La página 6 del cuerpo 3 de “El Universal” del 24 de Agosto de 2010 no tiene pérdida porque es pura pérdida. Escriben José Toro Hardy (Pepe Toro), Yon Goicoechea y un gringo de mala entraña llamado Rowan
En el artículo perpetrado por Pepe Toro “La inaudita destrucción de Pdvsa”, largo plañido y ristra de ajos de despecho, leemos “En el sector petrolero los acontecimientos realmente comenzaron a agravarse” con el programa de televisión del 7 de Abril de 2002 cuando Chávez despidió a la directiva de Pdvsa. A continuación, sin siquiera mencionar el golpe del 11 de abril, Toro dice “Aquellos hechos concluyeron con un paro y el despido de entre 20.000 y 22.000 trabajadores (…) Es difícil entender cómo se llegó a tan grave crisis.” Pero nuestro articulista aplica su fuerza intelectual y lo descubre: la culpa la tuvo Chávez,
ACCIDENTES, INCENDIOS, EXPLOSIONES
Por culpa de Chávez “Ya Pdvsa no es ni la sombra de lo que era (…) Nuestras refinerías sufren constantes accidentes, incendios, explosiones y paradas provocadas por la impericia de quienes las operan”. No es el relámpago del Catatumbo el que ilumina las noches de Occidente, sino el caos de fuego de los tierrúos chavistas pulsando botones equivocados y encendiendo fogatas sancocheras bajo los depósitos de combustible. Porque “Ya no está claro si Pdvsa es una empresa petrolera, una agencia social, una seccional de un partido o el brazo financiero de una revolución”. Lejos aquellos buenos tiempos en que Pepe Toro aparecía al lado de Carlos Ortega en los anuarios de Pdvsa.
FOSILES
Y para que más nos duela, dice Toro, los gerentes botados de Pdvsa son la aristocracia petrolera en otras latitudes. En Colombia reinventaron la llanomulsión y “Ni hablar del Canadá donde los venezolanos despedidos han contribuido al impresionante crecimiento de las arenas bituminosas de Alberta”. Toro no explica cómo nuestros meritócratas hicieron crecer esas arenas, si los canadienses enterraron a los delincuentes meritócratas para que con el tiempo se transformaran en combustible fósil. Los venezolanos, advierte Toro, “pagaremos con sudor y lágrimas la inaudita estupidez de esta revolución que nos está lanzando a un abismo de pobreza”. En el supuesto negado de que nos lancen a un abismo de pobreza, espero que caigamos todos de pie sobre la cabeza de José Toro Hardy, que como buen meritócrata debe o debería estar desempleado.
YONGO TIENE QUIEN LE ESCRIBA
El artículo “Nosotros los pueblos” de Yon Goicoechea comienza desmintiendo a Maria Corina Machado y sus escoltas, agredidos según Yongo “mientras se disponían a votar en el simulacro oficial del CNE”, y no en visita de candidata como ella dijo. Es explicable el rechazo que provocó Maria Corina al querer colearse a cuenta de amiga de George W. Bush y Pedro Carmona ¿Error o perfidia de Goicoechea?
Goicoechea llama “pandilla” a los chavistas vestidos de “rojo sangre”, desesperados porque, según él, “Ahora nosotros somos mayoría y nos daremos una legislatura para la paz“. Esa Asamblea neoliberal imaginaria de Goicoechea aprobaría, dice Yongo, la “Ley de solidaridad para madres solteras, ley orgánica de libertad de expresión, de primer empleo, de desarme, del sistema de seguridad ciudadana…” La primera revela ignorancia o demagogia porque la mayoría de las madres actualmente protegidas son solteras, la de “libertad de expresión” es el fin de toda responsabilidad y la apertura de monopolios, la de “primer empleo” fue rechazada en Francia y otros países como ley de explotación salvaje de la juventud trabajadora a la que niega las prestaciones, y las de desarme y seguridad ya están siendo discutidas en la Asamblea. Goicoechea, con todos los opositores, no propone sino formas veladas de eliminar las conquistas populares de los últimos 10 años. “Llegó la hora de sacudirnos el polvo –concluye Yongo- levantarnos y darnos el poder público honesto que merecemos. ¡Vota con todas tus fuerzas!” Cuando escribió esto último quizás pensaba en Honduras donde la derecha votó con todas sus fuerzas armadas, o en Bolivia donde Goicoechea estuvo dándole fuerzas, apoyando a los racistas de Santa Cruz.
CUATRO MIEDOS
Es el título del artículo de Michael Rowan, traducido del inglés por Maryflor Suárez, un verdadero concentrado de todas las mentiras sobre Venezuela producidas por la inteligencia gringa. El mismo Michael Rowan es un poema, a juzgar por Internet:
Michael Rowan es un consultor político con experiencia en la mayoría de los estados (para los Demócratas) y en 14 naciones en los últimos 30 años. Ex Presidente de la Asociación Internacional de Consultores Políticos, vivió en Venezuela desde el 1993 hasta 2006. En la campaña presidencial venezolana de 2006 fue el estratega de Manuel Rosales y, con Douglas Schoen fue coautor del libro “La Amenaza más Cercana a Casa – Chávez y la Guerra contra América”.
El libro, según las notas de prensa, analiza “dos décadas (…) de esfuerzos de Chávez para subvertir la economía de los Estados Unidos y la estabilidad de su país. No sólo ayudó a llevar el precio del petróleo de diez dólares el barril a más de cien dólares el barril, también patrocina y está cada vez más involucrado en masacres de civiles, tráfico de drogas, lavado de dinero, proliferación de armas nucleares y entrenamiento de terroristas”. Lo anterior justifica obviar el artículo y descalifica al diario que lo publica. Rowan y Rosales se descalifican mutuamente, y descalifican a quienes votaron por Manuel Rosales en 2006. Si estos palurdos son los intelectuales de la oposición, a la revolución bolivariana la esperan largos, largos años de vida. Amén.