente se le entrega el premio Príncipe de Asturias a un periodista de Venevisión, Luis Alfonzo Fernández; al igual que el otro caso de Montesinos, el ladrón y asesino que escapa de Perú y que luego adrede lo mete la CIA en Venezuela con el objeto de desprestigiar al gobierno del presidente Hugo Chávez. Entonces, a Patricia Poleo se le encarga que recoja toda la truculencia de la permanencia de Montesinos en Venezuela, para luego proceder a la payasada de otorgarle el premio internacional de periodismo Rey de España.
Aquel premio Pulitzer de 1963, desmoralizó sin duda alguna a los movimientos de izquierda de Venezuela, porque se les presentaba ante el mundo como meros asesinos, monstruosos terroristas. Aunado a esto, los asesinos de los hermanos Petkoff, se dedicaron a cometer crímenes de todo tipo, como matar un policía cada día, además de cometer el famoso atentado de El Encanto, que le sirvió al gobierno para acabar con la inmunidad parlamentaria de todos los diputados de izquierda en el Congreso Nacional.
Después en criminal de Luben Petkoff se dedicó a matar por encargo y entre múltiples asesinatos comete, está el del crimen en Maracay, por ajuste de cuenta, del prestamista italiano Giuliani.
Toda una sucesión de crímenes que culminó con el secuestro y asesinato de Julio Iribarren Borges, presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), cometido por infiltrados en las fuerzas revolucionarias con el único objetivo de que luego se le achara a Cuba.
Bobolongo presenta además de esta fotografía de aquel Premio Pulitzer de 1963, la famosa foto tomada en Saigón, en la que un oficial vietnamita ejecuta a un guerrillero comunista durante la guerra de Vietnam. La de Armero, cuando una niña colombiana de 13 años de edad permanece varios días tapiada por lodo, hasta fallecer. También otra de Vietnam, cuando una niña huye aterrorizada tras los efectos del combustible con que un avión bombardeó su pueblo. Y entonces dice con mucha prepotencia este pendejo de Bobolongo que ninguna de aquellas fotografías llegaron a ser censuradas (porque ninguna evidentemente era amarillista).
Añade que todas fueron laureadas nacional e internacionalmente con los premios Pulitzer, Internacional de Periodismo Rey de España, Internacional de la Sociedad Interamericana de Prensa y World Press.
Seguramente entonces, la que ellos publicaron de la morgue debe merecer alguna clase de recompensa, de galardón.
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