Qué piensas hacer si
nuestros diputados no leen Aporrea, tampoco los ministros, ni los gobernadores
y alcaldes, mucho menos el Presidente Chávez, tal vez la gente del
MINCI pero…
¡Qué tal, camaradas!
Pido disculpas ya que en mi anterior artículo no incluyera el saludo
y el comentario por la difícil situación popular debida a las lluvias,
que va a continuación. Se debió al asunto ése de cortar y pegar,
de pegar y cortar, que al final no pegué.
Nos sentimos impotentes
ante la fuerte batida de la naturaleza por la casi segura intervención
desbocada por el Proyecto Haarp de los usaenses. A los que no estén
enterados busquen ese proyecto.
Estamos llenos de un
profundo dolor en el alma por la angustiosa situación que están viviendo
los sectores populares de nuestra bella Patria, ante las pérdidas de
vidas y por el daño en las viviendas y cultivos.
Dolor que sólo sentimos
los revolucionarios por la capacidad de entender las desgracias,
por conocer las miserias económicas de los pobres y por la sensibilidad
humana que nos sobra.
Sin embargo estamos contentos
por la respuesta de nuestro gobierno para buscar que nuestros damnificados
soporten, con relativa comodidad, el no tener sus cobijos que, aunque
humildes, transmiten un sentido de pertenencia. Porque vivir en un refugio
debe ser un suplicio obligado, así te den comida y otras atenciones.
Ya sea que estés en
Miraflores, pero que aunque tenga el total cariño y órdenes de Chávez
no deja de ser una incomodidad ante la ausencia del hogar.
Preferible pobres pero
en casita, en familia.
Del carajo, camaradas,
el Presidente Chávez nuevamente se agarró el drama para él y está
en una gran cruzada humanitaria junto a los ministros y militares que
se están humanizando.
Ahora bien, si los de
alma y cerebro escuálida critican este dinámico accionar, lleno de
sufrimiento y dolor, del Presidente-Líder –dicen que es pantalleo,
proselitismo, etc.– son nuevamente mezquinos y que de ser sensatos
se sentirían emocionados comparándolo al presidente Santos quien enfrenta
el problema de los damnificados a su manera burguesa-escuálida, que
de paso es mayor… el problema
Pero, qué va, la oposición
jamás lo entenderá porque nunca están consustanciados con el pueblo
pobre. Muy sencillo, ubiquen a cualquier venezolano, o extranjero, que
viva en quintas o apartamentos en urbanizaciones de buen nivel económico,
donde su mundo está conformado por sus bellas residencias, tremendos
carros para ir a sus trabajos estables o negocios o comercios, visitar
centros comerciales pendientes de comprar lo último en plasma, blackberrys,
en moda de vestir, comer en restaurantes e ir a los costosos cines,
y vacacionar a sus apartamentos, o en hoteles, y sus escapadas al extranjero
con lo que colman cada año odos los cupos de pasajes aéreos o a cruceros
por el Caribe.
En zonas como Lecherías,
en Anzoátegui, ocurre lo mismo sólo que pueden agregarle ir a las
marinas a sacar su lanchas y veleros.
Todo esto no lo criticamos
por que pertenecen a un grupo bien privilegiado que logra beneficios
del mundo capitalista, así de simple.
Lo que sí criticamos
es su indolencia. Se han conformado con conocer la miseria, y hablar
de ella con su propiedad, y sólo ver los agolpados ranchos –que ahora
no son tan ranchos pero están amuñuñados en áreas de peligro–
a través de los vidrios ahumados y en las noches cuando salen a sus
balcones y a lo lejos se soslayan con las lucecitas llegando a comparar
las zonas de angustias con unos “lindos pesebres o nacimientos”
Además los opositores serios no reconocen que esas condiciones, algunas infrahumanas, no son de Chávez, y por no ser también medio mezquino como ellos, es culpa de todos nosotros los que transitamos la IV república y su democracia bobalicona.
No saben que hay un pueblo
que sufre, que hay mujeres con piernas varicosas, algunas embarazadas,
cuidando carajitos mocosos y barrigones de lombrices –aunque son imágenes
disminuidas por la política de la humanitaria –como todo lo socialista–
Misión Barrio Adentro– y que se ha acostumbrado a vivir para sobrevivir
–y con hidalguía.
Y lo más grave es que,
además a su indolencia de años, le agregan la más alta dosis de mezquindad
cuando ven y no entienden, o entienden pero son egoístas, mezquinos,
repito, cuando Chávez quiere equilibrar esta sociedad enfocando su
obra de gobierno hacia esa clase necesitada.
Porque como le oímos
a Lula, un presidente con sensibilidad social porque también proviene
del pueblo, “hay que gobernar para los pobres porque los ricos se
ayudan solos”. ¡Clarito, verdad!
Bien. La semana pasada
me referí –en el artículo sin introducción– a que en el Vaticano
si leen Aporrea, pero nuestros gobernantes no, menos los diputados ni
el Presidente.
Mencioné que como
una manera de democratizar la participación efectiva, llena de propuestas,
le tocaría plantearlo al MINCI, por su novel ministro Mauricio Rodríguez,
–que nos pareció confundir su papel de ministro “sosteniéndole
el micrófono a Chávez durante las visitas humanitarias– que en vez
de estar modificando la estructura interna del ministerio, característica
de los que llegan creyendo que son más revolucionarios pudiendo perjudicar
a su valioso y escaso personal, debería, de una vez por todas, elaborar
la anhelada y obligatoria “Política informativa del gobierno”
Pero, coincidencialmente,
ya al mediodía estaba destituido Rodríguez y vuelve el joven Izarra.
Bienvenido
de nuevo Andrés, imaginamos que con un nuevo y definitivo criterio
para impulsar la información de todos los hermosos hechos gubernamentales
y sociales, y con adecuadas medidas para que, conjuntamente con el Ministerio
de Educación, pienso, diseñar la gradual descontaminación mental
de todos los venezolanos.
Hemos
estado contaminados, y nos siguen contaminando, con excesos de consumismo,
capitalismo purito, pues, y una Política Informativa en uno de sus
aspectos más importantes, a mi manera de entender, debe considerar
una nueva ideologización, que puede tener o no los contenidos marxistas
que hace temblar a la “oposicioneta”, con que se aprovechan para
desprestigiar su concepto como es cambiar la manera insolidaria e idiota
de pensar y de excedernos en el consumismo.
Andrés
Izarra, imagino que en tu rol de Presidente de Telesur, así como por
inteligente periodista, has venido leyendo estas páginas revolucionarias,
tal como hacemos los interesados en conocer valiosas opiniones –y
hasta escribimos–, y permíteme tutearte ya que he compartido interesantes
momentos con tu padre, William Izarra también colaborador en esta ventana
virtual cuya lectura debería extenderse a miles de revolucionarios
-que la desconocen-, con lo que, además, ahorrarían dinero en mentiras
y en papeles con lo que contribuiríamos a tener mejores criterios y
a proteger la naturaleza.
William,
el comandante Izarra, es un revolucionario a carta cabal y uno de los
intelectuales socialistas cuya propuesta de llevar socialismo a todas
partes no ha sido apoyada. Se han perdido años en ese proceso de ideologización,
que compartimos.
Como
él, montones de valiosos revolucionarios han –hemos– permanecido
tratando de combatir, pero desde nuestras ventanas, armados hasta los
dientes y dispuestos a la lucha activa, vemos pasar al ejército de
la revolución sin echar un tirito.
Por cierto
que por esa “política de dirigentes” del PSUV regional, fuimos
sometidos a averiguación cuando la reelección de gobernadores, infiltrando
camaradas que aparecieron apoyando la candidatura de Izarra pero
sólo eran informantes para la candidatura del gobernador actual. Esto
nos valió mayores ojerizas que, en mi caso, unido a los escritos críticos
de una ineficiente gestión de gobierno, me puso en peores condiciones
que la de los escuálidos, sus grandes amigos.
Al extremo de que gobernando revolucionarios no contamos con su apoyo a la hora de un problema. ¿Qué les parece? La propia cuarta.
Esto
extendido a los alcaldes.
Bien,
Andrés, y aquí le pido a mis camaradas que alguna vez han leído mis
escritos, especialmente cuando el título les interesa, que disculpen
la extensión de los mismos, como alguna vez me dijo mi primo hermano
Jesús Sevillano, actual cónsul en Puerto Rico, le manifesté que siempre
quería completar un razonamiento a fin de que los más jóvenes captaran
el sentido contextual del tema.
Te expondré
lo que a otros ministros del MINCI, y a otros ministros.
Buscándole la vuelta
a cómo centrar el proceso revolucionario informando, y espero que los
camaradas me acompañen en este planteamiento que nuevamente expongo
porque es insoportable el ventajismo mediático de la oposición en
esta guerra de cuarta generación que nos están ganando y, con ella,
perjudicando la Revolución.
Harto hemos expuesto
que no contamos con una política comunicacional efectiva, si es que
existe como tal. Aunque en estos días hemos visto por TV unas propagandas
muy buenas.
Han pasado varios ministros,
tremendos camaradas, pero pareciese –o estamos seguros– que no han
logrado presentar una seria y constante manera de transmitir logros
revolucionarios.
Cuando el presidente
Chávez entendía que está mostrando algo importante expresaba: “esto
hay que difundirlo. ¿Dónde está el (la) Ministr@ de Información?”
Y ahí queda. Ya no lo hace pero…
La política informativa
debe incluir cortometrajes en todos los canales privados, con permanente
periodicidad que junto a nuestros logros muestren las porquerías que
son forma y fondo de la oposición capitalista, agiotista, maula, corrupta,
antipueblo, antipatriótica, etc.
Recordemos que ya el
venezolano no olvida tan pronto como antes, que estamos siempre en elecciones,
y los errores y las críticas deformadas, con fuerte y constante acción
mediática privada malsana, merma al proceso de cambios que queremos
adelantar.
En algún artículo recordé
los años que se han perdido en la formación integral del venezolano.
Cuarenta tristes años de la anquilosada democracia bobalicona y once
dinámicos de nuestro esfuerzo por cambiar el país desde las raíces.
Y para que sea radical
tiene que modificar nuestra manera de pensar. Y como será muy
difícil cambiar viejas mentes, esperamos en nuestra revolución educativa,
principal punto de partida para todo, pienso.
Por otra parte, ¿qué
estamos haciendo, ordenada y sistemáticamente para la formación integral
de los venezolanos de todas las edades? ¿Dónde están las políticas
ideologizantes para ser un buen ciudadano, un buen vecino? Incluso,
para ser más solidarios que ante una tragedia, donde nos damos el lujo
de demostrarlo con creces.
¿Y para disminuir el
perverso consumismo con el que más ideologizan dañando a nuestro pueblo,
a nuestros jóvenes?
Eso por esa parte. ¿Y
la política comunicacional de los logros revolucionarios? Los de Chávez,
me refiero. Porque a niveles regionales y municipales todo mundo se
pregunta: ¿Dónde está la revolución?
Salga a la calle en las
ciudades de la provincia, camarada, sin apasionamiento revolucionario
o chavista, y dígame cómo puede un ciudadano común sentir la Revolución.
¿Quién supervisa a
los gobernadores y a los alcaldes y demás funcionarios? ¿Cuáles son
sus planes, sus programas? ¿Dónde está el empoderamiento del pueblo,
etcétera? Por el contrario, siguen l@s veinteocher@s franelas y gorras
rojas-rojitas en ese insulto a la dignidad humana, chavistas los más.
La política
comunicacional debe incluir cómo hacer para corregir esas fallas y
controlar la información aprovechadora por pseudo revolucionarios de
las distintas formas de gobernar para el culto a sus personalidades
o por mantenerse en la palestra aunque no sirvan para nada y repetir
en sus cargos para sus beneficios personales y grupales, muy a la IV.
Menos
mal que el Presidente mandó a eliminar las vallas hasta con montajes
con él, y abrazados.
Porque somos muchos los
que así opinamos consideramos conveniente programar unas cadenas con
todo tipo de información. Cadenas cortas pero como la gotica de agua
permanente. Sí hay pataleo escuálido saquemos una ley de información
pública.
Debemos crear programas
fijos con los Concejos Comunales que han hecho grandes progresos.
Los contrarrevolucionarios
no pueden pretender que el país que con tantos esfuerzos estamos construyendo,
y con éxito –aún los pelones–, no debe ser conocido sino por los
chavistas, y, en su defecto, que nos sigan echando mierda.
Es que si los logros no los conocen la mayoría de
los revolucionarios, qué podemos, entonces, pensar de los del equipo
del escualidismo apátrida. No hay oportunidad de que con el tiempo
lleguen a reflexionar, por lo menos los menos envenenados.
Todos debemos participar
de la información de la maravillosa obra revolucionaria. En especial
los jóvenes. Habrá que crear sistemas audiovisuales para los institutos
educacionales. Por lo menos, o por lo más.
¡Gústele o no a los
escuálidos! Estamos hartos de ocultar por negligencia y sólo medio
replicar. Debemos ser agresivos.
Además, se deberá incluir
que les paren bolas a los mensajes enviados en los cintillos a todos
nuestros programas de opinión que los permiten. Terminan leyéndolo
sólo los que los envían. Especies de diálogos entre unos y otros
mensajetexteros.
No hay respuestas. Es
una falta de respeto. Y sigue el: envíe su mensaje al 256. ¿Para qué?
Con gran éxito salió
@chávezcandanga, el Presidente que evalúe a fondo su valor y efectos.
En esa “Política Informativa”
(comunicacional) insistimos en que se den charlas semanales sobre proyectos,
obras (que desconocen hasta de los mismos empleados de institutos),
y de capitalismo vs. Socialismo, etc., en todas las oficinas de gobierno.
Obligatorio para todos
los funcionarios (más del 60% son escuálidos, escuálidos lights y
ni-nis, quienes sólo cumplen con lo básico de sus funciones) ya que
los cambios debemos lograrlos entre todos, no que se beneficien de las
medidas gubernamentales y no arriman nada al mingo. Por el contrario,
siguen criticando y jodiendo.
Queremos que la “Política
Informativa” de Andrés que obligue a los directores de gobernaciones,
y de las alcaldías, del proceso, claro y si es que los son de corazón,
a conversar, dictando charlas a sus empleados –también asistencia
obligatoria, y participativa la discusión–, sobre esos temas revolucionarios.
Sin pena, sin miedos
de aparecer como chavistas ante todos el resto de escuálidos que le
quitan el empleo a los propios revolucionarios y no arriman una al mingo
del proceso. Sólo denigran, hasta del Presidente, delante de nosotros
y venga 15 y último.
Incluye a gobernadores
y alcaldes. No se les escucha nunca. Menos, cuando andan de visitas
en centros comerciales, en espacios de reuniones. La revolución debe
ir por delante sin jugar a aparecer como ecuánimes, creyendo que ganan
votos porque les sonríen los comerciantes que sólo piensan en el dinero.
Es que, por ejemplo,
los comerciantes escuálidos son tan mezquino-imbéciles que cuando
están vendiendo bastante no reconocen que se debe a que ha aumentado
el poder adquisitivo de todos por las previsiones del Presidente y que
aún la grave crisis del “capitalismo mundial” nos ha afectado levemente
Ese es otro aspecto que,
para variar, no hemos destacado, explotado a fondo. Miniencadenar diariamente
mostrando la realidad de la pelazón en otros países, y así darnos
con una piedra en los dientes.
Informar sin miedo. ¿Queremos
cambiar mentalidades? Bueno, a echarle bolas. Que no estarán de acuerdo,
que es ideologización, discutámoslo también.
Que se escuche vibrar
la Revolución en las comunidades. Queremos debates. Calle pareja. Megáfonos.
Hay que darle un revolcón
a muchos. Chavistas inclusive. Jerarcas también (porque hasta hemos
heredado jerarquías impenetrables)
Como será que la
mayoría de los funcionarios, gobernadores inclusive, de vaina sí se
ponen las gorras y franelas rojas en manifestaciones o mítines para
que los vean los jefes y otros revolucionarios. Les da pena con los
vecinos, en las panaderías donde compran. Hasta con los compañeros
de trabajo escuálidos y que porque quieren respetarlos.
Que se aguanten nuestra
fortaleza.
Mira, Andrés, lo ideal,
a mi manera de ver que no soy periodista, tu sabes mejor de eso, que
se proponga una participación nacional revolucionaria con los aspectos
que debe incluir la “Política Informativa Revolucionaria”
Ahora, con sus permisos,
vuelvo con una especie de utopía personal: ordenar en los medios radiales,
y en especial los televisivos, para que sus programaciones de noticias,
todas, sean generadas por ellos mismos dándole mayor empleo a periodistas.
Servirá para prohibir
la lectura de periódicos, menos mostrándolos, ya sea directo del papel
o de las páginas de internet. El que quiera verlos que compre sus periódicos,
pero no podemos calarnos toda esa diarrea de información falsa, tendenciosa,
o exagerando problemas que nos muestran a toditos, bien amaneciendo
o cerrando en las noches.
Vainas vomitivas como
Tal Cual, el Nuevo País, Reporte de la Economía, y pare usted de enfermar,
que nadie compra ni por urgencias sanitarias de carretera, nos las calamos
tanto los revolucionarios como, y con peor efecto psicológico, los
escuálidos y los ni-nis.
Además, si es necesario
apurarse para legislar al efecto, aunque la sigan chillando, para que
exista un verdadero equilibrio informativo, por lo menos en las primeras
y últimas páginas. Por cada defecto, error, que hay por montones (descuidos
de mucha gente) que muestren en fotos o titulares debe presentarse al
lado un logro de las mismas dimensiones.
Equilibrio informativo. Menos ventajismo visual opositor. Comenzar a medio ganar, aunque sea una batalla, en la inclemente guerra de cuarta generación, que nos están ganando y es lo único que nos perturba nacionalmente.
Hay varios globoterrores
en TV y radio con programas hasta insultantes. Llenos de mentiras. Si
usted invita a alguien y miente, deben ser penalizados ambos,
entrevistador y entrevistado, y tal vez el productor y el director del
programa. A veces repiten, sin asegurarse de la veracidad de todos
los mensajitos de texto que les llegan.
Queremos, rogamos, exigimos
un nuevo CONATEL y si tienen miedos o compromisos apoyarse en las contralorías
de usuarios.
Bueno, apreciado Andrés,
se te presentó una nueva oportunidad de trascender el Proceso Revolucionario.
Mira que vienen las elecciones presidenciales y sería la gran cagada
–perdonen el término, pero así sería– si pierde Chávez.
A correr todo el mundo,
en especial los que estamos resteados y que así nos conocen. Ah, porque
hay muchos, incluso de altos niveles, que conviven, comparten –hasta
negocios–, congenian, con opositores de todo nivel y calaña.
Los mismitos que se hubiesen “autodesenmascarados” –algunos estuvieron a puntico, otros le sacaron provecho a la suerte de ser detenidos– de haber durado un poco más el derrocamiento del Presidente en el 2002, y hoy están potenciados desde sus argos.
¡Suerte, Andrés!, ese
ministerio es, talvez, el más importante. No es cubrir un cargo más
ya que de ahí depende el éxito de la Revolución. O su fracaso que
más que perjudicarnos a nosotros los que tenemos algunas oportunidades,
perjudicará a todo un esperanzado pueblo de bajos recursos y que perderemos
la Patria soberana que estamos tratando de construir.
¡Gracias por tener el
coraje y la voluntad –todos– de leer esto tan largo!
Revolución o pelazón. Vencemos o perdemos. Obligatorio es cambiar.
edopasev@hotmail.com