Documentales y programas de televisión de muchos calibres se vienen creando, no se puede negar. Denuncias financieras locales y algunas veces a nivel Internacional, muestran los abusos políticos de los “poderosos” , delitos de lesa humanidad por Estados Unidos, Israel y sus aliados, problemáticas sociales y ambientales y se combaten las xenofobias y los racismos a través de este medio; toda esta gama de especialidades humanas se vienen filmando en cortos o largos metrajes muy bien documentados, pero, esos intentos y muestras palpables de la realidad mundial, son opacadas por el “otro” productor, porque esos otros, filman sus “documentales” y hacen la bulla necesaria para que la expectativa mundial sea la gran taquilla. No olvidemos el pornográfico documental, “Los guardianes de Chávez” y las docenas de otras basuras que se hacen contra nuestro comandante y nuestra patria y lo sustentan con grandes despliegues publicitarios. Además que los enemigos de la humanidad cuentan con Hollywood, Nat Geos, Discoverys Chaneles y sus actores de palangre.
Los documentales nuestros y por miles, que ya están filmados y presentados con muy bajo perfil, no han hecho mella con fundamento en la mente de nuestras bases, porque no se hace la bulla necesaria que necesita para que despierte el necesario interés. La hojilla, algunos programas de VIVE TV, TVES y uno que otro programita, presentan grandes trabajos de este género, pero, repito, pasan desapercibidos por las grandes mayorías. ¿Por qué? Porque no se hace la correspondiente publicidad agresiva y con vehemencia.
En nuestra revolucionaria Venezuela, su población viene adquiriendo el conocimiento necesario para cristalizar ese cambio mental que la humanidad en todo su contexto clama a grandes voces. En toda la geografía mundial se hace necesaria esa búsqueda con todas las fuerzas, para no dar tiempo al reacomodo de quienes opacan ese intento. Creativos nacionales ya son reconocidos en América y el Mundo como productores de documentales y programas bien elaborados, pero sus documentales son rápidamente olvidados. Podemos calcular que un 30% del espíritu revolucionario de Venezuela, se debe a esa gama de buenos documentales y programas televisivos que en su momento fueron exhibidos a la comunidad Nacional, pero es necesario más y con toda la agresividad.
Y es necesario más, porque los “otros” no descansan el ataque y uno de sus ataques estriba en no dar tiempo para asimilar los males que la humanidad atraviesa. El problema mexicano en este momento es un ejemplo palpable de cómo se distrae la atención de las bases; muchos sabemos que las masacres son una “costumbre” que los poderosos se inventan para distraer. ¿Acaso el objetivo del crimen mexicano no es caotizar la sociedad mexicana? ¿No lo vivieron los colombianos en los ochentas y Venezuela en los noventas? ¿No es el terror una de las estrategias llevadas a cabo desde hace tiempo para disfrazar otros asuntos? Mayores crímenes se cometen en el mundo para los que la publicidad no existe. ¿Acaso no se olvidó los dos mil muertos en la fosa colombiana y los otros cientos de miles que todavía existen en otros pozos clandestinos? ¿Cuántos de esos muertos no sólo en México, sino en Centroamérica y Suramérica son líderes humanistas potenciales que en breves días se olvidarán?
Entonces analicemos lo siguiente, documentalistas, cineastas y programadores de televisión: UNO. La distracción es la especialidad de los laboratorios conductuales de la oligarquía mundial y esos laboratorios, no han sido denunciados a través de filmes documentados con todas sus señas. ¿Cuántos laboratorios de este calibre existen en Estados Unidos, el mundo y Venezuela disfrazadas de ONGs, Institutos de “buena voluntad”, universidades “elitistas” y muchos con caretas religiosas? DOS. Televen, Venevisión, Globovisión, Telemundo, Univisión, Canal i, RCN y Caracol, por mencionar algunos de los que nos bombardean a diario y sin descanso, tienen todo lo que un buen documentalista necesita para hacer un trabajo que arranquen de la pantalla de esas podredumbres a nuestras juventudes y amas de casa. La distracción basura que nos embuten a diario raya en la más vil de las burlas a través de telenovelas donde todos los antivalores humanos son invertidos; musicales subliminales con apologías al homicidio, la drogadicción, la rebeldía sin causa, el irrespeto a sí mismo y hacia los demás y el voyerismo; entretenimientos que modelan la visión mundial y la idiotez; concursos para zombis mentales; programas de opinión para que nadie opine; noticias editadas que desinforman; Top Shows que siembran divisiones en la sociedad humana y que son sostenidos por los gobiernos capitalistas para entretener pero el objeto es distraer; deportes de masas que entretienen mientras negociados fraudulentos se hacen en las sombras y la bombas estallan en Afganistán e Irak. Toda esta sutilidad recibe nuestra base humana de todo la geografía mundial y los documentales hasta ahora elaborados con este objeto, o no han sido filmados, o no tiene el sustento necesario, o peor aún, si ya fueron filmados, no se hace la publicidad agresiva por todos los medios y a todas las horas y por largo tiempo, que despierte la debida atención. Y TRES. Qué ningún documentalista realmente humano y humanista, caiga en el silencio de no decir lo que debe decir ahora que es el momento. No olviden lo que le dijimos a Walter Martínez, “Se multiplica la maldad, si los seres humanos que le pueden restar, le suman con su silencio”.
¡Patria socialista o muerte!
¡Chávez es socialismo!