Este premio fue creado por los periódicos cipayos de Latinoamérica y del País de su madre patria, para premiar a esos editores de pasquines que son más escasos que una poceta de hormiga. Los editores de marras se relamen los labios pensando que un venezolano es el máximo exponente de la cultura necrológica literaria "boina hedionda Caballero", de este año, porque ese venezolano llamado Bobolongo Ongo es en verdad un fiel exponente de la mediocridad y el desarme espiritual. Entre sus staff de opinadores de oficio, cuchufletos y borrachines, tiene un grupo de "operadores de barra", que ni te cuento, ¡mi pana! Les dicen máquinas nuevas, ¡Cómo muelen!
Por eso los editores del País, El Mercurio, el Universal y el NAZIonal, habitués de la Casa de Mariño, perdón, de Nariño, han querido rendirle un gran homenaje a ese patriota de los Estados Unidos, perdón de Colombia que recien dejó, para bien de esa nación, los mandos, cucurumandos en manos de un Santo cachón. El sujeto se denomina Álavaro Uribeli Véli Veloz y se hace llamar "el ínclito de La Macarena"
El editor de El País de España, órgano fálico al cual le dicen tienda de repollo, zanahoria y ajo, porque huele a eso, dice que gracias a estos sujetos que todavía siguen atados al imperio español, es que este premio se ha convertido en el más adorado por quienes gustan de filibres y quetos.
El premio es una estatua de cobre adornada con lentejuelas y canutillo, con un pendejo magnánimo en su cúpula, el cual estamos seguros querrán tener en las despensas de sus bibliotecas sujetos como Rafael Poleo, y los de armas tomar, para regocijarse de lo lindo. Bueno recordamos que Rafael Poleo tiene entre sus logros la "bola de oro" la cual se ganó cuando gobernaba Rómulo Betancourt, por sus grandes beneficios a la tortura, digo, a la premura.Por cierto que una vez a este editor del "país" mención Venezuela, alguien quiso extorsionarlo pidiéndole un rescate, ¿quién fue esa persona amarillista adeco? Alguien dijo que fue esa niña que, no sabemos por qué, utiliza el "polvo" por la nariz, que tiene mucho apego con el pasquín ese llamado "el país"
Bobolongo, apodo que le aplicó un vejete carcamal cuya cédula de identidad está firmada por Fernando VII y que sigue utilizando un copete al propio estilo del pájaro loco, cosa bastante ridícula a pleno siglo XXI, sueña con esa estatuilla que sólo es otorgada a las mentes oscurantistas, legañosas, y cubiertas de arácnidos. Ya, in situ es un hecho que la ganará, pues ha sido el editor que más se ha apegado al salvajismo contra el pueblo y a la quiebra del periódico. Cosa inperdonable por la trayectoria que tenía ese medio, hoy convertido en un cuchitril de ancianos admiradores de Baco y Dioniso. Siguen creyendo que cuando Omar Khayyám hablaba de vino era que le gustaba la curda.
Por cierto que muchos de esa patota de barra que escribe en el periódico en quiebra, años atrás formaron una cofradía de cañandongos por los predios del este de Caracas, alegando que "nosotros tomamos porque somos intelectuales". Son tan viejos y demodé que se jactan de que la bebida abre la mente en vez de achicarla. Entre el grupo se mueve otro que tuvo mucho que ver con el petróleo. No sabemos como hace para mover las teclas con esa tembladera en los dedos, pero, ¡vaya! es un gran mérito. El caballero se mete en cualquier taguara a echarse palo por el centro.
Bobolongo que odia a Chávez, en vez de odiar a esa persona que no pudo conseguirle el dinero que le pedía al Presidente para montar un garito en la isla de Margarita, se enfureció de tal manera que no le importó nada el mal que le hizo al medio de información. Hoy en día al periódico le dicen "chicharrón quemao", se tuesta en los quioscos, no lo lee ni la tropa oligarca que pregona rabias y groserías. Ya presentimos que en Los Cortijos la revolución y el pueblo van a tener un gran local para hacer mejores cosas.
Según pudimos informarnos por boca de los trucutrús de la COORDINADORA DEMOCRÁTICA hoy la "mesita de la unidaíta", a Bobolongo se le fue el tiro por el culote, perdón, por la culata, porque cuando aceptó que su Bobolonga fuera a Miraflores, lo hizo pensando que iba a montar su sueño: un garito en "laisla", porque Chávez le iba a proporcionar el dinero para tal fin. Pero se fue de nalga. Desde entonces no quiere nada con el jefe, además que sabe que éste es un mural de granito que no lo mueve una fotografía necro en una página tostada.
Pero goza para calmar el dolor y la frustración al saberse ganador del premio que le va otorgar el grupo de editores palangristas, amarillistas y esclavos del imperio, a final de año.
Desde ya le deseamos a Bobolongo Ongo muchas felicidades con esa estatuilla del "Mapurite de cobre", la cual magnificará más, su amplia trayectoria de "no sabe, no sabe" a mano de quien fue un ejemplo de periódico en Venezuela.
Que sea feliz, Bobolongo Ongo
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